El taller de estimulación neurocognitiva en el Centro Betanzos de Buenos Aires despidió el año con un brindis

En el Centro Betanzos de Buenos Aires, finalizó esta semana el primer taller de estimulación neurocognitiva que dictó la licenciada María Dolores Barreto y reunió semanalmente a unos veinte participantes.

El taller de estimulación neurocognitiva en el Centro Betanzos de Buenos Aires despidió el año con un brindis
Centro Betanzos.Cierre del taller estimulación cognitiva
Beatriz Lagoa, Dolores Barreto y los participantes del taller despiden el año con un brindis de camaradería.

En el Centro Betanzos de Buenos Aires, finalizó esta semana el primer taller de estimulación neurocognitiva que dictó la licenciada María Dolores Barreto y reunió semanalmente a unos veinte participantes.

En la última reunión de esta actividad, que se ofreció en forma gratuita, se entregaron las carpetas de trabajo y se realizó un brindis de fin de año, en un clima de alegría y camaradería.

Allí, la presidenta de la asociación, Beatriz Lagoa, agradeció la labor de la licenciada Barreto y adelantó que la Casa redoblará su esfuerzo para que el taller se dicte “con mayores comodidades”.

Barreto, quien además es coordinadora del Área de Neupsicología del Servicio de Neurología de la Conducta y Neuropsiquiatría de la Universidad de Medicina UBA - Hospital de Clínicas, anunció que todos los usuarios del taller de estimulación neurocognitiva van a ser atendidos en el área de neuroconducta del Hospital de Clínicas de la UBA. “Con esto –apuntó–, tendrán un seguimiento médico, ya que toda terapia no farmacológica y tiene que estar adherida a la terapia farmacológica que la complemente”.

“En este tipo de talleres, que la mayoría de la gente conoce con el nombre de talleres de memoria, –ahondó– trabajamos con técnicas no farmacológicas con el objetivo de estimular y mantener las capacidades mentales, mejorando el rendimiento cognitivo y funcional de los participantes”.

Barreto detalló que el cerebro es el responsable de una serie de funciones cognitivas o capacidades intelectuales tales como hablar, leer, escribir, orientarse en el espacio y el tiempo, coordinar movimientos y definir conceptos, entre otras funciones.

Estas mismas funciones pueden verse disminuidas por diversos trastornos que ocasionan que las neuronas disminuyan su actividad celular e incluso mueran.

Para enlentecer dichos procesos se desarrollan múltiples técnicas que tienen como fin mantener activo el cerebro. “Estas herramientas, que llevan años demostrando sus beneficios –avanzó–, están diseñadas para no causar ningún evento indeseable, sino todo lo contrario, existen evidencias las cuales demuestran pueden retrasar la aparición de enfermedades en cinco años”.

El punto de partida de este tipo de trabajo, concluyó, es la capacidad plástica del cerebro (conocida como neuroplasticidad) para adaptarse a las nuevas situaciones y restablecer el equilibrio alterado, después de una lesión.