Convocados por el movimiento ‘Hay que salvar al Centro Gallego de Buenos Aires’

Socios y dirigentes del colectivo gallego buscan una estrategia para recuperar la conducción del Centro Gallego para los socios

Socios y dirigentes del colectivo gallego participaron en una asamblea abierta convocada por el movimiento ‘Hay que salvar a Centro Gallego’, vinculado a la página web del mismo nombre que creó y administra el dirigente gallego Rafael Osvaldo Méndez y la Agrupación Galicia del Centro Gallego de Buenos Aires.

Socios y dirigentes del colectivo gallego buscan una estrategia para recuperar la conducción del Centro Gallego para los socios
Asamblea Centro Gallego OCT15 II
Ivo Malach, Rafael Méndez, Ángela Calvo y Amparo Díaz.

Socios y dirigentes del colectivo gallego participaron en una asamblea abierta convocada por el movimiento ‘Hay que salvar a Centro Gallego’, vinculado a la página web del mismo nombre que creó y administra el dirigente gallego Rafael Osvaldo Méndez y la Agrupación Galicia del Centro Gallego de Buenos Aires.

Durante la reunión, que tuvo lugar el miércoles pasado en la sede de la Agrupación, se dieron a conocer las últimas novedades sobre el Centro Gallego de Buenos Aires, y escucharon inquietudes y propuestas con el objetivo de solicitar el fin de la intervención dispuesta por la Justicia y la devolución a sus legítimos dueños: los socios del Centro Gallego.

La asamblea se realizó en un clima de preocupación y desazón por el futuro de esta entidad que atraviesa nuevamente una situación difícil, en la que, según indicaron algunos participantes, “se han dejado dar turnos” y enfrenta “severas restricciones” en sus prestaciones de salud, “por retraso en el pago de haberes”, entre otras cosas, denunciaron trabajadores de la entidad.

Ante unas 60 personas, el neurocirujano y ex director del Centro Gallego Ivo Malach presentó el proyecto de gerenciamiento del hospital diseñado a pedido de la Agrupación Galicia, para “echar por tierra el argumento” esgrimido ante la justicia de que los gallegos no cuentan con proyecto para retomar la conducción de la casa.

Tras el encuentro, que se prolongó durante poco más de dos horas, se decidió hacer un nuevo Plenario el miércoles 25 de noviembre, a las 19 horas, en un sitio a designar de acuerdo a los inscritos.

Con la finalidad de profundizar el debate se crearon tres comisiones de trabajo que serán las encargadas de elaborar los informes que tratará el plenario. Una de ellas se abocará a los temas legales, y para ello deberá reunir toda la información concerniente al estado del juicio de la junta desplazada, y se considerará la opción de inicio de nuevas acciones de protección sobre todo del patrimonio del Centro y para el cese de la Intervención.

Otra comisión estará dedicada a los temas económicos. Aquí se intenta conseguir toda la información concerniente a balances de los últimos cuatro años, estado de deuda y legitimidad de la misma, y análisis de situación del modelo administrativo que genera pérdidas mensuales que continúan engordando la deuda ya contraída.

Por último, la tercera comisión abordará los temas de conducción, y para ello trabajará en el diseño de “un plan maestro de gestión hospitalaria” y de “conducción político-institucional, valorizando las acciones que debieran ejecutarse, tiempo y forma”.

Un momento antes del inicio de la asamblea, ‘Galicia en el Mundo’ conversó con el principal referente del movimiento ‘Hay que salvar a Centro Gallego’, Rafael Osvaldo Méndez.

Pregunta. ¿Quién convoca esta asamblea y quiénes participan?

Respuesta. Esto surgió a través de un movimiento de redes sociales que se puso en movimiento en torno de la página web ‘Hay que salvar al Centro Gallego’, que yo creé y que administro desde hace varios años ya; desde antes de la intervención.

Luego, con la intervención, allí continuamos difundiendo nuestras ideas y explicando lo que para nosotros es el Centro Gallego y la necesidad de que la colectividad no pierda su entidad más importante en Argentina.

Este año, desde la página se impulsó la creación de un grupo que ya tiene cerca de 300 adherentes que se interesan por el futuro del Centro Gallego.

Pensamos que llegó el momento, después de varios llamados a las agrupaciones y a partir de la recepción que tuvo la agrupación Galicia para con nosotros y de que ésta se expidiera respecto de la situación del Centro, siendo la única que lo ha hecho.

Creímos conveniente convocar a una asamblea abierta, con un criterio amplio para que puedan participar todos los que estén interesados en que el Centro Gallego vuelva a ser de sus socios, que se recupere como institución y que vuelva a ser lo que era.

P. Concretamente, ¿qué piden?

R. Pedimos la devolución del Centro Gallego de Buenos Aires a sus socios, que son los dueños legítimos de la institución y que están amparados por la ley de mutuales de Argentina. Recordemos que por errores de conducción y desaciertos, la justicia pidió la intervención y le trasladó al INAES la designación de un interventor.

Al principio, hubo una conducción compartida por la junta elegida por los socios, encabezada por el contador Carlos Vello y el interventor. Luego, Vello renuncia y queda Marta Donsión al frente de la Junta Directiva, la que convivió con la intervención por un período muy breve ya que finalmente ésta decide apartarla y conducir el hospital en solitario.

En este período de gestión de la intervención no solo se han resuelto los problemas, ya que existen anormalidades en la atención, sino que las deudas se han incrementado. El Centro enfrenta un déficit mensual de caja a pesar de que, según el propio interventor, el Hospital hoy tiene ocupación plena.

Ese déficit de caja, hasta hace pocos meses, lo cubría el Estado argentino, pero en la actualidad ha dejado de hacerlo y ya hay retrasos en el pago de salario y, según denuncias de trabajadores, no se estarían realizando los aportes a la seguridad social de los trabajadores, aunque si se les realizan los descuentos pertinentes en sus ingresos. Esa es una cuestión bastante delicada pero creo que, tratándose de un interventor del Estado, estimo que él sabrá cómo resolver un tema tan delicado como ese.

P. Los directivos desplazados de la conducción del Centro Gallego se reúnen periódicamente con el interventor, ¿reciben información de parte de la intervención o la justicia, están al tanto de la situación económico-financiera y administrativa de la entidad?

R. La junta desplazada quedó sumamente desmembrada, porque, previo a la intervención, el sector que representaba a la minoría había dejado de participar y la realidad es que luego de la intervención muchos miembros de la junta dejaron de participar, con lo cual no ha habido una presencia institucional gravitante y menos para seguir la realidad del  día a día de la entidad.

P. Si cesara la intervención, ¿en qué situación quedaría el Centro, quién se haría cargo de la conducción?

R. Desde el punto de vista legal correspondería que si la intervención cesa por orden judicial, la justicia debe devolver la conducción a la junta desplazada y automáticamente esa junta debería convocar, primero a una asamblea, porque creo que corresponde a esta altura de la historia, que el Centro Gallego tenga un estatuto adecuado a la actual situación que vive el movimiento mutualista y en particular aquel que está dedicado a la salud y luego llamar a asamblea para elegir una nueva junta directiva que se haga cargo de la conducción.

P. ¿Cuáles son las propuestas para el Centro Gallego en el contexto actual?

R. En primer lugar, nosotros creemos que se debe modificar el estatuto; en segundo lugar, que debe haber una conducción de los socios sumamente ágil, compuesta por hombres que demuestren en los hechos coherencia, honestidad y que sean capaces y responsables de llevar adelante el manejo político de la institución.

Lo que tiene que ver el tema estrictamente hospitalario nosotros no creemos que una junta directiva sea capaz de conducir profesionales de hospital y que eso tiene que estar manejado por profesionales bajo la conducción de la junta directiva, sin que ésta se involucre en cuestiones técnicas y profesionales específica. Para eso vamos a seguir el modelo de otras entidades hospitalarias de colectividad como pueden ser los hospitales italiano o el británico. Ambos son entidades mutualistas gerenciados por administradoras hospitalarias.

P. En estas circunstancias, ¿prevén hacer algo o esperan que la justicia o la propia  intervención lo resuelvan?

R. Eso es algo que queremos decidir en el marco de estas reuniones. Una de las propuestas es presentarnos ante la justicia para decirle: acá están los socios del Centro Gallego que quiere retomar la conducción de su entidad y que tienen un plan de gerenciamiento para el hospital, para hacer viable el funcionamiento sin déficit y para hacerse cargo de las deudas legítimas de la entidad.

Hay que tener en cuenta que cuando la intervención entró había 55 millones de deuda y que en la actualidad, según trascendidos, el monto se decaduplicó.

Cuando la interviene una entidad lo hace para normalizarla y sanearla y si no lo logra no cumplió los objetivos, debe hacerse responsable por lo que sucedió durante el proceso de intervención.

P. ¿Han hablado con el interventor, el contador Carlos La Blunda?

R. Sí, hace un mes atrás nos reunimos con él, en calidad de socios. Fue una buena entrevista, nos contó aquellas cosas que podía contarnos, pero bueno se puso a nuestra disposición para poder avanzar en el conocimiento de algunas cuestiones. Nos manifestó sobre sus problemas actuales.

El diálogo fue bueno y entendemos que puede ser una herramienta de trabajo en colaboración forzando una transición de la intervención hacia una situación de restablecimiento de la conducción, pasando por una etapa de conducción compartida para que luego los socios puedan retomar la conducción de la institución.

P. ¿En qué dirección habría que reformar los estatutos?

R. Hay que ponerlos al día, actualizarlos. Tienen muchos años, fíjate que tiene una comisión de representantes integrada por más de doscientas personas, es decir, son estatutos que están hechos para una entidad de 120 mil socios, no de 6 o 7 mil. Una junta directiva de más de 20 personas.

Creo que hay que ponerlos activos y reformularlos para adecuarse a los tiempos actuales en el marco de la ley argentina que regula la mutualidad en el país.

P. ¿Cómo podrían o deberían probar su integridad los candidatos a la conducción?

R. Yo tengo un viejo refrán que dice que al ojo del almacenero no se le escapa un potencial deudor y la verdad es que en la colectividad nos conocemos todos y que nos conocemos demasiado como para no saber quien está por voluntad y es éticamente responsable y quién anda olfateando para ver si puede hacer un negocio personal.

P. ¿Pero no cree que a ese ‘ojo de almacenero’ en el Centro Gallego de Buenos Aires, se le han escapado algunos deudores?

R. Los potenciales deudores no se escaparon, están ahí, solo que no es el momento de hablar de ellos. Ahora hay que hablar del futuro del Centro Gallego, lo que no quiere decir que llegado el momento quien tenga que ver con acciones que se puedan penalizar caiga en manos de la justicia.

Hoy no podemos poner el carro adelante del caballo, porque así no vamos a llegar a ningún lado. Hoy tenemos que pensar en este presente del Centro Gallego y en su futuro, lo que no quiere decir que en futuro no podamos volver a pensar en cómo llegamos a esta situación y quiénes fueron los responsables.