Su colocación remata las obras de restauración de la fachada del edificio

La sede del Centro Galego de Barcelona se hace más visible gracias a la instalación de nuevos rótulos

Tras las obras de restauración de la fachada del edificio en el que se ubica, la sede del Centro Galego de Barcelona acaba de dar un paso más en su modernización exterior y se ha hecho más visible gracias a la instalación de nuevos rótulos, tanto en el portal de entrada como en el balcón.
La sede del Centro Galego de Barcelona se hace más visible gracias a la instalación de nuevos rótulos
CG Barcelona-Nuevo rótulo 3
También se ha colocado un nuevo rótulo en el balcón.

Tras las obras de restauración de la fachada del edificio en el que se ubica, la sede del Centro Galego de Barcelona acaba de dar un paso más en su modernización exterior y se ha hecho más visible gracias a la instalación de nuevos rótulos, tanto en el portal de entrada como en el balcón.

Situado en las emblemáticas Ramblas de la  ciudad condal, en un inmueble histórico catalogado como de Interés Urbano en la relación de bienes de interés del patrimonio arquitectónico de Barcelona, la fachada del Centro acusaba el paso del tiempo, por lo que, tras un período de resolución de trámites y realización de los preceptivos estudios técnicos previos, fue restaurada el mes pasado mediante intervenciones en balaustradas, losas, cornisas y paramentos, además de actuaciones de limpieza y pintura y reparación de desperfectos.

Los citados trabajos han sido ahora completados con la colocación de los nuevos rótulos, una decisión de la Junta Directiva, presidida por Carlos Mandianes, con la que se dota de mayor visibilidad a la sede de la entidad, facilitando su localización y otorgándole una imagen más acorde con el nivel institucional e histórico del Centro, al tiempo que más adaptada a los tiempos actuales, según explican desde la propia entidad.

El Centro Galego de Barcelona se ubica en la conocida como Casa Joan Güell, edificio señorial de 1865, obra de Pere Casany, en el que residió el citado industrial, así como su hijo, Eusebi Güell, mecenas de Gaudí, mientras se realizaban las obras de su nueva residencia, el cercano Palau Güell, diseñado por el autor de la Sagrada Familia.