Representó a la Casa de Galicia en Guipúzcoa en el Consello de Comunidades

Ramón Varela pide seccionar más los temas del pleno, porque “de los problemas de unos centros a otros, las diferencias son notables”

La Casa de Galicia de Guipúzcoa estuvo representada en el pasado pleno del Consello de Comunidades Galegas por Ramón Varela, vocal de la entidad. Después de acudir a seis convocatorias, reconoce que los plenos “son interesantes”, pero les falta “crítica”, y sobre la elección de los asuntos, propone más participación de los centros y que se seccionen más los temas, porque “de los problemas de unos centros a otros, las diferencias son notables”.

Ramón Varela pide seccionar más los temas del pleno, porque “de los problemas de unos centros a otros, las diferencias son notables”
Ramon Varela copia
Ramón Varela Cousillas.

El distrito guipuzcoano de Trintxerpe, en la comarca de San Sebastián, acogió allá por los años 20 y 30 a una importante colonia de gallegos dispuesta a contribuir con su esfuerzo al desarrollo del puerto pesquero más importante de España en aquel momento: el puerto de Pasaia (Pasajes). A mediados del siglo pasado, una nueva oleada de emigrantes, dedicada sobre todo a la construcción (albañiles, pintores, carpinteros…), contribuyó a mejorar los datos demográficos de la zona, ya que, por aquella época, entre el 80 y 90 por ciento de la población de Trintxerpe procedían de Galicia, la mayoría, ligados de una manera u otra al mar. 

Ramón Varela Cousillas, hijo de gallegos, naturales de la localidad coruñesa de Corme, se cuenta entre los referidos, después de que su padre se decidiera a emigrar a Trintxerpe, en 1928, “para trabajar en la mar”. 

Nació en San Sebastián y toda su vida la desarrolló en Euskadi, pero Ramón Varela siempre supo mantener vivo el espíritu del lugar de donde procede, hasta el punto de que su vinculación con la colectividad gallega en la capital guipuzcoana se mantiene todavía activa. Durante ocho años, presidió la Casa de Galicia en Guipúzcoa y hoy ocupa el puesto de vocal de la junta directiva de la entidad, de la que también son socios sus hijos, uno de sus nietos, y su esposa, que, recalca, “no es gallega”.

El pasado mes de diciembre, Varela Cousillas representó como vocal a la Casa de Galicia en el XII Pleno del Consello de Comunidades Galegas, que congregó en Santiago de Compostela a un centenar de representantes de los centros gallegos del exterior inscritos en el ‘Registro de la Galeguidade’.

“Son plenos interesantes, pero me parece que falta algo”, comentó a ‘Crónicas de la Emigración’ en la primera jornada de trabajo el representante de la Casa de Galicia en Guipúzcoa, al tiempo que mostró cierta disconformidad respecto al método de trabajo que se sigue en estos plenos, ya que hay asuntos que interesan mucho a unos y nada a otros y realizó algunas aportaciones sobre lo que más les convendría a los centros repartidos por España. 

“Los plenos, los veo muy continuistas. Hay muy poca crítica por parte de los que acudimos”, aseguró, y, respecto a los asuntos que se abordan, añadió: “Yo creo que antes de presentar las ponencias, los centros deberían mandar opciones sobre los temas a tratar, porque de los problemas de unos centros a otros, las diferencias son notables”.

Su propuesta pasa por seccionar más el trabajo para que se puedan centrar las cuestiones que preocupan a unos y a otros. “Un señor de La Habana tiene un problema que no tenemos en Guipúzcoa y, si bien es cierto que nosotros tenemos que tener comprensión hacia esa gente, hay temas que no nos llegan”. Por ejemplo, los asuntos sobre los que se incidió en esta sesión plenaria: el Xacobeo 2021 y el retorno, “no tienen sentido” para los gallegos en San Sebastián, porque “el Xacobeo ya lo conocen; hay asociaciones de amigos del Camino que ya tienen un protagonismo muy grande y hay grupos que lo hace todos los años”. Otro tanto sucede con el retorno, que tampoco “tiene sentido, porque nosotros estamos a unas horas de coche y el que quiere retornar lo puede hacer sin problema”.

En el caso de las entidades repartidas por España, propone que se aborden más cuestiones que contribuyan a “potenciar Galicia”, como es el caso del turismo. Pero “de eso no se habla”, denuncia. Al respecto, incide en la importancia de distribuir entre las entidades folletos publicitarios sobre la oferta disponible, porque, según sostiene, son muchas las personas que se acercan a la Casa para recabar información al respecto.

Asimismo, se deberían utilizar estas instituciones para servir de lugar de acogida de actos que tengan que ver con la proyección de Galicia. A modo de ejemplo, alude a la presentación de películas gallegas con motivo de la celebración del Festival de Cine de San Sebastián, que si bien es cierto que algunas productoras hacen uso de las instalaciones para presentar el filme, otros no lo hacen así. 

“Sería bueno que los gallegos que van a San Sebastián sepan que hay un sitio en el que les podemos ayudar”, dice, por lo que anima a “buscar ese tipo de colaboración” de las entidades en la proyección de Galicia, una comunidad a la que se siente muy unido, a pesar de haber nacido en Euskadi. Tanto que viaja todos los veranos a Corme, donde compró un piso y a donde acude con frecuencia con su esposa, sus hijos y nietos.

“Mis amigos vascos me llaman gallego y cuando voy a Corme me llaman vasco”, asegura Varela, quien participó en los últimos seis de los doce plenos del Consello celebrados hasta la fecha: estuvo en los tres de Galicia y en los de Buenos Aires, Montevideo y La Habana, en algunos, como presidente y en otros, como es el caso de este año, como vocal.

Respecto a la actividad de la entidad asociativa de la que forma parte, que cuenta con 250 socios, destaca las tertulias literarias, las clases de gaita, la celebración de las tradiciones gallegas, como el magosto, las catas de productos gallegos y las actividades gastronómicas, hasta el punto de que cuentan con una sociedad gastronómica para ensalzar el potencial de las artes culinarias en una zona, Euskadi, donde el gusto por el comer impera tanto como en Galicia.