El presidente Feijóo resalta el esfuerzo de las comunidades gallegas para integrar a las generaciones más jóvenes

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, destacó el esfuerzo de las comunidades gallegas para integrar a las generaciones más jóvenes en los centros galegos y en sus directivas e hizo un llamamiento para que la Galeguidade sea una fuerza importante en el mundo que nos toca vivir.

Durante la apertura del XI Pleno del Consello de Comunidades Galegas, Feijóo afirmó que, al igual que en los Consellos precedentes de Montevideo y de Santiago de Compostela, la celebración de este acto en el histórico palacio del Centro Gallego de La Habana, pone de manifiesto que “la Galeguidade está viva y que queremos que lo siga estando por mucho tiempo”. E insistió en la idea de que galeguidad y modernidad no están reñidas, sino que son complementarias y se enriquecen mutuamente. “Si los hijos y nietos –aseguró– no sienten la galleguidad igual que ustedes no tendremos capacidad para subsistir en el siguiente siglo, ni siquiera para acabar este”.

Subrayó que este esfuerzo debe extenderse también a la unión entre las entidades gallegas que conviven en un mismo espacio territorial y aludió a Curros Enríquez, que vivió y murió en La Habana y ya alertaba de la división.

El presidente de la Xunta hizo referencia a la historia de la relación entre Galicia y Cuba, una relación que comenzó cuando Martín Alonso Pinzón llegó a la villa pontevedresa de Baiona para anunciar el descubrimiento de América. “Galicia fue la primera tierra que conoció el nuevo mundo y desde entonces se estableció un vínculo indestructible entre Cuba y Galicia”. “En ese momento ­–continuó Feijóo– esta isla se convirtió en algo legendario y quiero pensar que aquí reside una de las causas de la atracción que América y Cuba ejerce sobre nuestro pueblo. Una atracción que sigue vigente y que el presidente de la Xunta siente en este palacio del antiguo Centro Gallego de La Habana”.

Feijóo recordó que mientras que otras comunidades se inclinan por permanecer al margen de las naciones que las reciben, la gallega opta por ser un ingrediente más. “Los gallegos no llegamos para conquistar sino para cooperar, compartir y ser parte integrante de las sociedades que nos acogen. Los gallegos no estamos simplemente en América; somos América”, aseveró, afirmando que todas las comunidades presentes en este acto supieron mantener el arraigo con el lugar de donde proceden, sin por eso ser extraños en La Habana, Caracas, Montevideo, Buenos Aires, São Paulo, México o cualquier otro hogar de la emigración gallega.

“Galicia nunca tuvo un imperio, pero todos sus hijos la llevaron consigo a los lugares más apartados, haciéndola presente y actuante. Hay unas naciones unidas que se forman a través del vínculo que establecen los gallegos, y que se ponen de nuevo de relieve en esta reunión”, manifestó.

Como muestra de esto, el presidente de la Xunta afirmó que en cada eslabón de la historia cubana está la huella de Galicia: “En los muros de este palacio del antiguo Centro Gallego de La Habana, la historia cubana y la gallega se mezclan para formar un hermoso encaje. Si escuchamos con atención, aún podemos sentir el eco que llega desde 1907, cuando se interpreta por primera vez el Himno Gallego, o las conversaciones interminables de gallegos que recreaban con palabras los paisajes de Pontedeume, Ribadeo, Lalín, Culleredo u Ourense”, recordó.

Así mismo, se referió también al reciente mensaje que pronunció el pasado mes de marzo el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, en este mismo lugar, poniendo fin a un desencuentro estéril e injusto. Un mensaje que, según afirmó, es consecuencia de una cadena de acontecimientos en los que también los gallegos tenemos mucho que ver. En este punto, Feijóo recordó los encuentros de un gallego de Manatí, el presidente Manuel Fraga, y un gallego de Láncara, el presidente Fidel Castro, que iniciaron en 1991 un “diálogo prometedor”. “La visita a Cuba del presidente Fraga y su encuentro con Fidel Castro marcó una pauta que, en aquel entonces, no todos entendieron”.

Feijóo incidió en que recintos como este palacio en el que se reúnen estos días las comunidades gallegas, no son una muestra de ostentación, sino de compromiso, ya que la misma colonia que patrocinaba en Galicia escuelas o centros recreativos, se unía en Cuba para crear un monumento incomparable que desafía el paso del tiempo; “los gallegos querían para La Habana un palacio que reflejase la grandeza de la ciudad e hiciera justicia a esa hermosura”, afirmó.

El titular de la Xunta concluyó su intervención pidiendo a la ministra de Justicia de Cuba, María Esther Reus, que le traslade al presidente Raúl Castro el mensaje de que “creemos en Cuba porque somos gallegos”. “Nuestra relación viene de lejos y avanzará también muy lejos”, sentenció.

El presidente concluyó su intervención asegurando que regresaba a Galicia como el navegante que llegó a Baiona para decirle al pueblo gallego que “aquí tienen una parte de nuestro corazón” que está latiendo muy fuerte. “¡Viva Cuba, viva España y viva Galicia!”, concluyó Feijóo entre los aplausos de los asistentes a este XI Pleno del Consello de Comunidades Galegas.

Además de Feijóo, presidieron el acto de apertura del XI Pleno del Consello de Comunidades Galegas la ministra María Esther Reus; el embajador de España, Juan Francisco Montalbán; el secretario xeral de Emigración de la Xunta, Antonio Rodríguez Miranda; y el director general de Migraciones, Aurelio Miras Portugal, entre otras personalidades.