SANTIAGO CAMBA Y MARISOL SONEIRA PRONOSTICAN UNA PARTICIPACIóN EXTERIOR ENTRE EL 5 Y EL 8%

PPdeG y PSdeG auguran una “caída abrupta” de sufragios de la diáspora

La reforma electoral aprobada en el Congreso a principios del pasado año con el establecimiento del voto rogado supondrá una “caída abrupta” de papeletas emitidas desde la diáspora en las elecciones autonómicas del 21 de octubre si se cumplen los augurios de PPdeG y PSdeG, que trabajan en el exterior para concienciar de la “importancia” de ejercer este derecho. El BNG, muy crítico con lo que ve “un mercadeo de votos”, opta por mantenerse al margen y confía en que el sufragio emigrante “no sea determinante”.
PPdeG y PSdeG auguran una “caída abrupta” de sufragios de la diáspora
Santiago Camba y Marisol Soneira.

La reforma electoral aprobada en el Congreso a principios del pasado año con el establecimiento del voto rogado supondrá una “caída abrupta” de papeletas emitidas desde la diáspora en las elecciones autonómicas del 21 de octubre si se cumplen los augurios de PPdeG y PSdeG, que trabajan en el exterior para concienciar de la “importancia” de ejercer este derecho. El BNG, muy crítico con lo que ve “un mercadeo de votos”, opta por mantenerse al margen y confía en que el sufragio emigrante “no sea determinante”.

En declaraciones a Europa Press, tanto el dirigente popular Santiago Camba como la socialista Marisol Soneira han alertado de los efectos “negativos” del voto rogado en los próximos comicios, en los que están llamados a votar 397.284 electores gallegos residentes en el exterior. PP y PSOE son partidarios de cambiar la norma y eliminar la necesidad de rogar el voto, tras constatar que la participación en estas autonómicas no superará el 8 por ciento.
“El Gobierno gallego nunca estuvo de acuerdo y hemos sido muy críticos con la inclusión de esta medida”, ha señalado Camba, también secretario xeral de Emigración en la Xunta, quien admite que en el PSOE también hubo “voces críticas” a este respecto cuando se aprobó la modificación. Entiende, sin embargo, que la reacción de los socialistas, entonces con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Ejecutivo, fue “más bien tibia”.
El dirigente popular ha enfatizado que los “temores” sobre la caída abrupta de la participación de la diáspora están avalados por los resultados de las últimas generales, un extremo en el que coincide la socialista Marisol Soneira, quien coloca también sobre la mesa las reticencias del PSdeG hacia el voto rogado.
Ambos dirigentes coinciden en que diversos factores, como la implicación de la diáspora gallega, situará la participación por encima de lo ocurrido en las generales y sus cálculos son similares: Camba pronostica que el voto efectivo se situará entre un 5 y un 6 por ciento, mientras que Soneira sostiene que en ningún caso superará el 8 por ciento.
Las dos previsiones quedan lejos de las cifras registradas en los anteriores comicios gallegos de 2009, cuando la emigración emitió casi 100.000 votos válidos, elevando su participación a cerca del 30 por ciento. En esta ocasión, además, el escrutinio del voto emigrante redujo la mayoría absoluta que Feijóo obtuvo la noche del 1 de marzo de 39 a 38 diputados, arrebatándole un diputado por Ourense que recayó en el PSOE.
Al margen de las dificultades de tramitar la petición de voto y de los retrasos que puede registrar la documentación, Soneira ha manifestado sus “dudas” acerca de un sistema que daba por hecho “un voto segurísimo”. “Han hecho recaer la responsabilidad en los consulados, donde no hay ni interventores ni apoderados. Yo creo que los funcionarios son todos honrados, pero no es votar en urna, no se hace un escrutinio allí”, ha alegado.
Tras insistir en que los votos se depositan y se envían “en sacos” que, en ocasiones, “incluso se han roto”, ha asegurado que “cruza los dedos para que no ocurra ninguna cosa rara” porque entonces “se volverá a poner en cuestión el voto emigrante”. “Seguridad no hay ninguna”, ha sentenciado.
Por su parte, Santiago Camba ha manifestado su “confianza plena” en los funcionarios de los consulados y ha subrayado la importancia de concienciar a la diáspora de la importancia de ejercer su derecho. “Nosotros intentamos convencer a la gente de que deje de lado su cabreo y que no ruegue el voto, que lo exija”, ha apuntado Soneira, en la misma línea.

“Que no sea determinante”
En cuanto al BNG, desde sus filas, Montse Prado confía en que el voto emigrante “no determine el resultado electoral en Galicia”. “No sería bueno que esto ocurriese”, ha aseverado la dirigente nacionalista que, a diferencia de PSdeG y PPdeG, sí valora como un “avance”, aunque “insuficiente”, la última reforma de la ley electoral que introdujo el voto rogado.
Según ha explicado, la formación nacionalista “no va a hacer un despliegue” en el exterior en un contexto de crisis y ve “poco edificante” la actitud adoptada “por otras fuerzas políticas” al respecto. “No creemos que ese sea el camino”, ha remarcado, antes de manifestar que, mientras se busca el voto emigrante, otras personas que sí están “directamente vinculadas” con la comunidad pero residen fuera “temporalmente”, como por ejemplo estudiantes, se topan con múltiples “dificultades” para ejercer el voto.
Sobre el rechazo del PPdeG y PSdeG al voto rogado, la dirigente del BNG admite “sorpresa” por el hecho de que fuerzas políticas “democráticas” estén dispuestas “a que se pueda seguir emitiendo voto sin ningún tipo de garantías”. “Lo que no vamos a hacer en ningún caso es mercadear votos o jugar con los sentimientos de personas como están haciendo otras fuerzas políticas”, ha zanjado.
Soneira ve “un error” la postura del BNG, como también Santiago Camba, quien reprueba, además, que los nacionalistas utilicen el término “mercadeo”, algo que “hay que demostrar”. “Yo al BNG, como Pío Baroja, le diría que los nacionalismos se curan viajando”, ha subrayado el popular, quien ha incidido en que, en cualquier caso, los emigrantes “saben que no es un partido que sea alternativa”.