Titulada ‘Si no vuelves y si te pierdes’, está compuesta por acrílicos sobre lienzo

El pintor lucense Jorge Espiral recrea sus temas predilectos en la Casa de Galicia en Madrid

Bajo el título de ‘Si no vuelves y si te pierdes’, el pintor lucense Jorge Espiral presenta en la Casa de Galicia en Madrid una muestra de su obra compuesta por acrílicos sobre lienzo montados sobre polípticos en los que recrea sus temas predilectos. La exposición puede visitarse hasta el próximo día 31.

El pintor lucense Jorge Espiral recrea sus temas predilectos en la Casa de Galicia en Madrid
Presentación, con público
Presentación de la muestra, con público.

Bajo el título de ‘Si no vuelves y si te pierdes’, el pintor lucense Jorge Espiral –nombre artístico de Jorge López Pérez– presenta en dos de las salas de la Casa de Galicia en Madrid una muestra de su obra compuesta por acrílicos sobre lienzo montados sobre polípticos en los que recrea sus temas predilectos: toreros, meninas, boxeadores y bodegones de objetos cotidianos, entre otros. La exposición puede visitarse hasta el próximo día 31.

En representación del delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega, la muestra y el autor fueron presentados por el coordinador de Actividades Culturales de la Casa, Ramón Jiménez, quien apreció que el pintor, “que se califica a sí mismo, con todo orgullo, como local”, con esta exposición se está convirtiendo en “nacional”. Explicó que el título alude a la posibilidad de que algún cuadro no vuelva a casa después de la exposición y afirmó que las pinturas de Jorge Espiral “son alegres, divertidas, graciosas y sobre todo muy inteligentes” y que para entenderlas hay que leer los títulos que las acompañan “y entonces sonreiremos con los guiños, con los juegos de palabras, con la brillantez de las ideas que contienen”. Añadió que el pintor posee “un estilo propio, reconocible”, entre la figuración y la abstracción.

“Salgo del mundo del cómic allá por los años 80 y empiezo a exponer. Convierto al torero en el epicentro de mi pintura, lo redescubro a través de Solana, Ceesepe, Picasso, Javier de Juan, pero mi torero no torea. Cada vez está más en la barra de los bares que en la barrera de las plazas de toros, no sale a hombros, al contrario, es un perdedor. Hago guiños al mundo del cine y del cómic, mis montajes recuerdan a las viñetas y a los fotogramas, realizo series homenajeando al cine –Bailando con toros, Toritos negros fritos, Nueve reinas, Nacido el 7 de julio– y me convierto en un francotirador en la ventana de lo hispano”, expuso el pintor sobre sí mismo y su obra.

“Redescubro el bodegón y mis naturalezas nunca son muertas, al contrario, vivitas y coleando, y sigo contando historias con mis bodegones que humanizo y la cafetera se convierte en mamá, el tío Pepe en su marido, el sifón en el abuelo, el anís del mono en el tío y las tazas, vasos y catavinos en primos y sobrinos y con ellos realizo la serie de tíos, primos y demás familia. Sigo jugando y convierto las tazas en equilibristas cuando se amontonan antes de fregar. Pinto meninas cada vez más rotundas, casi escultóricas y mis boxeadores son cada vez menos agresivos y más juguetes del pim pam pum”. “Pinto pintaores y ladrones de cuadros (mis cuadros dentro de mis propios cuadros) siempre sin dejar de jugar y de contar en un cuadro lo que deje de contar en un tebeo”, añadió sobre su temática.

Jaureguizar, prologuista del catálogo, nos descubre que “Jorge Espiral pinta de noche y en solitario”. “Jorge sabe pintar en la soledad artificiosa de quien se aísla para crear y en la oscuridad mentirosa de la luz artificial, pero siempre está acompañado y sus cuadros nunca renuncian a los colores de la luminosidad”, expone.