La exdirectora de la Fundación Galicia Emigración destaca su “proximidad”

Pilar Pin: “Amarelo dio forma institucional a las relaciones con la Galicia exterior”

La labor de Amarelo de Castro al frente del departamento de emigración de la Xunta es reconocida también por políticos adversarios del PP, partido en el que militó el secretario xeral para as Relacións coas Comunidades Galegas. Es el caso de Pilar Pin, quien dirigió durante el gobierno de Emilio Pérez Touriño la Fundación Galicia Emigración, organismo que se creó durante la etapa de Aurelio Miras Portugal como conselleiro de Emigración para implicar a los empresarios y agentes sociales en la ayuda a gallegos en países en crisis, como fue el caso de Argentina en tiempos del corralito.

Pilar Pin: “Amarelo dio forma institucional a las relaciones con la Galicia exterior”
Pilar Pin
Pilar Pin.

La labor de Amarelo de Castro al frente del departamento de emigración de la Xunta es reconocida también por políticos adversarios del PP, partido en el que militó el secretario xeral para as Relacións coas Comunidades Galegas. Es el caso de Pilar Pin, quien dirigió durante el gobierno de Emilio Pérez Touriño la Fundación Galicia Emigración, organismo que se creó durante la etapa de Aurelio Miras Portugal como conselleiro de Emigración para implicar a los empresarios y agentes sociales en la ayuda a gallegos en países en crisis, como fue el caso de Argentina en tiempos del corralito.

Pilar Pin, quien asegura no haber tenido contacto directo con Amarelo, sí reconoce que durante el tiempo que éste estuvo al frente de la Secretaría Xeral para as Relacións coas Comunidades Galegas “abrió caminos” para los que “institucionalmente” tuvieron responsabilidades después, como fue su caso.

Pin, quien también ocupó el cargo de directora general de la Ciudadanía Española en el Exterior durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, asegura que Amarelo “dio forma institucional a las relaciones con la Galicia exterior”.

Además, durante sus viajes al exterior, pudo comprobar el afecto de la colectividad hacia el que fue responsable de las políticas de emigración de la Xunta durante doce años y asegura que “la gente tenía buenos recuerdos de él”. En los encuentros que mantenía con la diáspora le hacían referencia a su persona y a sus proyectos y es por eso que percibió sobre todo la sensación de “proximidad” que desprendía este hombre que “era muy cercano”, concluye.