JORGE SUANCES, SUBDIRECTOR XERAL DE PROGRAMAS DE FOMENTO DE ESTILOS DE VIDA SAUDABLES

“Nuestro plan de vida sana nos lleva a intervenir en la escuela y también en la familia”

Comer sano es sinómino de vida saludable y eso a cualquier edad. Sin embargo, es en la etapa infantil cuando se deben comenzar a crear hábitos orientados a evitar enfermedades crónicas derivadas de una mala alimentación, como pueden ser la diabetes o los problemas cardiovasculares.

“Nuestro plan de vida sana nos lleva a intervenir en la escuela y también en la familia”
Jorge Suanzes Hernández, subdirector xeral de Programas de Fomento de Estilos de Vida Saudables, da Consellería de Sanidade.
foto xoán crespo
29/09/14
Jorge Suanzes, subdirector xeral de Programas de Fomento de Estilos de Vida Saudables, da Consellería de Sanidade.

Comer sano es sinómino de vida saludable y eso a cualquier edad. Sin embargo, es en la etapa infantil cuando se deben comenzar a crear hábitos orientados a evitar enfermedades crónicas derivadas de una mala alimentación, como pueden ser la diabetes o los problemas cardiovasculares. El subdirector xeral de Programas de Fomento de Estilos de Vida Saudables, Jorge Suances, explica algunas de las recomendaciones de la Consellería de Sanidade para educar en estas prácticas, porque de lo que se trata es de propiciar “un cambio de valores” en este apartado.

Ingerir alimentos frescos, bajos en grasa y sal y evitar los preparados y productos industriales es el reto de la Subdirección Xeral de Programas de Fomento de Estilos de Vida Saudables, que difunde, a través del programa ‘Xente con vida’ (www.xenteconvida.sergas.es), una serie de recomendaciones para aquellos que cada vez se preocupan más por la salud de los suyos. En el caso de los niños, los consejos se engloban dentro del programa ‘Xermola’, destinado a prevenir la obesidad infantil, que afecta a un 30% de la población gallega con edades comprendiddas entre 6 y 14 años, según asegura el subdirector xeral del departamento, Jorge Suances.
Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos que se plantean en la Subdirección Xeral para prevenir la obesidad infantil?
Respuesta. En los últimos 50, 75 e incluso 100 años, se han producido cambios en la forma de morir. Cada vez vivimos más y nuestro entorno da prevalencia a hábitos de vida que acaban produciendo enfermedades crónicas (como diabetes o enfermedades cardiovasculares) que nuestro sistema sanitario está tratando de paliar.
La cronicidad es un tema complejo y caro. Hay factores de conducta en los que se puede incidir desde el momento del nacimiento y conseguir que sean favorables para evitar adultos con obesidad.
El 31% de los niños de entre 6 y 14 años son potenciales obesos y el objetivo es conseguir aminorar este impacto en la edad adulta, ya que puede derivar en problemas como la diabetes, las cardiopatías o el cáncer. Hay que disminuir la prevalencia de niños con este problema.
Galicia centra sus inversiones en la salud; la salud pública juega un papel importante, promocionando una alimentación saludable, la actividad física, y lanzando mensajes para evitar el consumo de tabaco y alcohol y conseguir un futuro mejor, empezando por los niños que en la sociedad actual son un bien escaso.
P. ¿Qué es lo que más influye en la obesidad infantil?
R. Las causas no es fácil analizarlas. Influyen un conjunto de factores, como la predisposición genética, sobre la que actúan otros condicionantes, y otros de carácter externo. El caso es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya califica la obsesidad como enfermedad y nuestra intención se basa en promover un modelo consistente en gastar más de lo que se ingiere, porque eso activa nuestra vida.
El ambiente también influye, así como los factores económicos, por no hablar de la aparición de alimentos hipercalóricos con mal balance nutricional que son un problema para la salud y originan gran cantidad de enfermedades en el futuro: hipertensión, inflamación coronaria, muerte súbita, hepatitis, pancreatitis, diabetes y problemas en los huesos.
P. Cuando la obesidad obedece a motivos genéticos, ¿cabe pensar que es difícil de evitar?
R. La genética es difícil de modificar, pero en esos casos hay que optar por recetas saludables. Todo se puede modificar, salvo casos muy extremos. Es probable que haya niños que haciendo una dieta desequilibrada y llevando vida sedentaria no tengan problemas. Otros, por el contrario, haciendo dieta saludable y ejercicio no llegan a esos valores, pero si se compaginan los factores externos, se va a conseguir evitar los problemas asociados a la obesidad. 
P. ¿Cuándo comienzan a sufrirse los primeros problemas derivados de la obesidad infantil?
R. Existen síntomas que ya aparecen en la edad joven, pero sobre todo a partir de los 25 o 30 años es cuando pueden detectarse los casos más preocupantes, con problemas de hipertensión o diabetes del tipo 2, que causan enfermedades cardiovasculares.
Nuestro plan es más ambicioso y va orientado a buscar un cambio de valores entre jóvenes y adultos. Intervenimos en la escuela, introduciendo menús más saludables en los comedores, y tratamos de que los menores se adecúen a unas pautas alimentarias más aconsejables, y también buscamos eso mismo en la familia para que los niños sean más sanos. Si somos exigentes, la oferta de recursos alimentarios de que disponemos tendrá que aumentar para responder a la demanda de los padres.
P. ¿Cuál es el perfil del niño gallego con obesidad?
R. A través del Plan Xermola sobre obesidad infantil se realizó un estudio con más de 7.000 niños gallegos entre 6 y 15 años. Sentíamos la necesidad de tener una foto de lo que pasaba con nuestros niños y se les pesó, se les talló y se les hizo una encuesta. El resultado fue que un 24,9% de ellos tenía sobrepeso y un 8,2% sufría de obesidad. El estudio también desveló que entre las niñas es ligeramente mayor el sobrepeso, mientras que en los niños es algo mayor la obesidad. Pero estos datos apenas son relevantes.
P. ¿Y dónde es mayor la incidencia, en el medio rural o en el urbano?
R. Hoy en día hay pocos niños en el medio rural y las comunicaciones hacen que aunque existan familias que viven fuera, las comunicaciones con la ciudad son importantes.
P. Si comparamos estos datos con los que se obtienen en otras comunidades autónomas, ¿a qué conclusión se llega?
R. Estamos en los valores que cabe esperar en una sociedad desarrollada. Probablemente seamos la única comunidad que tiene datos de una encuesta con esta potencia. Por eso, es difícil de comparar, pero de los datos del Estado se desprende que las cifras de niños con problemas de obesidad ronda el 40 por ciento.