Navegar en las Rías Baixas

Si buscas aguas navegables todo el año, playas idílicas siempre soñadas y mar con todos los tonos de color, desde el verde esmeralda hasta el azul zafiro, no tienes que desplazarte muy lejos... el destino está claro: las Rías Baixas! Te proponemos una ruta para hacer en barco, donde podrás descubrir todo lo que encierra la Galicia Marinera, paisajes inéditos, un Parque Nacional, villas turísticas y pueblos con sabor a mar.

Navegar en las Rías Baixas
Ría de Vigo
La isla de San Simón, al fondo, en la ría de Vigo.

Si buscas aguas navegables todo el año, playas idílicas siempre soñadas y mar con todos los tonos de color, desde el verde esmeralda hasta el azul zafiro, no tienes que desplazarte muy lejos... el destino está claro: las Rías Baixas!
Te proponemos una ruta para hacer en barco, donde podrás descubrir todo lo que encierra la Galicia Marinera, paisajes inéditos, un Parque Nacional, villas turísticas y pueblos con sabor a mar.
Nuestro punto de partida es Baiona, uno de los principales focos turísticos de las Rías Baixas, declarada Conjunto de Interés Histórico y Monumental, con un ambiente de carácter marinero en sus casas blasonadas, iglesias, pazos y monumentos, como el de la Virgen de la Roca. Posee una amplia gastronomía y una oferta hotelera que va desde el Parador Nacional Monterreal, hasta diversos campings.
Tanto el Puerto Deportivo de Monterreal, como el Puerto Deportivo de Baiona, ambos con bandera azul, te ofrecen amarres o la posibilidad de chartear barcos de vela o a motor. De su bahía partimos diciendo adiós a las Islas Estelas hacia el interior de la ‘Ría Cosmopolita’. 
La Ría de Vigo, amplia rada de aguas tranquilas gracias al amparo del gran cancerbero que son las Islas Cíes. Tendremos por la proa quince millas de aguas calmas y la urbe más grande de Galicia, Vigo.
Ciudad cosmopolita, con más de 300.000 habitantes, es la zona empresarial por excelencia de la comunidad. Conjuga su tradición marinera en su casco antiguo, donde se pueden degustar las delicadas ostras en el Mercado da Pedra, con edificios del s. XIX de la burguesía viguesa e importantes museos. Su puerto, es uno de los mayores complejos logísticos y empresariales de Europa.
Si continuamos hasta cruzar el Estrecho de Rande, conoceremos la ensenada e isla de San Simón, pasando entre el olor a brea de las bateas mejilloneras.
La elección de amarrar en la ría viguesa, por lo amplio y variado de la oferta, resultará difícil. En la cara norte, tres puertos deportivos: dos de pueblos marineros, Cangas do Morrazo, de arquitectura popular marinera como la “casa de patín” y nobles edificios blasonados, o Moaña, con numerosos yacimientos arqueológicos, y el tercero, el tranquilo puerto de San Adrián de Cobres.
Nuestra siguiente singladura nos lleva a la joya de la ría de Vigo, las Islas Cíes, pertenecientes al Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. En ellas tendremos la posibilidad de fondear en la que es considerada una de las mejores playas del mundo, según el diario británico ‘The Guardian’, la playa de Rodas. Y mucho más, las islas de los dioses son para sentirlas, vivirlas y maravillarse.
Por la boca norte, entre los acantilados de la Costa da Vela, entraremos en la ‘Ría Serena’, la Ría de Pontevedra, donde se encuentra la villa turística de Galicia por excelencia: Sanxenxo. Su Marina Juan Carlos I, con bandera azul, es, sin duda, una de las mejores de España. Sanxenxo es la puerta por mar de grandes playas de las más variadas características, urbanas como Silgar, Baltar, Caneliñas o más tranquilas como Areas, Montalvo, Major y A Lanzada. Todas ellas destacan por la calidad de sus aguas y servicios, convirtiendo a Sanxenxo en el municipio con más banderas azules de España desde el año 2004 hasta la actualidad. Se trata de una villa que además del bullicioso turismo, te ofrece mucho más, paisajes, arte, gastronomía, etc. Pero si lo que buscas es pueblos pesqueros tradicionales, un par de millas hacia el interior de la ría, no puedes dejar de visitar Combarro, agrupamiento tradicional marinero, declarado Conjunto de Interés Artístico y Pintoresco que cuenta con más de sesenta hórreos al borde del mar.
Al comienzo de la ría nos encontramos con la capital, Pontevedra. Villa de origen romano, donde el granito se hace arte a tiro de piedra con un casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico, posee bellísimas calles asoportaladas que conducen a un sinfín de plazas con encanto, importantes monumentos civiles y religiosos como la pintoresca iglesia de la Peregrina con una planta en forma de concha de vieira, o la bella Basílica de Santa María la Mayor.
La Ría de Pontevedra merece más jornadas de visita para fondear y tomar el sol en cualquiera de sus playas o arrumbar a la Isla de Ons, hermana en el Parque Nacional, de las Cíes, y degustar un magnífico pulpo o pasear por sus caminos.
También merece una visita el pueblo de Bueu, otro pueblo marinero, con restos de fábricas de salazón y que cuenta con el museo Massó, uno de los más importantes de la Península en lo que se refiere a cultura marinera.
Nuestro siguiente destino es la ‘Ría Bonita’, Arousa. Es la ría más extensa y grande del mundo con una longitud de 33 kms. y un sinfín de islas, playas, ensenadas y pueblos que visitar. Es parte del corazón de la Galicia más marinera y cuna de ese oro convertido en vino, el Albariño.
En ella encontramos el municipio de O Grove, que además de una gran oferta hotelera y su prestigiosa Isla de La Toja, contiene el humedal más valioso de Galicia donde se reúnen multitud de especies en el transcurso de las migraciones. Es aquí donde se celebra la afamada Fiesta del Marisco, de Interés Turístico Nacional, donde cada año acuden miles de personas de todo el mundo. 
Siguiendo la costa, nos encontramos con Cambados, villa de pazos señoriales, con un conjunto histórico artístico muy bien conservado y destacadas iglesias. Al lado, Vilanova de Arousa posee un recién estrenado puerto deportivo con bandera azul, cuna de Don Ramón Mª del Valle-Inclán, con un museo y una ruta dedicados a este escritor. Más adelante, Vilagarcía de Arousa, tierra de nobles y aristócratas, como así lo demuestra su patrimonio arquitectónico con bellos pazos, un interesante Museo del Ferrocarril y un puerto deportivo ideal para el invernaje de barcos en el agua.
Si nos adentramos al comienzo de la ría, en la desembocadura del río Ulla aparecen las Torres del Oeste, creadas para la defensa contra los ataques de piratas vikingos, normandos y sarracenos en su intento por conquistar Santiago de Compostela. En ellas se celebra en famoso Desembarco Vikingo y su romería, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional.
Son tantos sitios por descubrir que necesitaríamos infinito espacio para detallarlos. El mar de las Rías Baixas que encandiló poetas y trovadores, sigue enamorando a quien lo visita y navega. No lo dudes, descubre y navega la mar de las Rías Baixas.