El ex secretario xeral pone el acento en la necesidad de derogar el voto rogado

Miranda asegura que lo ocurrido el 12-J evidencia el interés de los gallegos del exterior por votar

La participación de los gallegos en el exterior en la cita electoral del 12-J, aunque baja, evidencia lo importante que es votar para los gallegos del exterior, pese a las trabas. “Aunque haya muchas dificultades, la gente trata de participar por encima de todos los obstáculos” para “ayudar a configurar” la voluntad de los ciudadanos de Galicia, que “estaría incompleta si no participan los gallegos del exterior”, aseguró a ‘Galicia en el Mundo’ Antonio Rodríguez Miranda.
Miranda asegura que lo ocurrido el 12-J evidencia el interés de los gallegos del exterior por votar
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Antonio Rodríguez Miranda –en el centro– siguió el recuento del voto exterior en Pontevedra el pasado lunes.

La participación de los gallegos en el exterior en la cita electoral del 12-J, aunque baja, evidencia lo importante que es votar para los gallegos del exterior, pese a las trabas. “Aunque haya muchas dificultades, la gente trata de participar por encima de todos los obstáculos” para “ayudar a configurar” la voluntad de los ciudadanos de Galicia, que “estaría incompleta si no participan los gallegos del exterior”, aseguró a ‘Galicia en el Mundo’ Antonio Rodríguez Miranda, responsable del departamento de Emigración de la Xunta durante los últimos ocho años.

El recuento del voto exterior, una semana después de la celebración de las elecciones en Galicia, concedió al Partido Popular un diputado más por la provincia de Pontevedra, con lo que la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo rompió su techo de los 41 diputados que había alcanzado en las dos legislaturas anteriores. Sin embargo, “el resultado electoral se conforma con la totalidad de los votos de Galicia”, asegura el ex secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, quien añade: “Los resultados estaban en ese momento en una determinada matemática para cada partido, y si le unimos un bloque más, se conforma definitivamente el resultado”. 

Pero eso no significa que el voto exterior diera o quitara un diputado a ningún partido, sino que “dio o quitó en la misma medida que el resto del voto de Galicia”, aclara Miranda, quien reconoce que el recuento a posteriori ayuda a visualizar más la aportación de la diáspora a unos comicios. Y eso, a su juicio, “es bueno porque visibilizó que, en circunstancias tan difíciles, los residentes en el exterior quieren participar y quieren decidir sobre los asuntos de su tierra”. 

El hecho de que una cosa así ocurriera “en un año tan complicado y tan duro como este” pone en evidencia que “para los gallegos del exterior, el poder votar es algo muy importante” y que “tratan de participar por encima de todos los obstáculos”, insiste Miranda, para quien, de alguna manera, se demuestra que quieren contribuir a conformar la “voluntad” del pueblo gallego incluso “en las peores condiciones”. 

Por eso, a su entender, lo ocurrido debe llevar a reflexionar sobre la necesidad de cambiar el voto rogado para que los electores en el exterior puedan votar “de la manera más parecida posible a los ciudadanos que están en el territorio” y que “esa participación sea más elevada”. No porque sea importante el número, que ya “se demostró” que no es necesario para influir en el resultado, aclara, “si no por la necesidad de saber que están ahí y se les dé una participación digna”.

El ex secretario xeral de Emigración vuelve a dejar clara la importancia de que ese voto tenga “la máxima transparencia”, pero sea a la vez “sencillo, cercano y posibilite la participación en la medida en que la gente lo quiera hacer”.

Conocedor de los procesos electorales, Miranda reconoce las dificultades que se presentaron en esta ocasión para ejercer el derecho al voto desde el exterior, no obstante, también insta a las instituciones del Estado a que examinen con detalle “qué fue lo que ocurrió en este proceso”, porque, si bien es cierto que existían problemas y estos se pusieron en evidencia en mayo, el transcurrir de los meses debió de servir para tratar de reparar algunas anomalías. Porque “se vio que hubo muchos fallos de funcionamiento, dijo, y continuó: “Si sabemos que hay esa dificultad, hay que ir tratando de repararla, entre correos y la representación diplomática en el exterior”, apostilla. 

De lo que se trata ahora es de “buscar soluciones” para evitar que esos fallos “se repitan” si se dieran otra vez las mismas o similares circunstancias.

Como ya hizo en otras ocasiones, Miranda insiste en que el haber sido secretario xeral de Emigración fue para él “un auténtico privilegio” y se mantiene a disposición de lo que el presidente Feijóo decida y de la valoración que hagan los gallegos en el exterior de su trabajo. “Espero que estén razonablemente satisfechos”, dijo, pero, sobre todo, apostilló, lo importante es que “tengan en cuenta que su tierra está permanentemente pendiente de ellos”.