La Casa de Galicia en Madrid acogió la presentación de la convocatoria ‘O Monte Vivo’

La Asociación Sectorial Forestal Galega y la organización profesional de selvicultores de Galicia Silvanus han presentado este jueves en la Casa de Galicia en Madrid los resultados del Proyecto LIFE ‘O Monte Vivo’, que han venido ejecutando en los años 2011 y 2012, conjuntamente con la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia.

Se trata de uno de los Proyectos LIFE Comunicación, cofinanciado por el Instrumento Financiero LIFE + de la Unión Europea, y que ha tenido como principal objetivo el aumentar la sensibilización de la sociedad gallega, tanto rural como urbana, frente a la problemática medioambiental de los incendios forestales en Galicia. El presupuesto total del proyecto para el periodo de 2011 y 2012 ha sido de 689.000 euros.

En el acto intervinieron el secretario general de Asefoga (Asociación Sectorial Forestal Galega), Jacobo Feijoo Lamas, y la técnica del proyecto, Verónica Rodríguez Vicente, que dieron a conocer los diferentes datos. “Galicia viene contando en las últimas décadas con la mitad de los incendios forestales de toda España, así como aproximadamente la cuarta parte de la superficie quemada, cuando la superficie forestal gallega, sólo supone el 8% de la superficie forestal nacional. Además las estadísticas oficiales y los distintos estudios de causalidad de los incendios forestales, reflejan una alta dependencia del factor humano en el origen de los fuegos, unas veces intencionados y otras veces originados por negligencias, mala praxis en el uso del fuego, o accidentes”.

El objetivo último del proyecto ha sido conseguir reducir el número de incendios forestales causados por los seres humanos, tanto intencional como negligentemente.

Por todo ello, Asefoga, Silvanus y la Xunta, siguiendo las recomendaciones de parte de la UE, han desarrollado este proyecto LIFE ‘O Monte Vivo’, que ha incidido con sus acciones sobre el factor humano de los incendios forestales, buscando una mayor sensibilización de la población gallega sobre la problemática medioambiental producida por los incendios forestales y los daños que ocasiona a los ecosistemas y medio ambiente. Se han fomentado las prácticas seguras en el manejo de fuego como instrumento de trabajo en el rural y las precauciones que se deben de tomar en el monte en las épocas de alto riesgo de incendio forestal. Así mismo se ha trabajado para conseguir el aumento de la colaboración ciudadana, tanto en materia de prevención de incendios, como de apoyo a las labores de investigación de las fuerzas de seguridad que intentan esclarecer los orígenes y responsabilidades en la aparición de los incendios forestales.

Las actuaciones han consistido en campañas de concienciación para los propietarios forestales y población rural que ha permitido llegar a 3.058 propietarios forestales, campañas de concienciación para el público general que ha llegado a 6.123 personas a través de asistencias a ferias, asesorías medioambientales y jornadas divulgativas, y un módulo de formación de Agentes Forestales en materias de prevención y comunicación que han permitido llegar a más de 128 agentes.

Especial relevancia han tenido las acciones llevadas a cabo sobre público en edad escolar, para lo que se han desarrollado acciones directas en 13 centros de primaria y 8 centros de secundaria, permitiendo llegar a 1.773 alumnos, primando las actuaciones en los centros ubicados en ayuntamientos de alta incidencia de los incendios forestales, buscando la sensibilización de los escolares de hoy que serán los gestores del monte y del medio natural del mañana.

Tanto la Consellería como las asociaciones de propietarios forestales que han desarrollado el proyecto quieren resaltar la importancia de estas acciones de comunicación que buscan cambiar actitudes y comportamientos arraigados en el medio rural y en la sociedad gallega, hacia una mayor comprensión del fenómeno de los incendios forestales, y una mayor colaboración en su prevención y erradicación de la realidad forestal gallega, lo que supondría una mejora medioambiental de primer orden, y permitiría liberar recursos económicos públicos, destinados a la extinción de incendios forestales, hacia labores de prevención, selvicultura, ordenación y mejora del monte gallego.