Beneficiaria de las ayudas al retorno, regenta una librería en A Estrada

Jeanette Valiñas: “Me motivó abrir una tienda educativa en un pueblo para dar también algo bueno a esos niños”

Jeanette Valiñas, una descendiente de gallegos emigrados a Venezuela, se atrevió a montar en A Estrada un negocio con libros y juguetes educativos que enriquecen al niño desde su corta edad. Para su proyecto, al igual que otros retornados o descendientes de gallegos que inician una actividad emprendedora en Galicia, Jeanette contó con ayuda de la Secretaría Xeral de Emigración.
Jeanette Valiñas: “Me motivó abrir una tienda educativa en un pueblo para dar también algo bueno a esos niños”
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Escaparate de la juguetería-librería Pintaletras, que regenta Jeanette.

Jugar es bueno, pero solo jugar no basta. Lo bueno es aprender jugando y, para ello, existen profesionales dedicados a poner en el mercado libros y juguetes educativos que enriquecen al niño desde su corta edad. Pedagogos, profesores, psicólogos..., todos unidos por un mismo fin: favorecer el aprendizaje de los menores a la vez que juegan y se divierten. Muchas son ya las tiendas que ofrecen productos de este tipo y que eligen lugares poblados para establecerse. Pero, ¿a quién se le ocurre llevar una iniciativa de estas características a un pueblo? Una descendiente de gallegos emigrados a Venezuela se atrevió con ello –“Por qué esos niños no pueden tener algo bueno”, se pregunta–, y le va bien, en parte, gracias a la ayuda de la Xunta para retornados emprendedores, que, desde 2013, ha contribuido a que los integrantes de este colectivo hayan implantado ya 120 proyectos empresariales en Galicia.

Estudió Psicología en Venezuela, pero lo suyo era ahondar en el psicoanálisis. De Caracas dio el salto a París para ampliar sus estudios y de la capital gala se desplazó a Bruselas, donde tuvo una hija. Una vez embarazada de la segunda, se planteó un cambio de vida, porque, a su modo de ver, las niñas tenían que crecer cerca de su familia, en Galicia, donde ya están de retorno sus padres y también su hermana.

Jeanette Valiñas García, de 40 años, es hija de gallegos –naturales de Silleda (Pontevedra)– que, como otros muchos, emigraron a Venezuela en los tiempos en los que en Galicia primaba sobre todo el hambre. Albañil de profesión, con el tiempo, su padre construyó su propio hotel en Caracas y vivieron de modo acomodado. Pero la vida en ese país no estaba hecha a la medida de su hija Jeanette. Así que, una vez finalizada la carrera, se planteó continuar estudiando psicoanálisis en Francia, donde residió ocho años, “los mejores años de mi vida”, confiesa.

Adaptarse a las nuevas costumbres fue tarea bastante fácil, porque su familia la había educado en los valores europeos, y el francés ya lo llevaba algo dominado de Caracas, aunque el estudio del idioma se convirtió para ella en una tarea intensiva para defenderse bien en el postgrado y en la tesis.

Pero París no sería el último destino de esta caraqueña que, una vez puso el pie fuera de su país, ya sabía que no iba a regresar. De la capital francesa se desplazó a Bélgica a realizar prácticas en un organismo institucional y montó una consulta privada de psicoanálisis.

“La experiencia en Bélgica fue muy buena, hasta que tuve a mis hijas”, dice. Entonces se planteó asentarse en Galicia, para estar cerca de su familia, porque “ya habíamos estado lejos durante 20 años”.

Decidida, se dedicó a dar forma al proyecto con el que ya había estado soñando: montar una librería-juguetería con material educativo en un pueblo pequeño de Galicia y ofrecerles a esos niños la oportunidad que tienen los que viven en una gran ciudad.

“¿Por qué los niños que viven en los pueblos no pueden tener acceso a algo bueno, a algo mejor?”, se pregunta. “Yo estuve en grandes ciudades mucho tiempo y la idea de que hay que estar en una gran ciudad para tener cierto acceso a la cultura me molesta”.

De ahí que se decidiera a abrir la tienda en A Estrada, porque le “motivaba más la idea de hacer algo en una zona aislada, donde siempre es lo mismo, el mismo tipo de juguetes, los libros corrientes son los más vendidos, donde hay muy poco acceso a juegos y juguetes educativos”. Y no basta con internet, la gente tiene que estar informada de “qué necesita la infancia; para qué sirve un juguete, no solo para entretener; qué tipo de juguetes deberíamos continuar regalándoles”.

En diciembre de 2017 montó la tienda ‘Pintaletras’ y un año y medio después rebosa de trabajo, haciendo reseñas para libros, leyendo otros, publicando artículos. “Es mucho trabajo, mucho, mucho; son muchas horas al día lo que le dedico, pero si lo haces, puedes vivir de ello. Yo vivo de ello y me va bien”, asegura. Y la gente está “supercontenta”. Son gente que se acerca “buscando consejo, otra opción para los niños”. Algunos expresan “sus dificultades” a la hora de educar. Otros, sin embargo, “vienen demandando calidad, cosas bien pensadas, hechas por profesionales de la infancia; juguetes diseñados por gente que los hace pensando en qué es lo mejor para sus hijos”.

Ahora, todos ellos ya tienen en su pueblo una librería que les ofrece cosas distintas. Un establecimiento que huye de la juguetería clásica y de aparatos con pilas que “lo único que hacen es ruido y no mucho más”.

Los sábados se programan talleres, cuentacuentos, actividades culturales... y eso supuso un cambio, porque “aquí no había nada de eso”, comenta Jeanette.

Para su proyecto, al igual que otros retornados o descendientes de gallegos que inician una actividad emprendedora en Galicia, Jeanette contó con ayuda de la Xunta, concretamente, de la Secretaría Xeral de Emigración, que contempla conceder una subvención de 8.000 euros para el desarrollo de este tipo de iniciativas.

En su caso, fue gracias a la gestoría que tuvo conocimiento de estas ayudas y, aunque le sorprendió, porque “en Venezuela no hay ayudas” de este tipo, y en Bélgica y Francia, tampoco, se animó a solicitarla. “No me pusieron ningún tipo de dificultad, al contrario, fueron muy amables. Me pidieron una serie de documentos, facturas, etc. porque yo ya había abierto la tienda, pero nada más”, comenta.

Una vez concedida, se muestra “muy agradecida”, porque “es una ayuda muy importante”. Uno, cuando empieza, tiene demasiadas facturas que pagar y por eso lo considero “una oportunidad única, porque es difícil empezar”.

Como ella, otra mucha gente piensa que “eso de recibir ayudas es imposible”, pero ahora que lo ha vivido, anima a los demás retornados con iniciativa a que la soliciten, porque “es una ayuda muy importante que nadie más le va a dar”.

Los beneficiarios de Venezuela con ayudas al retorno emprendedor suman 55

Venezuela, que acoge a más de 40.000 gallegos emigrados, ha pasado de un tiempo a esta parte a erigirse en el primer país en materia de retorno a Galicia. Solo en 2017 regresaron a Galicia procedentes de la república bolivariana un total de 2.163 emigrantes gallegos o descendientes con nacionalidad española e inscritos en algún ayuntamiento de la Comunidad.

Para ellos, al igual que para los retornados del resto de países, la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta contempla ayudas específicas, que alcanzan los 8.000 euros. 

Un total de 55 gallegos de origen venezolano se han beneficiado hasta la fecha de las ‘Axudas ao Retornado Emprendedor’ para motivar el regreso de los gallegos que se han visto obligados a abandonar la región, así como de sus descendientes.

La iniciativa se engloba dentro de la Estratexia Retorna 2020, aprobada por el Gobierno gallego el pasado 12 de abril, que cuenta con 58 medidas, 25 de las cuales están orientadas a promover el autoempleo y la contratación entre gallegos retornados. Gracias a estas subvenciones, desde la entrada en funcionamiento de este programa se crearon 120 negocios de gallegos retornados a Galicia, que percibieron cuotas que alcanzan los 8.000 euros. Por provincias, Pontevedra es la que ha presentado y a la que se le ha concedido un mayor número de ayudas, seguida de A Coruña, Ourense y Lugo.

A los 55 beneficiarios de Venezuela hasta el momento –el plazo de solicitud de 2019 permanecerá abierto hasta el lunes 30 de septiembre– hay que sumar 12 de Reino Unido, 10 de Suiza, 5 de Francia, 5 de Alemania y 4 de los Países Bajos.

Esta línea de subvenciones forma parte de las medidas de apoyo de la Xunta a las personas originarias de Galicia residentes en el exterior, con el fin de favorecer su retorno, de modo que puedan fijar su residencia e integrarse social y laboralmente en la sociedad, realizando actividades profesionales, empresariales o laborales y favorecer el desarrollo del tejido empresarial.