Alfonso Rueda representó a la Xunta en el acto que se celebró en la Casa de Galicia en Madrid

Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía se unen en defensa de la intensidad de las ayudas europeas

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se reunió el pasado lunes con el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, y el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, para firmar una declaración conjunta en relación con el nuevo marco financiero de la UE para el período 2014-2020.

Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía se unen en defensa de la intensidad de las ayudas europeas
Leandro Estebán, Alfonso Rueda y Antonio Ávila, durante la firma de la declaración.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se reunió el pasado lunes con el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, y el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, para firmar una declaración conjunta en relación con el nuevo marco financiero de la UE para el período 2014-2020.

El objetivo de esta reunión, que tuvo lugar en la Casa de Galicia en Madrid, es que las tres comunidades unan sus voces para defender que las regiones europeas que abandonen por primera vez el Objetivo Convergencia y pasan a la categoría de Regiones en Transición, como es su caso, mantengan la tensión impulsora que les ha venido prestando las políticas de cohesión.

Con este mensaje consensuado, Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía reafirman su apoyo a una política de cohesión fuerte; al tiempo que se adelantan al Consejo Europeo de los días 7 y 8 de febrero, donde se pretende alcanzar un acuerdo definitivo sobre el presupuesto comunitario de los próximos siete años.

Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía suman 13 millones de habitantes que se verán afectados por el cambio de estatus de su región. Se trata de aproximadamente un tercio de la población de España, un argumento más que suficiente para que, una vez más, las tres comunidades unan sus esfuerzos en busca de una solución consensuada y compartida, por encima de las diferencias geográficas o políticas.

En este sentido, en el documento las tres Comunidades, a pesar de reconocer la importancia de haber abandonado el grupo de regiones “menos desarrolladas” en el marco de la Política de Cohesión de la UE, muestran su preocupación por las implicaciones que conllevaría un corte abrupto de los fondos estructurales en el próximo período financiero 2014-2020.

Desde 2009, Galicia lidera una Red de Regiones Europeas que abandonan el Objetivo Convergencia (CROWC, en inglés), que defiende la necesidad de articular una ayuda transitoria para las regiones que, a partir de 2014, abandonarán por primera vez el Objetivo Convergencia. El objetivo de esta “red de seguridad” que reclama la CROWC es que las regiones que la conforman puedan consolidar las inversiones ya en marcha y lograr una convergencia real e irreversible con el resto de Europa.

Así, en la declaración Galicia, Andalucía y Castilla-La Mancha se congratulan de que la Comisión recogiera finalmente en sus propuestas una ayuda transitoria para estas regiones que supusiera, como mínimo, dos tercios de los fondos que perciben actualmente. Igualmente, acogen con satisfacción el apoyo mostrado por el Parlamento Europeo y por el Comité de las Regiones en este sentido.

Por otra parte, celebran que esta red de seguridad se mantenga en el documento de negociación del Consejo, si bien lamentan que en su última versión la intensidad de la ayuda se rebaja al 60 por ciento. Por ello, de confirmase esta propuesta, las Comunidades firmantes de la declaración solicitan al Estado que garantice las compensaciones adecuadas para hacer frente a la disminución de ingresos, con el fin de obtener un reparto más justo de las asignaciones por regiones.

Por lo tanto, con la Declaración firmada se espera conseguir un resultado positivo a todos los esfuerzos realizados a lo largo de los últimos años; al tiempo que se apuesta firmemente porque el próximo marco financiero comunitario –que las instituciones comunitarias están a punto de adoptar– recoja la necesidad de prestar una atención especial a las regiones que, como Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía no han consolidado todavía su proceso de “convergencia real”.