El presidente Feijóo viaja a China para promocionar el turismo y mostrar la “calidad” de los productos agroalimentarios gallegos

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inicia este fin de semana un viaje comercial a China para promocionar el turismo y los productos agroalimentarios de Galicia en un mercado reconocido como el mayor importador de productos agrarios a nivel mundial.

“Vamos a sembrar para el futuro”, dijo el titular del Gobierno gallego, quien, en esta ocasión, viaja acompañado por el conselleiro de Economía, Francisco Conde, y por la directora de Turismo, Nava Castro. Además, Feijóo ha conseguido en esta misión llevar con él a un nutrido grupo de empresarios, principalmente de la industria agroalimentaria, con el fin de “descubrirle a China un lugar de Europa y de España en donde la calidad de los productos agroalimentarios es nuestro certificado”, aseguró.

Para el presidente gallego, China es “uno de los países más importantes del mundo”, y es por eso que se propone trabajar para “intentar que nos conozca” en el gigante asiático que, en 2015, contabilizó más de 90.000 millones de euros en compras.

La industria alimentaria representa en Galicia el 14% del Producto Interior Bruto (PIB). Integrada por 2.290 empresas, cuenta con 26.817 trabajadores. Los empresarios que se han sumado a la misión comercial se sufragan “sus propios gastos”, según indicó el presidente.

Hace dos años, las empresas gallegas en su conjunto exportaron a China mercancías por algo más de 200 millones de euros. Por lo que respecta al primer trimestre de este año, el valor de los productos vendidos ascendieron a cerca de 47 millones, lo que supone un ligero descenso con respecto al mismo periodo de 2016.

Feijóo se mostró convencido de que, tras esta visita al país asiático, se abrirán para las empresas gallegas “canales de comunicación” con compañías y autoridades chinas, al igual que sucedió con otros viajes institucionales, como el realizado a Uruguay, que permitió que dos empresas gallegas sean adjudicatarias del contrato de construcción de una autovía que supuso una inversión “de más de 420 millones de euros” en ese país.