Clausuró el simposio ‘De la civilización a la cultura. Rosendo Salvado y el mundo aborigen’

Feijóo destaca el paralelismo entre Frei Rosendo Salvado y la emigración gallega

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se refirió el pasado viernes al paralelismo existente entre la figura de Frei Rosendo Salvado y la emigración gallega, dada la capacidad de ambos para combinar identidades y lograr el enraizamento en los países de acogida.

Feijóo destaca el paralelismo entre Frei Rosendo Salvado y la emigración gallega
Núñez Feijóo y Jane Hardy conversan en presencia de Ramón Villares.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se refirió el pasado viernes al paralelismo existente entre la figura de Frei Rosendo Salvado y la emigración gallega, dada la capacidad de ambos para combinar identidades y lograr el enraizamento en los países de acogida. “En cada uno de nuestros emigrantes hay una personalidad semejante a la de quien llevó nuestra cultura a las antípodas y supo recoger allí la cultura autóctona”, señaló el mandatario autonómico durante el acto de clausura del simposio ‘De la civilización a la cultura. Rosendo Salvado y el mundo aborigen’, organizado por el Consello da Cultura Gallega (CCG) con motivo del segundo centenario de su nacimiento.

En su intervención, el titular de la Xunta incidió en que los gallegos tienen la característica “primordial de no estar en un sitio, sino de ser de ese sitio”. “El gallego se identifica con el pueblo que lo acoge, se hace uno más, se impregna de su idiosincrasia, como hizo Frei Rosendo con los aborígenes”, produciéndose un proceso de enseñanza “y aprendizaje” y “de intercambio” del que sale, dijo, “una cultura nueva felizmente mestiza”.
“Podemos afirmar, de manera análoga, que la emigración gallega conseguirá siempre un enraizamento en los países de la diáspora que pocas consiguieron”, subrayó Feijóo, destacando que los gallegos exhiben “una capacidad asombrosa para combinar identidades” y para “ser de aquí sin dejar de ser de allá; y ser de allá sin dejar de ser de aquí”.
Feijóo calificó a Frei Rosendo Salvado como un “adelantado de esa globalización que aún está por venir”, una globalización económica que, afirmó, estará incompleta mientras no haya otra de valores compartidos.
Frei Rosendo –religioso, literato, músico, pedagogo y biólogo– “nos devuelve la idea del humanista” ya que casi nada escapaba a su anhelo de saber, explicó Feijóo argumentando que cada manifestación de la civilización indígena era estudiada, cultivada y admirada por él pero, a pesar de eso, los aborígenes no veían en Frei Rosendo un intruso sospechoso, sino alguien que empeñaba en compartir.
“Ese fue su gran proyecto de vida”, aseguró el presidente de la Xunta, recordando que Frei Rosendo defendió su proyecto, tanto en lugares inhóspitos como en las antesalas del poder civil y eclesiástico, donde no siempre eran entendidas sus preocupaciones: “Cuando tuvo que ser político en defensa de los suyos, lo fue; cuando tuvo que vestirse de mendigo para conmover a sus interlocutores, no dudó en hacerlo”, aseveró.
El presidente de la Xunta finalizó su intervención subrayando que Frei Rosendo trajo a Galicia “el orgullo de saber que un compatriota nuestro, armado con el arma favorito de los gallegos que es la palabra, se convirtió en un mito en tierras muy lejanas”. “Tanto aquí como allá, Frei Rosendo es sinónimo de lucha, de entrega, de sacrificio, de tolerancia y comprensión; logró el que otros nunca lograron con la fuerza. Su inmenso poder se basó en escuchar y hablar. Creo que ese es el inmenso arsenal que seguimos teniendo los gallegos”, concluyó.
La clausura del simposio contó con la presencia de Ramón Villares, presidente del CCG; Jane Hardy, embajadora de Australia; Ramón Máiz y Francisco Díaz Fierros, coordinadores del simposio.
Para Ramón Villares, los resultados “fueron superiores a las expectativas”, destacando la profundidad y la pluralidad con la que el simposio se acercó a la figura de Rosendo Salvado. “El fue un hombre en contra de su tiempo y por encima de su tiempo”, destacó Villares.
Para Ramón Máiz, coorganizador del simposio, “las virtudes de Rosendo Salvado y su comportamiento en Australia son una lección de tolerancia y comprensión hacia el otro que llegan del siglo XXI hasta hoy en día”.