‘Fálame da emigración’ lleva las experiencias de la diáspora a estudiantes de ESO de toda Galicia

Estudiantes de ESO de toda Galicia podrán conversar sobre las experiencias en la emigración de 65 mayores voluntarios mediante las actividades que recoge el programa intergeneracional ‘Fálame da emigración’, promovido por la Fundación Galicia Obra Social (Afundación) de Abanca e integrado en la línea ‘O valor da experiencia’ del área de envejecimiento activo de la entidad. En la primera fase del programa participarán 65 mayores, 11 institutos y 461 estudiantes, mayoritariamente de segundo y tercero de ESO.

“¿Por qué no aprovechar la experiencia de los mayores?”, se ha preguntado durante la presentación del programa el vicepresidente de Afundación, Ángel Sicart, quien ha reivindicado la importancia de la relación intergeneracional y ha aludido, por ejemplo, a la importancia que se da al conocimiento de los mayores en las culturas orientales.

Sicart ha subrayado también que las universidades de Estados Unidos no prescinden de sus profesores más veteranos por una cuestión de edad, sino cuando estos deciden irse o les “obliga” la salud a dar el paso. En este camino, señaló como “esencial” que las nuevas generaciones “conozcan” el pasado para que “comprendan” el presente y puedan “proyectar” el futuro.

Con esta visión ha coincidido Ubaldo Rueda, director el IES Rosalía de Castro de Santiago, donde tuvo lugar la presentación, y quien ha felicitado a la entidad por esta iniciativa, que ya están en marcha como “proyecto piloto” en el centro. También la coordinadora del área de Envejecimiento Activo de Afundación, Sabela Couceiro, se ha pronunciado en la misma línea.

Condiciones del viaje

Couceiro ha apelado al “intercambio real” de experiencias entre jóvenes y mayores, antes de dar paso a la intervención de uno de los voluntarios que participan en el programa, Luis Ángel Montero, quien ha destacado, como la coordinadora del área de Envejecimiento Activo, que los alumnos se “sorprenden” por las condiciones de vida de los años 50 en España o por la duración de los viajes a la diáspora.

Montero ha relatado su historia, que trabajaba en 1961 como vendedor de unos conocidos almacenes compostelanos, un empleo “bien remunerado”, pero contaba con muchas inquietudes vitales, por lo que decidió aprender inglés por correspondencia y apuntarse a un proyecto de la Universidade de Santiago (USC) que le permitió encontrar un puesto en Inglaterra.

En este país trabajó en distintos negocios de hostelería. Cada año y medio visitaba Galicia y, en uno de esos viajes, decidió comprar un terreno e iniciar una nueva etapa como empresario de la construcción.

Programa

‘Fálame da emigración’ empieza con una primera fase, que se desarrollará hasta el próximo mes de mayo, en 11 centros escolares situados en las localidades donde Afundación tiene un centro de mayores –las siete principales ciudades gallegas y en otras cuatro poblaciones (Viveiro, Betanzos, Pontedeume y Monforte)–, con la participación de 461 estudiantes de ESO.

Tras esta etapa el programa se extenderá a todos aquellos institutos que quieran participar en el proyecto, con la incorporación de nuevos voluntarios que vivieron la experiencia de la emigración, dentro de las propuestas de programación para escolares que desarrolla cada curso Afundación. El objetivo es llegar a 40 centros educativos y unos 2.000 escolares.

Con el objetivo de que el programa amplíe su alcance y tenga un carácter colaborativo, Afundación publicará la página web falamedaemigracion.afundacion.org, que recogerá el material didáctico del proyecto y el material documental que surja de cada encuentro (fotografías, vídeos y testimonios).

Además, los alumnos de los escolares participantes podrán compartir en esta web las historias de la emigración de sus familiares.