ANTONIO RODRíGUEZ MIRANDA, SECRETARIO XERAL DE EMIGRACIóN

“Las entidades van por el buen camino y desde la administración tenemos que ayudar a impulsarlo”

Tras dos días de intenso trabajo, el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, explica que este Consello estuvo lleno de “muchísima emociones” y que ahora se abre un periodo de trabajo en el que es necesario atender los mandatos dados por el Pleno.

“Las entidades van por el buen camino y desde la administración tenemos que ayudar a impulsarlo”
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Rodríguez Miranda, durante una de sus intervenciones en el Pleno del Consello.

Tras dos días de intenso trabajo, el secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, explica que este Consello estuvo lleno de “muchísima emociones” y que ahora se abre un periodo de trabajo en el que es necesario atender los mandatos dados por el Pleno.

Pregunta. ¿Cómo valora este Consello?

Respuesta. Es muy difícil expresar las sensaciones de este Consello. Yo creo que habrá que dejar pasar el tiempo para tener una valoración y que el tiempo haga precisamente esta valoración.

En todo caso, desde el punto de vista personal para mí fue un Consello de muchísimas emociones y los participantes me trasladaron que fue un Consello muy especial. Alguno decía histórico, no sé si ese término se puede utilizar y la historia lo dirá si fue o no, pero desde luego la sensación que todos llevamos de este Consello, del trabajo que se hizo, del lugar donde se hizo y de los gallegos con los que estábamos es que nos trasladaron a una forma nueva. Incluso, una forma de reentender o de relanzarnos al trabajo del exterior.

En el XI Consello parece que volvemos a contar un nuevo periodo y yo creo que nos va a dar la fuerza necesaria para encarar desde el punto de vista de la galeguidade este nuevo siglo XXI que estamos empezando.

P. ¿Cómo vivió este primer Consello?

R. El Consello fue un trabajo muy intenso, un trabajo de la gente de la casa absolutamente excepcional, de los trabajadores de la Secretaría a los que les tengo un profundo agradecimiento porque el cariño que pusieron fue para trabajar por nuestra gente del exterior y creo que nuestra gente también lo percibió así y muchos de ellos también me lo transmitieron, cosa que me agrada.

Trabajar tan lejos de casa no es nada fácil. Y trabajar en un país que tiene unas formas diferentes de trabajo también complica más las cosas, pero cuando no lo haces solo por una obligación profesional sino por un compromiso personal y te estas dando cuenta lo que puedes estar aportando el resultado es este, un resultado muy positivo y que espero que todos los miembros del Consello así lo valoren también.

P. Durante mucho tiempo se ha estado hablando y se sigue hablando de relevo generacional, ¿considera que ya se está empezando a dar ese cambio?

R. Yo creo que sí. Es un tema que se ha afrontado en los diferentes consellos anteriores que es absolutamente lógico y normal.

Pensemos que la realidad de la Galicia exterior en este momento no es la misma ahora que hace 30 años. Si en el primer momento se empezó a trabajar para la emigración, si se creo un órgano de trabajo en la administración autonómica, fuera Secretaría Xeral o fuera Consellería de Emigración en algún momento, pues lógicamente eso era oportuno, pero la realidad hoy es diferente.

La realidad actual es que en el extranjero hay un 30% de gallegos que son emigrantes, lo que supone que hay un 70% que no son emigrantes. Son gallegos igual, o con mayor sentido de pertenencia que aquellos que nacieron en la tierra, y, por tanto, a la hora de trabajar tenemos que trabajar para todos y no podemos descuidar a ese 70%.

Tienen que ser centros gallegos como siempre fueron, con los gallegos que vinieron de Galicia y con los gallegos que nacieron que en cada uno de esos países. En este Consello se reafirmó esta necesidad pero ya se ve el relevo. De hecho en la Comisión Delegada se dio una renovación del 45% en cuanto a la composición y podíamos citar dos presidentes que son el ejemplo perfecto de esas nuevas generaciones de gallegos ya del exterior como es el presidente de la Casa de Galicia de Nueva York o como es el presidente de la propia Hermandad Gallega de Venezuela, en Caracas.

Pero hay otros presidentes de otras entidades en el conjunto del Consello, como algunos de Argentina o de España, como el presidente del Centro Gallego de Burgos, que presidió una comisión, o la presidenta del Centro Gallego de Alemania que también presidió otra comisión.

Son gallegos de otra generación de allí, por lo tanto está claro que sí hay renovación. ¿Suficiente? No.

Hay que seguir trabajando en esa incorporación. Solamente hace falta ver la edad societaria y la edad también de los miembros directivos o de la composición del Consello para ver que hay que seguir avanzando pero ya está iniciado el trabajo y las entidades asumen ese reto en el que la administración tiene que acompañarlas, orientarlas y ayudarlas.

Evidentemente la administración no puede sustituir el trabajo pero tiene que ayudar a que ese trabajo se complete.

P. ¿En que punto se encuentra la incorporación de las mujeres a este proceso?

R. Nosotros en el caso del Consello tratamos de organizarlo respetando esos criterios y por eso en las presidencias de las comisiones se trató de respetar ese criterio, tanto en tratar de que avanza hacia a la igualdad de la mujer como a la propia renovación. Por eso había presidentes de más edad, había presidentes de nuevas generaciones y había presidentas que eran mujeres.

En la parte de la administración tratamos de que también fuera así y de hecho había tres personas de la administración que estaban en las mesas y eran mujeres y había un hombre.

Nosotros como administración tratamos de cumplir y también las comunidades gallegas tratan de cumplir. Hay que ir haciéndolo poco a poco. No se puede pretender cambiar las circunstancias sobre todo en determinados lugares, países y continentes pero yo creo que está asumida esa necesidad y ese papel.

Igual que en el tema del relevo generacional en esto hay que ver los frutos poco a poco. Sería preocupante su fuésemos en el camino inverso pero vamos en el buen camino.

Las entidades van por el buen camino y desde la administración tenemos que ayudar a impulsarlo pero yo estoy seguro de que esto que ahora vemos como un germen ya avanzado, en el próximo Consello se va a notar aún más.

P. En este Pleno se habló mucho del déficit de uso de las nuevas tecnologías en los centros, ¿cómo puede hacer la administración para impulsar ese uso?

R. Hay ciertas resistencias en algunos casos. Es cierto que algunas de estas resistencias vienen determinada por la relación con la edad y por eso en la medida que incorporemos el relevo ese problema desaparece, porque ya estamos en una generación tecnológica y digital pero aun queda mucho de la generación analógica.

Indudablemente, nosotros tenemos que caminar hacía ahí. Primero porque nosotros trabajamos desde Galicia para todo el mundo y por tanto la administración de Galicia tiene que ser la primera que tiene que seguir empeñada en ese avance. En el Registro de Comunidades Galegas ya estamos tratando de trabajar todo telemáticamente, pero no podemos hacer todavía el salto completo porque estaríamos generando una exclusión tecnológica.

Nuestra idea es persistir en eso y tratar de ayudar a través de diferentes actuaciones específicas para el equipamiento tecnológico. Incluso estamos absolutamente abiertos a hacer seminarios en el exterior de formación tecnológica. Pero yo creo que la dificultad no está tanto en eso como en ese cambio generacional que va a ir parejo al incremento tecnológico porque las nuevas generaciones ya no tienen ningún tipo de dificultad.

P. ¿Cuales son las líneas de trabajo de cara al futuro?

R. Las que nos marcaron de manera clara el Consello de Comunidades Galegas.

En el ámbito de la galleguidade tenemos que seguir avanzando. Por parte de la administración, en el apoyo, y por parte de las entidades en conseguir ese relevo generacional y alcanzar adecuadamente los principios de igualdad.

Desde el punto de vista cultural, cerrar ese Plan Director del Patrimonio en el exterior para empezar los trabajos pertinentes de inventariación, catalogación y exposición.

Hay también un mandato claro de crear un lugar donde recoger y mostrar todo lo que se refiere a emigración, llámese archivo de la emigración, museo de la emigración o la denominación que sea.

En el apoyo de la lengua de cara al exterior hay una demanda de medios tecnológicos que amparen la enseñanza de la lengua en el exterior y por lo tanto tenemos que seguir avanzando en ello.

También tenemos otros mandatos concretos en materia de política social, persistiendo en la línea que ya seguimos en cuanto a dar prioridad máxima absoluta en el trabajo social por encima de cualquier otra cosa.

Otro de los mandatos importantes es incluir en los desarrollos curriculares de nuestros niños de primaria y secundaria unos contenidos directamente relacionados con lo que es la emigración gallega, su importancia, con lo que supuso en la historia de Galicia y con lo que supone en la actualidad la presencia de los gallegos en el exterior. A mi esto me parece un apartado muy relevante y muy importante porque nuestros niños que están en Galicia tienen que ser perfectamente conscientes de que la realidad gallega se construyó dentro de las fronteras territoriales pero también en una parte muy importante en todo el exterior. Y esto sólo se puede construir desde la educación.

P. En las conclusiones se insta a la Xunta a crear la Medalla de la Emigración. ¿Ya tiene algún nombre en mente?

R. Primero hay que crearla y por eso el primer trabajo es regular cómo se va a conceder y los parámetros, criterios y motivos de la misma.