El escritor gallego dijo que el pintor neoyorquino es “un gallego como nosotros”

César Antonio Molina presidió en la Casa de Galicia en Madrid la inauguración de ‘Mares’, de Keith L. Boyd

El escritor y exministro de Cultura César Antonio Molina presidió este lunes en la Casa de Galicia en Madrid el acto de inauguración de la muestra ‘Mares’, de Keith L. Boyd, en el que señaló del artista neoyorquino que “es un gallego como nosotros” que ha sabido “captar como pocos la inmensa fuerza oceánica y todo el misterio que encierra ese mar intensamente azul, denso y misterioso de la Costa de la Muerte”.

César Antonio Molina presidió en la Casa de Galicia en Madrid la inauguración de ‘Mares’, de Keith L. Boyd
2. El artista neoyorquino  afincado en España desde klos años setenta Keith L. Boyd ante  su obra COMO UN ABANICO
Keith L. Boyd, ante su obra 'Como un abanico'.

El escritor y exministro de Cultura César Antonio Molina presidió este lunes en la Casa de Galicia en Madrid el acto de inauguración de la muestra ‘Mares’, de Keith L. Boyd, en el que señaló del artista neoyorquino que “es un gallego como nosotros” que ha sabido “captar como pocos la inmensa fuerza oceánica y todo el misterio que encierra ese mar intensamente azul, denso y misterioso de la Costa de la Muerte”. Y añadió que Keith “es un pintor sibilino que interpreta lo que el mar le comunica a través de la mezcla de colores, a través del movimiento de las olas, a través de su propio espíritu metamorfoseando en lo irracional”. La muestra podrá verse en la Casa durante el mes de febrero.

En la inauguración intervino, en nombre del delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega, el coordinador de Actividades de la Casa de Galicia, Ramón Jiménez, quien destacó que “Keith pertenece a ese tipo de artistas que, sin ser gallegos, pintan Galicia y por lo tanto tienen la posibilidad de acceder a nuestras instalaciones”. En el caso de Boyd su vinculación viene dada además por la beca que le concedió en 2005 la Fundación Torre Pujales, de Corme, adonde se trasladó durante una temporada para pintar in situ las bellezas de la Costa de la Morte. En los siguientes años haría también varias exposiciones en Fisterra, una de ellas en el mismo faro que protege con su luz a los navegantes en la punta más occidental de la Península Ibérica. Añadió además que la interpretación que de la zona se atreven a dar los pintores puede ser muy variada, “desde la abstracción de algunos, en que las pinceladas reflejan más bien el oleaje que agita la mente del propio artista antes que lo que su mirada ve, hasta el caso de aquellos en que, sin ser totalmente realistas, como Keith, hacen que nos sintamos plenamente inmersos en ese mar embravecido tan prototípico de ese territorio de leyenda”.

Recordó Jiménez que la geografía “es abrupta y salpicada de peligros, como paso a paso, naufragio a naufragio, detalló minuciosamente Baña Heim en su histórico libro sobre el tema, siendo uno de los episodios culminantes más trágicos el naufragio del Serpent, el buque-escuela inglés que se hundió en 1890 en Punta Boi y en el que  perdieron la vida 172 guardiamarinas”. Aquellos momentos especialmente sangrientos aparecen también, “consciente o inconscientemente”, en la pintura de Keith, “o al menos así lo entiendo yo, cuando pone en sus cuadros colores rojos de diversos tonos y para los que no basta solo la inspiración del resplandor del atardecer”. Recomendó también el coordinador de Actividades “no dejar de leer los textos del catálogo que hemos elaborado y en especial el prólogo de César Antonio Molina, quien con sus palabras bendice esta muestra”.

El exministro evocó el mar verde al que cantó el también poeta José Ángel Valente para referirse al Mar de Muxía: “Quien pudiera andar/sobre las aguas verdes/de este mar... Keith L. Boyd lo hace al pintarlo y cabalga con su pintura sobre el mismo. Mar de islas, mar del más acá, o del más allá. Mar de adentro de las rías o mar abierto ya sin linderos. Mar y vientos que nos liberan de nuestras inquietudes existenciales”, dijo.

Por su parte, el artista, tras los agradecimientos, explicó que para él el paisaje gallego tiene algo que no ha podido encontrar en ningún otro lugar. “Desde el principio me sentí atraido, hipnotizado por el mar y las olas de Galicia y desde entonces no he podido dejar de admirarlas y pintarlas una y otra vez”.

La exposición de Keith L. Boyd podrá visitarse en la Salas A y B hasta el 28 de  febrero, en horario de 10 a 14 y de 16 a 20 horas los días laborables. Domingos y festivos, de 10 a 14 horas.