El cruceiro, realizado por la Escola de Canteiros, mide 5,10 metros y pesa tres toneladas

El Centro Gallego de Mar del Plata inauguró el cruceiro que le envió la Secretaría Xeral de Emigración

El Centro Gallego de Mar del Plata inauguró, en el playón del Campo Recreativo y Deportivo Manuel Fraga Iribarne, el cruceiro gallego enviado por la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta de Galicia.

El Centro Gallego de Mar del Plata inauguró el cruceiro que le envió la Secretaría Xeral de Emigración
Una imagen del cruceiro instalado en Mar del Plata.

El Centro Gallego de Mar del Plata inauguró, en el playón del Campo Recreativo y Deportivo Manuel Fraga Iribarne, el cruceiro gallego enviado por la Secretaría Xeral de Emigración de la Xunta de Galicia.

Con la presencia de la vicecónsul honoraria de España en Mar del Plata, Claudia Álvarez Argüelles; del delegado de la Xunta de Galicia, Alejandro López Dobarro; del consejero de Empleo y Seguridad Social de la Embajada de España, Santiago Camba Bouzas; del representante de la Comuna local, Carlos Tehilor; del concejal Mario Rodríguez; de la escritora Mariana Vicat Machado; de Benito Blanco; de la empresaria María del Carmen Cheda, los actos se iniciaron con el izamiento de las banderas y los himnos argentino y español, ejecutados por la banda de música del Comando del Área Naval Atlántica, dirigida por el suboficial principal búsico Jorge Cardozo.

El himno gallego vibró a través de las treinta gaitas procedentes de varias provincias argentinas, en coincidencia con la ‘Cuarta Xuntanza de Jóvenes Gaiteros’, que se realizó en esta ciudad, dirigida por el profesor Santiago Molina, a los que se sumaron los integrantes de la Escuela de Gaitas del Centro Gallego, con su director, José Manuel Montes.

A continuación, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, procedió a la bendición del cruceiro, finalizando la misma con una suelta de palomas y unas emotivas palabras del obispo sobre el monumento, la devoción y fe cristiana de los gallegos. Seguidamente, el presidente del Centro, Francisco Solla Crespo, se dirigió al público acotando que en el frente del capitel, además del Cristo Crucificado y Santiago Apóstol, se encuentra la imagen de Santa Cecilia, en honor a la patrona de Mar del Plata, ciudad donde gallegos y españoles se sienten argentinos, y en la parte posterior del capitel, la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores, por la afinidad del puerto pesquero de esta ciudad con la Galicia del mar.

Tanto Alejandro López Dobarro como Santiago Camba destacaron la importancia de los cruceiros en Galicia, informando además sobre la permanente asistencia de la Xunta de Galicia con la galicia exterior.

Carlos Tehilor mencionó la importante y destacada presencia española que existe en Mar del Plata y transmitió los saludos del intendente municipal, Gustavo Pulti.

Cerrando la lista de oradores, la vicecónsul honoraria, Claudia Álvarez Argüelles, compartió los conceptos vertidos por sus antecesores, no pudiendo disimular su emoción al encontrarse rodeada por una multitud frente a un monumento que recuerda sus orígenes gallegos.

La estructura del cruceiro tiene una altura de 5,10 metros y su peso es de tres toneladas, en su base se encuentra grabado el escudo del Partido de General Pueyrredón y la leyenda:  “La Xunta de Galicia al Centro Gallego de Mar del Plata con motivo del 60º aniversario de su fundación. 1952- 2012”.

Fue construido por la Escuela de Canteiros de la Diputación de Pontevedra y su emplazamiento contó con la desinteresada colaboración de mano de obra de los hermanos Jorge, José y Alfredo Castiñeira.

Contradiciendo los pronósticos climáticos (tal vez habiendo algo de cierto en lo que acostumbraba a decir el recordado expresidente del Centro Gallego Manuel Romero,

“Dios es Gallego”), haciendo un paréntesis el intenso frío reinante, vislumbró un sol primaveral y 500 personas pudieron disfrutar del concierto brindado por la banda de la Armada con temas nacionales y españoles, bailes típicos al son de gaitas y panderetas y las voces del coro Alborada, dirigido por Osvaldo Albornoz.

El almuerzo fue compartido por 400 personas, que colmaron la capacidad del quincho y aproximadamente otras 100 personas participaron en los actos programados al aire libre.

La perfecta coordinación en todos los actos estuvo a cargo de la secretaria administrativa, Patricia Casas.