El Centro Galicia de Buenos Aires vivió su fiesta del reencuentro

El Centro Galicia de Buenos Aires vivió su fiesta del reencuentro, el sábado 20 por la tarde en su campo de deportes, en Olivos. Organizada por la comisión de Relaciones Institucionales, la jornada contó con las actuaciones especiales del Ballet Folklórico Nacional y del Bruxo Queimán y Andrea Pousa.

Bajo un cielo primaveral, la celebración reunió a socios y ex socios de las cuatro sociedades provinciales que se fusionaron para dar nacimiento al Centro Galicia de Buenos Aires y que, por algún motivo, se habían alejado.

El valor de la entrada fue una fotografía que reflejara escenas de la vida de los emigrantes durante las primeras décadas del siglo XX; fotografías que la entidad escaneará y sumará a su archivo documental.

“El objetivo final –explicó el presidente de la comisión de Relaciones Institucionales del Centro Galicia, Antonio Iglesias Conde– es preservar y atesorar en un archivo documental todo el material y, una vez clasificado y digitalizado, ponerlo a disposición de la comunidad”.

El día de la cita, “muchos” llevaron sus fotografías, con historia, apuntó y adelantó: “vamos a continuar con esta iniciativa; en principio, con una exposición de fotos en la sede del Centro, en capital”.

La celebración tuvo un cierre perfecto, con la participación del Ballet Folklórico Nacional y del Bruxo Queimán, quien, junto a la cantante Andrea Pousa, ofreció un espectáculo cargado de emoción, que se inspira en la cultura celta y conjuga distintas artes escénicas.

‘Soños dunha terra’, que en Galicia involucra a unos 70 actores, llegó a Buenos Aires adaptado “a los gallegos residentes en la capital bonaerense, haciendo referencia a la emigración y a la Argentina”, explicaron los artistas a esta publicación.

El cierre estuvo a cargo del Ballet Folklórico Nacional, que abrió el espectáculo con danzas tradicionales del Litoral argentino: el ‘Valseado’ y ‘la Vendedora de pescado y el Tape’.

El espectáculo continuó con un homenaje danzado a Mercedes Sosa que dio vida, una vez más, a las voces de Mercedes y de Atahualpa Yupanqui, autor de la letra de Romance de la Luna Tucumana, interpretado por la artista tucumana.

La música y los bailes patagónicos llegaron con Triunfo y Malambo sureño.

El noroeste también estuvo presente con la danza de las Hilanderas y el folklore ciudadano, como lo llamaba Santiago Ayala ‘El Chúcaro’ –fundador del Ballet junto a Norma Viola– llegó con un homenaje a Aníbal Troilo.

Finalizando, los bailarines interpretaron el Pericón Nacional y el Himno con Malambo.

El Ballet Folklórico Nacional debutó el 9 de julio de 1990 en el Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección de Santiago Ayala y Norma Viola. Desde entonces, este cuerpo de danza, integrado por 37 bailarines, ofrece funciones con la concepción artística de realizar versiones coreográficas y escenificaciones de mitos, costumbres, historias, leyendas y paisajes manteniendo la esencia del hombre argentino.

A lo largo de estos veinte años de trayectoria, el Ballet Folklórico Nacional también fue dirigido por las maestras Norma y Nydia Viola, y por el profesor Eduardo Rodríguez Arguibel. Actualmente la dirección del elenco está a cargo del profesor Omar Fiordelmondo.