Se presenta como homenaje al desaparecido artista

La Casa de Galicia en Madrid acoge una exposición de obras de la última década del pontevedrés Juan Garcés

La Casa de Galicia en Madrid acoge este mes de octubre una muestra de la pintura del desaparecido artista pontevedrés Juan Garcés, que ya exhibió su arte en sus instalaciones en 2003.

La Casa de Galicia en Madrid acoge una exposición de obras de la última década del pontevedrés Juan Garcés
Soledad Garcés y Ramón Jiménez
Soledad Garcés, en un momento de su intervención.

La Casa de Galicia en Madrid acoge este mes de octubre una muestra de la pintura del desaparecido artista pontevedrés Juan Garcés, que ya exhibió su arte en sus instalaciones en 2003. La exposición, que se ha inaugurado el pasado jueves, día 1, y podrá verse hasta el próximo día 30, ocupa las salas A y B de la Casa y está compuesta por una selección de 30 obras de la última década del artista de temáticas diversas (figuras, marinas y paisajes, siempre presentes en su trayectoria) y se presenta como homenaje al artista y preámbulo a una retrospectiva antológica que sobre su trayectoria artística están preparando sus allegados.

En la inauguración de la exposición intervinieron Soledad Garcés, hermana mayor del pintor, licenciada en Filología Germánica y profesora de Historia del Arte, y, en representación del delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega, el coordinador de Actividades Culturales de la Casa, Ramón Jiménez.

Jiménez afirmó que “los cuadros de Garcés rebosan alegría y elegancia. Su estilo es personalísimo, por más que hayan recibido influencia de otros pintores”. “Son cuadros que navegan libremente por los mares más recónditos, pero que cuando se divisan a lo lejos en cualquier pared le hacen enseguida exclamar a su descubridor: ¡Vaya, un Garcés!”.

Por su parte, Soledad Garcés afirmó que su hermano tuvo una vida apasionada y creativa, recordó la infancia del pintor y cómo empezó a desarrollar sus dos grandes pasiones: la marina y la pintura, algo que encontró unido en el cuadro que se mostró en un el caballete durante el acto, un autorretrato de Juan Garcés de niño marinero jugando en la orilla del mar con un barquito.

Según la doctora en Historia Nuria Alonso, prologuista del catálogo de la muestra, en la exposición “hallamos, pasado por el tamiz y el innato sentido del color del pintor, la confluencia de las corrientes vanguardistas del siglo XX” y también “la biografía de Juan y los fantasmas de su espíritu, cuando siendo muy niño su padre murió en el mar”, en la Guerra Civil, hecho al que atribuye que “sus mares no representan alegres olas azul turquesa del Mediterráneo sino tonos oscuros y profundos”.

Juan Garcés (Marín, 1935-Madrid, 2014) comienza a pintar desde niño y lo sigue haciendo embarcado en la Marina y viajando por todo el mundo. Desde joven frecuenta, como caricaturista, algunas tertulias en el Café Gijón de Madrid donde conoce a Camilo José Cela, que apadrina su primera exposición en Palma de Mallorca. A finales de los sesenta se instala en Madrid y expone su obra por toda la geografía peninsular y fuera de España, en países como Japón, México, Venezuela o Estados Unidos.

Miembro fundador del Grupo Tago y ponente de pintura en la Real Orden del Mérito de las Bellas Artes, sus obras están presentes, entre otros sitios, en el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid, en el Museo Camón Aznar de Aragón y en el Museo de Bellas Artes de Granada. Entre los premios que recibió figuran la Medalla de Santa Isabel, el Premio Nacional del Ejército 1972, y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes.