Sobre los primeros trabajos del cinematógrafo y fotógrafo Gonzalo Hernández-Vallejo

La Casa de Galicia en Madrid acoge hasta el 29 de mayo la exposición fotográfica ‘Una mirada’

La Casa de Galicia en Madrid acoge desde este miércoles 4 y hasta el próximo día 29 la exposición fotográfica ‘Una mirada’, sobre los primeros trabajos del cinematógrafo y fotógrafo Gonzalo Hernández-Vallejo, imágenes que el autor define como “interrelacionadas mediante la geometría y el color”.

La Casa de Galicia en Madrid acoge hasta el 29 de mayo la exposición fotográfica ‘Una mirada’
El delegado de la Xunta, José Ramón Ónega, interviene flanqueado por los doctores Hernández-Vallejo y Pérez Vázquez y los profesores Sánchez-Soto y Zarza
Un momento de la intervención de José Ramón Ónega, flanqueado por los doctores Hernández-Vallejo y Pérez Vázquez y los profesores Sánchez-Soto y Zarza

La Casa de Galicia en Madrid acoge desde este miércoles 4 y hasta el próximo día 29 la exposición fotográfica ‘Una mirada’, sobre los primeros trabajos del cinematógrafo y fotógrafo Gonzalo Hernández-Vallejo, imágenes que el autor define como “interrelacionadas mediante la geometría y el color”.

Además del delegado de la Xunta en Madrid y director de la Casa, José Ramón Ónega, anfitrión del acto, en la inauguración de la exposición intervinieron los profesores Luis Lorenzo Sánchez-Soto, catedrático de Óptica de la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director de actividades teóricas en el ‘Max Planck Instituí für die Physik des Lichts’ (Erlangen, Alemania), y Víctor Zarza, profesor titular del Departamento de Pintura y Restauración de la Facultad de Bellas Artes de la UCM, crítico de arte y comisario de exposiciones, así como el padre del artista, el doctor Gonzalo Hernández-Vallejo, acompañados por el doctor José Manuel Pérez Vázquez, impulsor de la exposición. El autor de la obra no pudo estar presente por compromisos profesionales de última hora.

Ónega se refirió a Hernández-Vallejo como “un creador de imágenes”. “Crea un mundo original, rompedor a veces, apasionado otras, real siempre. Su juventud le permite indagar mundo originales y nuevos”, apreció.

Sánchez-Soto mantuvo que las fotografías de Hernández-Vallejo tienen “un lenguaje claro e inconfundible que nos transmite una introspección profunda en su peculiar entorno”, así como que en esta exposición el autor plasma detalles “que ofrecen algo más que información: conmueven, abren la dimensión del recuerdo, provocan esa mezcla de placer y dolor, la nostalgia”. “Las imágenes de los grandes fotógrafos son originales, únicas. Como las que hoy vemos aquí. Pero eso no quiere decir que en el fondo no lleven algún testimonio del espíritu de otros maestros anteriores. Por eso también el proceso mismo de fotografiar es altamente ideológico: la elección del momento, de la persona, del ángulo, del referente... De nuevo podemos apreciar aquí este mundo tan especial de Gonzalo”, añadió.

Zarza valoró que “de la obra de Gonzalo Hernández-Vallejo interesa destacar su sensibilidad para la obtención de ese momento inédito que, acerca de la realidad o a partir de ella, es capaz de erigir la fotografía. La belleza, en su caso, el atractivo, surge de ese inesperado encuentro que se produce en virtud de ésta, gracias a su mediación: aquella verdad (eminentemente fotográfica, eminentemente estética) que la fotografía nos revela”.

El presidente de la Real Academia Gallega de Bellas Artes y prologuista del catálogo de la exposición, el artista Manuel Quintana Martelo, afirma en el mismo que Hernández-Vallejo “se sirve del objetivo con intención, acierta en su gestión, registra solo aquello que le sirve para definir y justifica su elección. No es gratuita su decisión, se postula como dueño, único, del argumento y entrega la justa medida de aquello que quiere comunicar”.