El coadministrador e interventor del Inaes argentino valora el “mensaje positivo” que les transmitió Santiago Camba

Carlos La Blunda: “Estamos confluyendo hacia cosas que son positivas para el Centro Gallego”

Al término del encuentro que mantuvo con el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, y la presidenta del Centro Gallego de Buenos Aires, Marta Donsión, el interventor del Inaes y coadministrador del Centro Gallego de Buenos Aires, contador Carlos La Blunda, valoró positivamente el apoyo de la administración gallega a la intervención argentina y el “mensaje positivo” que les transmitió Camba –según precisó– en relación al cierre de la convocatoria de acreedores de la Fundación Galicia Salud.
Carlos La Blunda: “Estamos confluyendo hacia cosas que son positivas para el Centro Gallego”
Carlos La Blunda charla con Santiago Camba, durante la reunión en el Centro Gallego.

Al término del encuentro que mantuvo con el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, y la presidenta del Centro Gallego de Buenos Aires, Marta Donsión, el interventor del Inaes y coadministrador del Centro Gallego de Buenos Aires, contador Carlos La Blunda, valoró positivamente el apoyo de la administración gallega a la intervención argentina y el “mensaje positivo” que les transmitió Camba –según precisó– en relación al cierre de la convocatoria de acreedores de la Fundación Galicia Salud. En este sentido, explicó que esto les facilitará las conversaciones con los proveedores que no le están vendiendo a plazo al Centro Gallego, lo que encarece el precio de los productos. “Estamos confluyendo hacia cosas que son positivas para el Centro Gallego”, aseguró La Blunda el martes pasado en uno de los despachos del Centro Gallego.

El coadmisnitrador indicó, asimismo, que la intervención del Inaes se enmarca en la política del Gobierno nacional de sostener el empleo y aseguró que “el Estado argentino está proporcionando los medios para que esto funcione” y que la entidad vuelva a prestar no sólo servicios médicos sino que también retome su actividad cultural. Sin embargo, advirtió, “es necesario que todos entiendan que para que esto sea viable no hay que aprovecharse de los recursos del Centro Gallego”. Tras la reunión que mantuvo con el secretario xeral, la presidenta del Centro y algunos integrantes de la Junta Directiva de la entidad, ‘Galicia en el Mundo’ conversó con él sobre los pasos que se están dando en el marco de la intervención y las expectativas de futuro.

Pregunta. ¿Cómo encuentra al Centro Gallego de Buenos Aires?

Respuesta. El Centro Gallego tiene una deuda relativamente importante, de 70 millones de pesos, que se generó por falta de liquidez. Esto desembocó en huelgas de los profesionales que agravaron la falta de ingresos y desencadenaron nuevas  huelgas, y así llegamos a una situación en la que había sólo 62 camas ocupadas. Tras un acuerdo con el personal para que retomara las actividades, tenemos más de 120 camas ocupadas, de las 300 que dispone la casa. Sin embargo, para ser viable, la entidad necesita tener ocupadas, al menos, 180 camas.

P. ¿Bajo qué criterio el Gobierno nacional intervino el Centro Gallego?

R. Esta intervención forma parte de la política del Gobierno nacional para sostener el empleo. Acá hay una mutual muy importante, con más de 1.000 personas trabajando y 200 médicos trabajando; con unas instalaciones muy buenas. A nosotros nos interesa rescatar no sólo el puesto de trabajo sino también la mística del Centro Gallego, ya que es una institución centenaria que representa a una de las comunidades más importantes en toda América Latina: la gallega.

P. Si tras analizar la viabilidad del Centro, el Inaes decidiera proseguir con las actuaciones, ¿el Centro Gallego continuaría siendo una mutual de socios?

R. El objetivo es que la mutual continúe siendo una mutual y prestando sus servicios de salud a sus socios; pero además que continúe con su teatro y desarrollando sus actividades culturales, de promoción del idioma gallego, incluso, de recepción de los gallegos que están llegando a la Argentina nuevamente.

P. ¿Quiénes están trabajando en el informe de viabilidad de la entidad?

R. Estoy trabajando con un equipo de profesionales integrado por médicos, contadores, abogados y arquitectos que están analizando la situación edilicia. Además, hay gente del Inaes y del mundo cooperativo y mutual que esta vinculándose con otras cooperativas para estudiar planes de cooperación.

P. Si el informe resulta favorable, ¿el Centro tendría que devolver el dinero? ¿Cómo?
R. De momento no está definido cómo el Centro Gallego tendría que devolver el dinero que podría continuar recibiendo del mundo cooperativo mutual argentino para ayudarlo a salir de su crisis. La intención es que si la empresa se recupera lo devuelva, sino lo pierde.  A lo que no está dispuesto el Gobierno argentino es a que se pierdan puestos de trabajo. Es mucho más fácil mantener una entidad trabajando, que destruir esa entidad y crearla de nuevo. Es mucho más barato, pero fundamentalmente es una filosofía política gubernamental con respecto al empleo. A General Motors el Estado le dio dinero para que no cerrara la fábrica y fue muy criticado por eso. La fábrica no cerró, se recuperó y devolvió todo el dinero que le había prestado el Estado. Ese es el criterio.

P. ¿Cuál es la situación del personal en estos momentos?

R. Luego de una negociación con el cuerpo médico, la huelga se levantó. Nosotros hemos ido cumpliendo el acuerdo de pagar todos los viernes $1.500 a cada trabajador y ellos retomaron sus actividades.

P. ¿Quién abona los salarios?

R. Esto se paga con recursos del Inaes y del Centro Gallego. El Inaes ya lleva puestos unos 4 millones de pesos, que se suman a los 10 millones de pesos que puso el Ministerio de Trabajo, más la deuda que tiene la institución con la AFIP, que son otros 35 millones de pesos. Es decir que el Estado Nacional ya lleva puestos en el Centro 45 millones de pesos. 

P. ¿Qué deuda tiene el centro con el personal?

R. Unos 10 millones de pesos, entre médicos y trabajadores. Hay sectores de los trabajadores que están al día. Con los médicos llegamos a una tregua hasta el 30 de septiembre. Nosotros pagamos cada viernes $1.500 pesos y ellos trabajan con normalidad.

P. ¿Y después del 30?

R. El 30 de septiembre es una fecha tentativa en la que esperamos contar ya con un diagnóstico de situación y saber qué recursos hacen falta para poner esto en funcionamiento, en cuántos meses se podría recuperar la institución y de qué manera se podrían hacer los aportes, si es que decidimos que esto es viable. Lo que no podemos hacer es poner dinero a fondo perdido hasta el infinito. Es necesario que todos entiendan que para que esto sea viable no hay que aprovecharse de los recursos del Centro Gallego.

P. ¿Por qué el Inaes suspendió la asamblea del Centro Gallego y el recambio de autoridades?

R. El Inaes suspendió la asamblea porque la documentación que se debía presentar no estaba completa. El Centro Gallego no tenía la contabilidad al día, es decir los balances, firmados por la empresa de auditoría, tienen que ponerse a disposición de los socios con 30 de anticipación, y esto no estaba, por eso el Inaes interviene y dice que así no se puede hacer la asamblea.

P. ¿La suspensión tiene un plazo definido?

R. No, una vez que presenten los balances y tengan toda la documentación requerida en regla –eso consta en los estatutos del Centro– tendrán que ponerlo en conocimiento de los socios y pedir una nueva autorización al Inaes.

P. ¿Cómo tomaron los socios la intervención?

R. Hay muchos socios que han venido a ofrecer la colaboración y yo se lo agradezco muchísimo. El Estado está poniendo medios para que esto funcione. Creemos en la mística del Centro Gallego, por eso yo les pido a los socios que se pongan al día con las cuotas porque estoy absolutamente convencido de que esto es viable, que puede salir adelante.

En estos momentos, estamos trabajando para solucionar el problema de los turnos y espero que en poco tiempo lo resolvamos. Además, se ha reestablecido el servicio de medicina interna y la especialidad residentes. Son buenas noticias para la casa.