Obra de Natasha Vázquez, refleja la vida de la gallega Carolina Otero

Los alumnos del obradoiro ‘Manuel Curros Enríquez’ de La Habana asistieron a un pase del documental ‘La bella Otero’

En el salón Manuel Curros Enríquez de la sociedad Naturales de Ortigueira, el obradoiro de cultura gallega de igual nombre presentó a los alumnos de lengua, historia y cultura galaica, del profesor Manuel Álvarez Fuentes, el documental de la destacada cineasta cubana Natasha Vázquez sobre la vida de Carolina Otero conocida como ‘La bella Otero’.

Los alumnos del obradoiro ‘Manuel Curros Enríquez’ de La Habana asistieron a un pase del documental ‘La bella Otero’
Cuba.La Bella Otero copia
Un momento del visionado del documental 'La bella Otero'.

En el salón Manuel Curros Enríquez de la sociedad Naturales de Ortigueira, el obradoiro de cultura gallega de igual nombre presentó a los alumnos de lengua, historia y cultura galaica, del profesor Manuel Álvarez Fuentes, el documental de la destacada cineasta cubana Natasha Vázquez sobre la vida de Carolina Otero conocida como ‘La bella Otero’.

Carolina, cuyo verdadero nombre fue Agustina Otero, nació en Valga (Pontevedra) en 1868, vivió en una gran pobreza con su madre, sin padre reconocido, a pesar de la pobreza fue una niña muy alegre, pero a los diez años sufrió una cruel violación que por nada le cuesta la vida y el repudio de sus coterráneos, por lo que abandonó su pueblo natal dedicándose a bailar música gallega y a oficios muy humildes y para sobrevivir tuvo que ejercer incluso la prostitución.

Un banquero en Barcelona la llevó a Francia donde la promocionó como bailarina andaluza, empezó a ganar fama. En 1894 bailó en el Folies Bergére como ‘La Belle Otero’. Su fama la llevó a Nueva York en 1890, donde asistió a una de sus presentaciones el poeta y ‘apóstol’ de la Independencia de Cuba, José Martí, que la inmortalizó en su poema ‘La bailarina española’, que dice en sus versos “¿cómo dicen que es gallega?, dicen mal, es divina”. Fue amante de Guillermo II de Alemania, Nicolás II de Rusia, Leopoldo II de Bélgica, Alfonso XIII de España, Eduardo VII de Inglaterra y otras personalidades y muchos hombres se suicidaron por ella. Acumuló una gran fortuna que despilfarró en juegos de casinos, muriendo en la pobreza en Niza (Francia).