“Hoy es un día de alegría para muchos pero para otros es un poco doloroso”, dijo Patricia Pérez

El acuerdo sobre el Centro Gallego de Buenos Aires deja un sabor agridulce entre los representantes de los socios

La firma del contrato de gerenciamiento por 30 años, con la opción de compra, del Centro Gallego de Buenos Aires que finalmente se selló el martes pasado en el Teatro Castelao, dejó entre los representantes, especialmente entre los integrantes de la comisión negociadora, un sabor agridulce.

El acuerdo sobre el Centro Gallego de Buenos Aires deja un sabor agridulce entre los representantes de los socios
Asamblea Centro Gallego350
Un momento de la participación de Carmen Hermida, tras la firma del contrato de gerenciamiento.

La firma del contrato de gerenciamiento por 30 años, con la opción de compra, del Centro Gallego de Buenos Aires que finalmente se selló el martes pasado en el Teatro Castelao, dejó entre los representantes, especialmente entre los integrantes de la comisión negociadora, un sabor agridulce.

“Hoy es un día de alegría para muchos pero para otros es un poco doloroso. Nosotros nunca quisimos vender el Centro Gallego”, dijo Patricia Pérez en el recinto, tras la rúbrica del acuerdo. “Nuestros mayores no hubieran querido esto para el Centro Gallego. Nosotros nos vimos obligados a decidir entre proteger a los socios, gallegos desvalidos de 80 años de socios, a quienes el señor interventor, en los últimos dos años y medio, desprotegió y dejó en la calle”, avanzó.

En una breve y emocionada alocución, Pérez señaló además que fueron 6 años de pelea desigual contra “una intervención corrupta” que “vació” y “destruyó” el Centro Gallego.

En este sentido, también Mirta Polín preguntó: “Sr. Moyano ¿Cuánto tiempo hemos perdido? ¿Cuánta gente se nos fue? ¿Cuánta gente ha fallecido sin ninguna cobertura y sin ningún servicio?”. “Sr. Moyano –agregó–, la política es otra cosa”.

Carmen Hermida fue la primera en ponerse de pie y tomar el micrófono para dejar testimonio en actas de la asamblea que allí concluían 6 años de trabajo. “Fueron 6 años de trabajar (…)  y todo eso lo único que nos dio a nosotros fueron presiones y castigos”, dijo, y avanzó: “Nos mandaron gente a nuestras casas. Fuimos todos amenazados, en el orden personal y la comisión negociadora”. “Y lo queremos decir –continuó– para que todo el mundo se entere porque nosotros peleamos por el personal y por los socios del Centro Gallego”.

Además, agregó que a modo de “presión” todos los miembros de la comisión negociadora fueron sometidos a causas penales y civiles iniciadas por el interventor judicial. Si bien en las causas penales todos fueron sobreseídos, aún están en curso los juicios civiles”.

La aprobación

Los representantes de los socios aprobaron el contrato de gerenciamiento por 30 años con opción de compra, con el Grupo BASA (Buenos Aires Salud) en el marco de la asamblea extraordinaria que comenzó el 9 de mayo y concluyó 10 días después, el 21 de mayo pasado.

Tras un cuarto intermedio de 10 días a pedido de los representantes el 21 se aprobó, en primer lugar, el contrato en general para proceder luego al tratamiento en particular de cada artículo. Esto fue a pedido de los representantes de las agrupaciones no oficialistas Galicia, Unión Gallega, Celta, Breogán y Salud y Cultura porque, según informaron, no todos los representantes habían recibido copia del contrato.

Por otra parte, el convenio se firmó sin la aprobación (por parte de las agrupaciones no oficialistas, todas menos A Terra) de los balances, debido a que éstas impugnan la gestión de las sucesivas intervenciones que desde su inicio a la fecha han llevado adelante la conducción de la entidad, mediante la intervención judicial dispuesta por el juzgado n° 54 en lo civil y comercial de Buenos Aires.

También se rechazó el tratamiento del punto 11 de la asamblea que solicitaba la autorización expresa por parte de la asamblea para la presentación del aforo preventivo extrajudicial por concurso preventivo de acreedores.

Algunos aspectos del contrato

Al contrato original solo convinieron en reformarle el artículo 6 que preveía una revisión del contrato al quinto año de la firma, para extender el plazo a 30 años y agregar el mandato de realizar una auditoría general integral conjunta entre el Grupo BASA y el Centro Gallego de Buenos Aires a considerarse en los balances de 2019.

El contrato de gerenciamiento y derecho de adquisición de la compra del inmueble prevé que el inversor desarrolle las funciones de gerenciamiento integral del sanatorio, en el espacio físico del Centro Gallego.

El servicio, precisa, es entregado en exclusividad al Grupo BASA al que le concede, además, el uso no exclusivo del logotipo, isotipo, designación del Centro Gallego, así como cualquier otro derecho marcario vinculado a la explotación de salud.

El Centro Gallego, por su parte, conserva el derecho de uso y goce (también quedando a cargo su seguridad y cuidados) de las áreas identificadas como: banquito con dos oficinas en entrepiso; presidencia, biblioteca, la habitación de Castelao, el Panteón, el teatro Castelao y el inmueble de Valentín Alsina.