‘Pepe da Pierini’, empresario con visión de futuro

José Faro Rúa, natural de la localidad pontevedresa de Mondariz, tuvo que buscar suerte en el exterior a la edad de 14 años acosado por el hambre que asolaba Galicia. Recaló en El Salvador, donde ya residían algunos de sus familiares, y su vida es un ejemplo de emigrante gallego triunfador
‘Pepe da Pierini’, empresario con visión de futuro
José Faro –3º por la izda.– fue portada de la revista ‘Veja’ en abril de 2001.

José Faro Rúa nació en Abual, parroquia de Mondariz (Pontevedra), el 5 de septiembre de 1942. Su madre, Carmen Faro Rúa, tuvo dos hijos de soltera. Primero emigró su hermano cuando tenía 12 años, transcurría el año 54, y luego Pepe, en el 57.
“Mi infancia en Galicia fue dura. La economía de nuestra casa era de sobrevivencia. La miseria eran tanta que había que emigrar. Por eso, mi ilusión era marchar a Brasil. Días antes de embarcar tuve que realizar algunas gestiones en Vigo. Yo prácticamente no había salido de mi aldea, lo máximo que conocía eran las parroquias limítrofes. Al llegar a Redondela y mirar aquel mar me ausenté y le pregunté a la persona que iba conmigo qué eran aquellas pousas. Aquella fue la primera vez que conocí Vigo. Después fue la vivencia en el barco. Yo tenía 14 años y no sabía adónde iba, con la esperanza de algún día volver. La despedida en aquel puerto de Vigo fue muy triste. Mi madre quedó en la aldea sola y pobre”, relata el propio José Faro.
“Después de casi veinte días de navegación llegué a El Salvador. En el puerto –sigue contando– me esperaban familiares. Quizás lo que más me sorprendió era ver a gente negra. Nunca había visto un negro. Todo para mí era nuevo, todo me sorprendía. Me fui a vivir a una ‘República’ en la que vivía con 18 paisanos. Los primeros días todo era una fiesta. Pero luego comenzó la realidad que era trabajar duramente. Tenía que hacer trabajos pesados, cargar botellas, cargar mercancías. Nosotros parecíamos de instrucción, por lo tanto teníamos que hacer los peores trabajos. Mi primer empleo fue trabajar en el almacén ‘Eduardo Martínez y Compañía”.
Faro continúa su relato: “Los primeros años teníamos que trabajar mañana, tarde y noche. Teníamos que juntar el dinero para pagar las deudas contraídas con el billete del barco. Cuando llegué fui a vivir al barrio de Tororó donde estaba el almacén donde trabajaba. Mi juventud la pasé trabajando y no podía darme el lujo de frecuentar a la colonia galega”.
“Cuando estaba por cumplir con la edad del servicio militar volví a Galicia con la idea de incorporarme a filas. Me tocó ir a África y entonces desistí. Mi madre estaba enferma y decidí regresar a Salvador. Al llegar compramos con mi hermano Fernando y con mi tío Delmiro Carballo la primera panadería ‘Panificadora Eléctrica da Barra’. Los primeros tres años trabajamos para el dueño como forma de arrendamiento, hasta que nos hicimos propietarios. Después compramos otras panaderías, montamos una fábrica de pan, pusimos dulcerías, heladerías; en 1975 contábamos con 600 obreros”.
Pepe Faro, en uno de sus viajes a Galicia, conoció a Almerinda Carballo, vecina de la aldea. Por aquellos años, la madre de Pepe estaba muy enferma y Almerinda y su familia le prestaron una gran ayuda en la atención de su madre. Así comenzó el noviazgo entre ambos paisanos que duró ocho años. Después de varios años Almerinda se traslada a Brasil y en 1972 se casan en Salvador, y al poco tiempo nacen sus dos hijos.
La empresa familiar se fue convirtiendo en una gran empresa, cuyo nombre social es ‘Carballo Faro Cia. Ltda.’ y el nombre de los establecimientos Pierini. Cuenta con tres supermercados de lujo, donde se pueden comprar los mejores productos importados. La empresa produce en la actualidad 1.600 productos realizados de forma artesanal.
La ‘Pierini’ ganó varios premios, uno de ellos a nivel nacional por la calidad en la atención. La empresa que regenta tiene en la actualidad un ‘staff’ de 800 empleados, según la revista ‘Veja’ –una de las de mayor difusión en Brasil– que le dedica la portada de su número del 4 de abril de 2001. La ‘Pierini’ factura anualmente 42 millones de reales y Pepe Faro tiene una fortuna acumulada de 80 millones de reales, considerada una de las fortunas personales más importantes de este país.
“Me considero un hombre feliz. Creo que valió la pena luchar. Yo fui un privilegiado que logré vencer. Siempre tuvo la consciencia de que tenía que vencer o sería vencido. Tuvo el apoyo necesario de la familia que confió en nosotros. Quizás el secreto sea trabajar, trabajary trabajar. Tuve la suerte de estar en los lugares ciertos, en las horas ciertas”.
En 1998, la Federación de Comercio del Estado de Bahia lo nombra comerciante del año.
Fue vicepresidente del Centro Español durante cuatro años, directivo de Caballeros de Santiago, consejero de Emigración y vicepresidente de la Asociación Bahiana de Supermercados.
Pepe Faro es sin duda alguna uno de los más destacados protagonistas de esta ‘Epopea Colectiva’, que fue nuestra emigración. Pudo vencer todas las dificultades de la vida con trabajo y dedicación. Ha sabido cultivar la amistad de políticos e intelectuales bahianos. Su comercio fue uno de los lugares predilectos del gran escritor brasileño Jorge Amado, con quien mantuvo una estrecha relación. Pepe Faro, el de la ‘Pierini’, fue un verdadero triunfador.

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