Julio Fernández: “Se trata de prestigiar e incorporar el talento a la organización”

La Rede de Empresarios Galegos no Exterior tiene como cometido poner en contacto a los empresarios gallegos en el territorio y en la diáspora y para ello es fundamental “un discurso común” y “remar todos en la misma dirección”. Eso es lo que se ha conseguido en la reunión del pasado miércoles, según el presidente de Aegacat (Asociación de Empresarios Gallegos de Cataluña), Julio Fernández, quien aseguró: “Lo que estamos consiguiendo es el movimiento de la confianza, que nos permite colocar una empresa en 10 ó 12 países solo a través de los contactos”.

Empresario ávido en el mundo de los negocios y especialmente conocido por su vinculación al mundo cinematográfico (es presidente de la productora Filmax), Julio Fernández reconoce que, debido a la crisis, “muchos están perdiendo la confianza en el país”. Pero “hay que hacer que la gente pierda el miedo”, porque “el dinero va a donde lo tratan bien”, asegura. Por eso, añade, es “mejor” crear las condiciones para que los inversores se instalen “aquí” antes de que lo hagan “en otro sitio”, porque, en estos momentos, hay proyectos para “vehicular” a través de Galicia y la Rede puede jugar un papel primordial en la internacionalización.

Como muestra, el presidente de Aegacat hizo alusión al espíritu emprendedor de otros gallegos, como es su caso, que consiguieron triunfar en el mundo de los negocios, bien en Cataluña, bien en cualquier otro lugar de España o en el extranjero en sectores tan dispares como la hostelería, los productos de cosmética o el textil.

“Somos ejemplo” de lo que los gallegos pueden hacer, y de lo que se trata ahora es de “prestigiar e incorporar el talento a la organización”. Esto “no lo puede hacer todo el mundo”, confiesa el presidente de Filmax, “solo se puede hacer a través del sentimiento de la galeguidade que tenemos los gallegos, pero otros no lo pueden hacer”, asegura.

Para Fernández, “la clave” en este momento está en “poner en valor” a los hijos o nietos de gallegos en el exterior que hasta ahora no se sentían gallegos, y, a través de la confianza que le proporciona el lobby, hacer que “se sientan orgullosos de su origen y que se sientan vinculados” a su tierra.