EMILIO PEITEADO, VICEPRESIDENTE SEGUNDO DE LA ASOCIACIóN DE EMPRESARIOS GALLEGOS DE ARGENTINA

“Estamos abocados a que Galicia encuentre aquí nichos de mercado para sus productos”

Emilio Peiteado es vicepresidente segundo de la Asociación de Empresarios Gallegos de Argentina (AEGA). Nació en La Coruña (Galicia) y cuando tenía 10 años se radicó con su padre en la ciudad de Madrid. Desde allí, siete años más tarde, emigró a la Argentina para reunirse con su madre y sus hermanas. “En Argentina –asegura–, me ha ido muy bien, pero mi mayor éxito ha sido la capacitación y entrenamiento y esto se lo debo a Dela Carnegi”, entidad pionera en programas de formación a nivel mundial. “Con ellos recorrí parte del mundo y fui creciendo”, añade, durante la entrevista con ‘Galicia Exporta’, y precisa que en México, junto a la Federación empresaria, desarrollaron más de 6.000 emprendimientos y llegó a dar clases en Estados Unidos, Brasil, Argentina y España.

“Estamos abocados a que Galicia encuentre aquí nichos de mercado para sus productos”
Emilio Peiteado, vicepresidente segundo de AEGA.

Emilio Peiteado es vicepresidente segundo de la Asociación de Empresarios Gallegos de Argentina (AEGA). Nació en La Coruña (Galicia) y cuando tenía 10 años se radicó con su padre en la ciudad de Madrid. Desde allí, siete años más tarde, emigró a la Argentina para reunirse con su madre y sus hermanas. “En Argentina –asegura–, me ha ido muy bien, pero mi mayor éxito ha sido la capacitación y entrenamiento y esto se lo debo a Dela Carnegi”, entidad pionera en programas de formación a nivel mundial. “Con ellos recorrí parte del mundo y fui creciendo”, añade, durante la entrevista con ‘Galicia Exporta’, y precisa que en México, junto a la Federación empresaria, desarrollaron más de 6.000 emprendimientos y llegó a dar clases en Estados Unidos, Brasil, Argentina y España.

Pregunta. ¿Cómo llega a AEGA y cuáles son sus retos?
Respuesta. Para mí es un reto el poder ayudar al empresariado argentino y a Galicia en este momento en el que España está atravesando una crisis muy fuerte y, desde AEGA, estamos abocados a que Galicia encuentre nichos de mercado aquí para que pueda colocar sus productos.
Sería importante que se pudiera hacer un tráfico de perfeccionamiento activo con mercancías de terceros países como Argentina, Perú y México que cuentan con productos y materias primas en abundancia. Como en Galicia no tenemos ni la tecnología, ni la capacidad suficiente, ni la cantidad de materias primas necesarias, con habilidad y con diseño hay que llevar materias primas de otros países, transformar partes y otras partes traerlas de otros países donde sea más conveniente desarrollarlas, aprovechando los mercados internacionales.
P. Durante su estancia en el país, se radicó algún tiempo en la provincia de Córdoba.
R. Estuve mucho tiempo afincado en la provincia de Córdoba donde tengo intereses. Yo añoraba mucho a mi terruño donde había bosques de pinos y rías y en Córdoba, en el Dique Los Molinos, encontré una ría, y ese lago, y planté un millón de pinos. En parte lo hice con créditos de Difona, parte con subsidios y parte con recursos propios. Ahora esos pinos tienen más de 30 años.
P. ¿Por qué se decide a forestar?
R. Yo nací en un lugar donde estaba rodeado de pinos y en la época en la que yo era una criatura el que vendía un pino comía todo un mes. Estando aquí tuve una época de mucha morriña, extrañaba todo, el mar, los bosques, los pinos y me propuse encontrar aquí un lugar así. Lo buscaba por la cordillera pero lo encontré en Córdoba, bordeando el dique Los molinos, y planté un millón de pinos para recordar a Galicia, pensando que, si con un pino se vivía un mes, yo tendría un millón de meses asegurados. Si bien mi actividad principal no fue la madera, hoy se transforma en uno de los atractivos más importantes.
P. ¿Actualmente tiene proyectos en relación a la madera?
R. Estoy abocado a crear un aserradero con unos socios italianos. Principalmente esta madera va a ir a Mendoza para palets y cajas para vinos y con los desperdicios, sobre todo con la corteza de pino, que tiene muy altas calorías, queremos hacer briquetas que sirven como combustible alternativo. Hemos importado máquinas de China que nos permiten comprimir la madera para elaborar las briquetas con alta energía calórica, para hace vapor y con él energía eléctrica, aunque también se pueden utilizar para calefaccionar.
P. ¿Trabajó para la Empresa Nacional de Celulosa y Energía ENCE en Argentina?
R. Fui durante varios años el comprador para la empresa ENCE. Cada año enviábamos a España 8 barcos con 25.000 toneladas de madera para España. Comprábamos la madera en pie, se talaba y mandaba a los puertos de Marín, en Galicia, y Huelva, en Andalucía. Finalmente ENCE se radicó en Uruguay para instalar allí una papelera que todavía no se ha llevado a cabo.
P. ¿Cuál fue su participación en la puesta en marcha de la terminal portuaria Euroamérica de Campana, en la provincia de Buenos Aires?
R. Creo que fue uno de mis mejores proyectos. Allí había una papelera en desuso y yo la transformé en el primer puerto privado de uso público en Argentina.
Cuando se cumplieron los 500 años del descubrimiento de América hicimos un acuerdo con el puerto de Huelva, sitio del que partió Cristóbal Colón, para conmemorar la fecha, pero después, por cuestiones políticas, no pudo llevarse a cabo.
Luego me asocié con la compañía de barco frigoríficos Lawrence, de las más importantes en su rubro, que transporta principalmente frutas de Argentina. Del sur, pera y manzana, y de la zona norte, cítricos: pomelo, mandarina, naranja y limón.
P. ¿Hay algún otro proyecto en el que esté trabajando en este momento?
R. Estamos convocando empresarios para desarrollar un centro de exposiciones agroindustrial, en el km. 141 de ruta Panamericana. Creo que Argentina tiene que llegar ahí. Aún se está basando en la soja como materia prima más importante, pero debería apuntar a venderla procesada, es decir con valor agregado.
Recuerdo que en una época Japón, que no tenía nada, importaba acero. Si ese kilo de acero, que le costaba un dólar, lo transformaba en agujas de tejer, obtenía a cambio 10 dólares por kg. y si lo transformaba en agujas para reloj le sacaba mucho más. Tenemos que llegar a eso también, no solamente en Argentina, en Galicia también tenemos que transformar todo aquello que se pueda, aprovechando el tráfico de perfeccionamiento activo. Hay cosas que no tenemos, tampoco podemos hacerlo todo, hay partes que tendremos que hacerlas en otros lugares.