Las ofrendas fueron el vino y el pan, y los productos de la huerta valenciana

Valencianos residentes en Venezuela celebraron una vez más el Día de la Virgen de los Desamparados

Este año la fiesta de la Virgen de los Desamparados se celebró el segundo domingo de mayo, como se celebra en Valencia y durante muchos años también en Venezuela, coincidiendo con el Día de la Madre en el país iberoamericano.  Fue una reunión muy emotiva, aunque menos numerosa que otros años. Hubo muchos ausentes por varios motivos.

Valencianos residentes en Venezuela celebraron una vez más el Día de la Virgen de los Desamparados
VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS 2019 2
Luis Montó y Andrés Alejandro Forero Quintero llevan el estandarte de Asoval.

Este año la fiesta de la Virgen de los Desamparados se celebró el segundo domingo de mayo, como se celebra en Valencia y durante muchos años también en Venezuela, coincidiendo con el Día de la Madre en el país iberoamericano.  

Fue una reunión muy emotiva, aunque menos numerosa que otros años. Hubo muchos ausentes por varios motivos.

A las 11:45 de la mañana dominical, todos los presentes, con flores en las manos, se colocaron en una fila presidida por Felipe Sáez Sanfélix, presidente de la Asociación de Valencianos Residentes en Venezuela (Asoval), acompañado por la niña Isabel Forero Quintero, Sophie Pazos Iborra y María Victoria Mejías Antón. Estas flores se fueron ofreciendo a la patrona de la Comunitat Valenciana para adornar su imagen con olor a Valencia. Presidían la fila el estandarte de Asoval, llevado por Luis Montó y Andrés Alejandro Forero Quintero.

La santa misa empezó a las doce en punto, celebrada por el conocido párroco Douglas Rafael Buenaño Vera, nuevo en la parroquia. Una misa muy alegre y llena de emotividad. El padre Buenaño Vera hizo mucho hincapié en la postura de la Geperudeta, “la virgen que se agacha para escuchar a las personas que se acercan a pedirle ayuda”.

Las ofrendas fueron el vino y el pan, y los productos de la huerta valenciana, como arroz, naranjas y mandarinas, llevándolas Orlando Javier Suárez Iborra, Caroline Iborra de Pazos y Sophie Pazos Iborra, junto con Judith y Julitza Quintero Gómez.

Al final del oficio religioso, todos los presentes se reunieron alrededor de la imagen de la Virgen de los Desamparados, cantaron su himno y las madres recibieron un presente por su ser su día.

Entre las niñas que se vistieron con el traje típico valenciano (de fallera) está una muy singular, María Victoria Mejías González. Es la quinta generación de valencianas nacidas en Venezuela que se viste con el traje tradicional en esta fecha. Su tatarabuela fue Asunción Sanchís de López, quien conformó el grupo de fundadoras de la otrora Asociación Damas de la Virgen de los Desamparados, siendo presidenta de la misma durante varios años.

En esos inicios, la efeméride se celebraba en la Iglesia de La Candelaria, situada en la plaza homónima, en el centro de Caracas. Después esta celebración pasó a Los Dos Caminos en la Capilla del Hogar de Ancianos Desamparados San José. Ahí se vistió su bisabuela, Asunción Sanchís de López. 

El nuevo cambio llevó los actos a la Iglesia de San Pedro, en la Urbanización de Valle Abajo, en este lugar se visten su abuela Virginia, su madre Verónica, y ahora ella.

La tradición de adorar a la ‘Mare de Deu dels Desamparats’ tiene muchos años en Venezuela y sigue en el corazón de todos, tanto los nacidos en la Comunitat Valenciana y aquellos que lo son por adopción.

Gracias a la ayuda de la Consellería de Transparencia, Responsabilitat Social, Participació i Cooperació de la Generalitat Valenciana se pudo celebrar esta importante festividad.

Imagen de la Virgen

La imagen de la ‘Cheperudeta’, que se erige en la caraqueña Basílica de San Pedro, es una talla de madera para vestir como la que se venera en la Real Basílica de Valencia. Fue encargada al ‘Taller de Esculturas Ramón Granell Pascual’ por José Noguera en el año 1959. Llegó a Venezuela en abril del mismo año por el Puerto de La Guaira (estado Vargas).

Origen del culto

Imagen de Nuestra Señora de los Desamparados en el Real Santuario de San José de la Montaña, Barcelona.

El 24 de febrero de 1407, el padre Jofré se dirigía a la catedral para pronunciar un sermón de una misa durante la Cuaresma, cuando presenció el maltratamiento de un enfermo mental en una calle de Valencia próxima a Santa Catalina (actual Martín Mengod, anteriormente llamada Platerías). Este hecho le llevó a tomar la decisión de fundar una casa para enfermos mentales. La hermandad se constituyó bajo la advocación de ‘Nostra Dona Sancta María dels Folls, Innocents e Desamparats’ (Nuestra Señora de los Locos Inocentes y Desamparados).

El objetivo de la hermandad era atender a los enfermos, y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad, las calles se encontraban numerosos niños desamparados. El hospicio se amplió para recoger a los niños desamparados, locos, expósitos y abandonados.

En el año 1414 llegaron cuatro jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía. Al recibirles el hermano cofrade que vivía en la casa, le dijeron que en dos días les podían hacer una imagen de la Virgen si les daban un lugar donde hacerlo y comida. Les llevaron al lugar conocido como La Ermita.

Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los extraños peregrinos habían desaparecido; poco después sanó la esposa de un miembro de la hermandad, ciega y paralítica. El suceso dio origen a la leyenda de que “la feren els àngels” (la hicieron los ángeles).

El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió una bula pontificia por la que nombraba patrona de Valencia a la Virgen de los Desamparados.

El 15 de octubre de 1921, el papa Benedicto XV concedió el privilegio para la coronación, hecho que tuvo lugar el 12 de mayo de 1923 en presencia de los Reyes de España, Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg, autoridades religiosas y civiles y numerosos devotos de la advocación.

Junta Directiva de Asoval: Felipe Sáez Sanfélix, presidente; Mercedes Hernández, vicepresidenta primera; Rosario Laporta Pascual, vicepresidenta segunda; Soledad Jarama de Iborra, secretaria general; Caroline Iborra de Pazos, tesorera. Vocales: Roberto Hernández, Luis Montò Mocholí y María Dolores Salavert Palomero.