El acto se centró en detectar y prevenir actos de violencia y maltratos a mayores

El taller de animación sociocultural de la Coordinadora Federal de Alemania congregó a 40 personas

Alrededor de 40 personas atendieron a la invitación de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania para tomar parte de un nuevo taller en animación sociocultural con personas mayores. El taller se celebró, como viene siendo costumbre, en el Centro Intercultural de la Coordinadora en Remscheid.

El taller de animación sociocultural de la Coordinadora Federal de Alemania congregó a 40 personas
Un momento de los trabajos en grupo.

Alrededor de 40 personas atendieron a la invitación de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania para tomar parte de un nuevo taller en animación sociocultural con personas mayores. El taller se celebró, como viene siendo costumbre, en el Centro Intercultural de la Coordinadora en Remscheid.

Tras el saludo de bienvenida y la apertura del acto a cargo de la presidenta de la Coordinadora Federal, Carmen Couto Boullosa, José Sánchez Otero expuso una ponencia sobre el tema ‘Cómo detectar y prevenir actos de violencia y maltratos a personas mayores’ y los datos estadísticos existentes sobre dicha temática, tanto a nivel de la UE como de Alemania.

Después de informar sobre lo que en la gerontología social se entiende por violencia y malos tratos, el ponente expuso detalladamente los factores de riesgo tanto en las personas que son víctimas de malos tratos como en las personas que los sufren directamente.

A continuación, el ponente hizo mención detallada sobre las medidas que se están tomando para prevenir estos comportamientos en Alemania, así como de las instituciones que se ocupan de estos temas, a las que se puede acudir libremente en caso de necesidad.

Para profundizar en el tema, María del Rosario Fernández Bravo configuró, con la ayuda de algunos participantes en el taller, una típica situación de malos tratos en un contexto familiar.

La reflexión que sucedió a dicho ejercicio puso de manifiesto lo improcedente de hacer “culpables” de inmediato de los malos tratos en cuestión a las personas que, con frecuencia, prestan cuidados, en muchos casos durante un largo período de tiempo, llegando repetidamente al límite de sus fuerzas. De este modo, está comprobado que estos casos de malos tratos suelen ser siempre un síntoma de relaciones e interacciones disfuncionales en el contexto familiar, que, por regla general, se han ido estructurando a través de un largo período de tiempo. Mediante la ayuda de una terapia familiar pueden movilizarse a medio plazo recursos existentes dentro del contexto familiar y, con ello, contribuir a prevenir cualquier otro tipo de malos tratos a las personas necesitadas de ayuda o cuidados.

Después de la comida, se formaron dos grupos de trabajo. En uno de ellos, las personas que todavía no habían efectuado su propia reconstrucción biográfica, dedicaron el tiempo previsto a dicha tarea. Mientras tanto, el otro grupo hizo una primera experiencia con un círculo literario sobre la obra ‘Castilla, lo castellano y los castellanos’, de Miguel Delibes.

En el coloquio que siguió a la lectura de pasajes representativos de la obra mencionada, pudo observarse que una buena parte de los participantes conocían datos biográficos de relieve del escritor seleccionado en esta ocasión y que incluso habían leído algunas de sus obras.

Esta experiencia avala la suposición de que introducir o promover este tipo de actividades dentro del programa de trabajo de los centros españoles, en los que todavía no tienen cabida estas actividades, bien podría ser acertado.

En la última fase de este taller, Rosario Fernández introdujo y dirigió una sesión de bailes relacionados con el tema central de este taller.

La experiencia enseña que el comportamiento y las reacciones de aquellas personas que son víctimas de malos tratos o violencia suele ser el factor definitivo que actúa como detonante de actos violentos.

El baile, en cuanto a expresión de vitalidad interior, ayuda a reconocer en cada una de las personas que lo practican asiduamente esa fuerza y vitalidad que no se pierden, por cierto, ni con la edad ni con la enfermedad.