TRIBUNA ABIERTA DE JOSé ANTONIO SIERRA

Sugerencias para la autofinanciación de los institutos Cervantes

Estas son unas sugerencias enviadas en 2012 a las comisiones de Cultura del Parlamento, Senado, al Instituto Cervantes, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como al Ministerio de Asuntos Exteriores, basadas en 30 años de experiencia difundiendo y enseñando la lengua y cultura españolas en Francia, Reino Unido, Irlanda y España, así como en la política de autofinanciación del Instituto Cultural Español/Cervantes de Dublín, Irlanda, desde el inicio de sus actividades en 1971 hasta el día de mi cese como director en 1993.
Sugerencias para la autofinanciación de los institutos Cervantes

Estas son unas sugerencias enviadas en 2012 a las comisiones de Cultura del Parlamento, Senado, al Instituto Cervantes, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como al Ministerio de Asuntos Exteriores, basadas en 30 años de experiencia difundiendo y enseñando la lengua y cultura españolas en Francia, Reino Unido, Irlanda y España, así como en la política de autofinanciación del Instituto Cultural Español/Cervantes de Dublín, Irlanda, desde el inicio de sus actividades en 1971 hasta el día de mi cese como director en 1993.

En 1985, cuando formé parte del equipo encargado del envío de sugerencias al PSOE para el proyecto de creación del Instituto Cervantes propuse que el Instituto Cervantes, como lo había hecho el Instituto Cultural Español de Dublín, Irlanda, desde que inició sus actividades en 1971, antes de pasar a formar parte de la red de Institutos Cervantes, debería tener una política de autofinanciación en los países de la Unión Europea así como en todos los países desarrollados.

En 1996, solicité de nuevo la autofinanciación de los institutos Cervantes salvo en los países emergentes.

En 2012, he sugerido de nuevo que, a corto plazo, se consiga la autofinanciación de los institutos Cervantes en Europa, Estados Unidos, Japón, Australia y China así como en el mayor número posible de países.

Los presupuestos de los Institutos Cervantes necesitarían una urgente revisión para adaptarse a la situación económica actual de España con más de cinco millones de personas sin trabajo.

Con carácter de urgencia sería necesario:

1.- Anunciar una política de autofinanciación de los Institutos Cervantes. Se debería continuar una política de reducción anual de los presupuestos de los institutos Cervantes hasta conseguir su total autofinanciación, antes de 2017, en todos los países de la Unión Europea y países desarrollados.

2.- Hacer un estudio comparativo de la política económica y de personal de las instituciones culturales similares en el extranjero de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido con la del Instituto Cervantes de España.

3.- Equiparar el número mínimo y máximo de matrículas de alumnos que se exige en los institutos Cervantes para impartir un curso de español, catalán, gallego y euskera, con el de los institutos alemanes, italianos, franceses y británicos ubicados en el mismo país. En algunos institutos Cervantes solamente se exigen cinco matrículas, es inferior a otras instituciones extranjeras, estatales y municipales locales.

4.- Exigir solamente cinco matrículas para impartir un curso de español, catalán, gallego y euskera, alegando la calidad de la enseñanza y la Marca Cervantes, es antieconómico, posiblemente antipedagógico así como un presunto despilfarro de los presupuestos de los institutos Cervantes y de los impuestos de los españoles. Asímismo, es un agravio comparativo con el número mínimo de matrículas que se exige para poder impartir un curso de español para extranjeros u otras lenguas modernas en las Escuelas Oficiales de Idiomas.

5.- Hacer un estudio para ver si procede la contratación del personal, excepto el director y algunos cargos directivos, de acuerdo con la legislación laboral y fiscal del país sede del Instituto, si está en un país de la Unión Europea. 

6.- En los países de la Unión Europea y países desarrollados las remuneraciones del personal deberían tener como referente las que existan para cargos con una responsabilidad y deberes similares en el país que se encuentre el instituto Cervantes. Cuando proceda, se podría conceder un complemento, especialmente en todos los países en vías de desarrollo.

7.- Los cargos directivos, para reducir gastos en traslados, deberían poder permanecer en cada país diez años y no cinco, como presuntamente ocurre en la actualidad. Con carácter voluntario, si el personal desea trasladarse a otro instituto antes de la fecha acordada debería hacerlo haciéndose responsable del pago de los gastos de traslado.

8.- Buscar el patrocinio para el mayor número posible de actividades culturales.

9.- Cobrar por asistencia al mayor número posible de actividades culturales y servicios.

10.- Evaluación y estudio anual de lo que cuesta cada matrícula o alumno al contribuyente español en cada Instituto.

11.- Reducción de los presupuestos de los Institutos Cervantes que estén en los países de la Unión Europea, así como en otros países desarrollados en 2013, 2014 y 2015 y contratación de personal local para reducir gastos.

12.- Hacer un estudio comparativo del personal que trabaja en los Institutos Cervantes con el personal que trabaja en las Escuelas Oficiales de Idiomas.

13.- Transparencia y máxima información pública de los presupuestos e ingresos especiales, así como su destino, de todo y cada uno de los Institutos Cervantes. Revisar las ayudas sociales al personal, si existen, para ver si procede su concesión y no constituyen un agravio comparativo con otros funcionarios y trabajadores del Estado. Publicación de los salarios y emolumentos que percibe cada uno de los directores de los institutos Cervantes.

14.- Cuando exista un control de información de las actividades culturales y académicas a los medios de comunicación social españoles, alegando que solamente se informa a los medios locales,  como presuntamente ocurre en algunos institutos Cervantes, recordar a sus directores la libertad de prensa y el derecho a la información de los medios de comunicación social

de toda España. 

15.- Cuando existan liberados sindicales para los institutos Cervantes, con destino en Madrid, como presuntamente hay en 2012, que cesen los que lleven más de un año para permitir que otros liberados puedan residir en España y, si procede, ocupe su lugar un trabajador de un Instituto Cervantes.

16.- Cese de la reunión anual de directores de todos los Institutos Cervantes, en España, a cargo de los presupuestos del Estado hasta que cambie la situación económica de España. La reunión anual constituye un despilfarro del presupuesto del Instituto Cervantes. La partida de gastos por este concepto podría ser destinada para el pago de la seguridad social y mejoras salariales del personal docente colaborador de los institutos Cervantes. Se sugiere ver el blog ‘El trastero del Cervantes’.

17.- Cese de la contratación de personal para que se encargue de prensa en los institutos Cervantes y que sea responsabilidad del gestor cultural.

18.- Cese del cargo de administrador o gestor administrativo de los institutos Cervantes y que sea responsabilidad del personal auxiliar administrativo.

19.- Contratación local de todo el personal responsable de las bibliotecas.

20.- Contratación local de todo el personal docente si procede. Acabar con la situación presuntamente irregular de los profesores colaboradores denunciada por los sindicatos. Que los profesores colaboradores tengan, como mínimo, los mismos derechos contractuales y socio-laborales del personal de ayuda en el hogar de reciente aprobación en España.

21.- Despolitización de los institutos Cervantes. Que tengan un representante en el Patronato del Instituto Cervantes las principales instituciones responsables de las difusión y enseñanza de las lenguas y culturas cooficiales de las CC AA de Baleares, Cataluña, País Vasco, Galicia, Navarra y Valencia y, si procede, de Asturias. Creación de una comisión que supervise el nombramiento de directores para evitar, si es posible, la politización del Instituto Cervantes. 

22.- Inclusión en el baremo de méritos para ocupar el cargo de director, profesor, bibliotecario y gestor cultural si se tiene conocimiento hablado y escrito de alguna de las lenguas cooficiales del Estado, teniendo en cuenta que los institutos Cervantes son las únicas instituciones del Estado que difunden y enseñan las lenguas cooficiales de España en el exterior.

23.- Organización de cursos de español para niños en cooperación con las asociaciones de españoles residentes en el extranjero.

24.- Supervisar que los institutos Cervantes no sean utilizados para la promoción cultural y turística de la Comunidad Autónoma o ciudad de donde procede el director, facilitando el mismo servicio a otras comunidades, provincias o ciudades.

25.- Consultar a las Comunidades Autónomas de Galicia, País Vasco, Navarra, Cataluña, Valencia y Baleares, con derecho a voz y no voto, en la decisiones sobre política lingüística del Instituto Cervantes. Asímismo, solicitar, si procede, a los consejeros de Cultura de la citadas CC AA el envío de sugerencias para la política lingüística y cultural del Instituto.

26.- Los institutos Cervantes deberían dar preferencia a la difusión de las lenguas de España y no del monopolio de su enseñanza, a veces, haciendo la competencia a los centros oficiales y academias que imparten cursos de español en el país sede del Instituto.

27.- Reducción de gastos en la política de difusión del libro y fomento de la lectura en español firmando acuerdos de colaboración con los servicios o centros provinciales coordinadores de bibliotecas públicas de cada país sede del centro. El Instituto Cultural Español de Dublín, Irlanda, hasta su incorporación al Instituto Cervantes en 1991, tuvo en funcionamiento cien secciones del libro en español, catalán, gallego y euskera en todo el país, en colaboración con los citados centros coordinadores, que facilitaba la lectura de libros en español en todo el país, así como un ahorro a los servicios bibliotecarios del Instituto.

28.- Los directores deberían tener la responsabilidad del departamento de prensa, patrocinio y gestión cultural, ayudados por el personal administrativo y contratación de personal local para evitar gastos.

29.- Para evitar duplicidades y reducir gastos en la promoción del idioma español, en aquellos países con un instituto Cervantes debería ser su responsabilidad y no de las consejerías de Educación de las embajadas de España.

30.- Los centros de recursos de las embajadas de España para ayudar a los profesores de español, igualmente, deberían ser responsabilidad de los institutos Cervantes para evitar duplicidad de servicios y gastos en personal. Asímismo, se debería supervisar para que no se produzca la publicación de materiales para la enseñanza del español que tienen editoriales del país.

José Antonio Sierra

Fundador, exdirector y gestor cultural del Instituto Cultural Español/Cervantes de Dublín, Irlanda (1971-1994)