Ha entregado los despachos de secretarios de embajada a la última promoción

El Rey pide a los nuevos diplomáticos “proyectar la mejor imagen” de España y actuar con “rigor y eficacia”

Felipe VI ha pedido a la nueva hornada de diplomáticos “proyectar la mejor imagen” de España y defender con “rigor y eficacia” los intereses nacionales desde la defensa de la democracia y del respeto a los derechos humanos. El Rey ha entregado este miércoles 11 los despachos de secretarios de embajada a los 16 integrantes de la última promoción de la carrera diplomática, once hombres y cinco mujeres.

El Rey pide a los nuevos diplomáticos “proyectar la mejor imagen” de España y actuar con “rigor y eficacia”
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Felipe VI entrega uno de los despachos de secretaria de embajada.

Felipe VI ha pedido a la nueva hornada de diplomáticos “proyectar la mejor imagen” de España y defender con “rigor y eficacia” los intereses nacionales desde la defensa de la democracia y del respeto a los derechos humanos. El Rey ha entregado este miércoles 11 los despachos de secretarios de embajada a los 16 integrantes de la última promoción de la carrera diplomática, once hombres y cinco mujeres.

En el acto celebrado en la sede de la Escuela Diplomática, al que ha asistido el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, don Felipe ha ofrecido su apoyo a los nuevos funcionarios para desarrollar su tarea con “esfuerzo, trabajo y sentido de la responsabilidad”.

“Iniciad vuestra trayectoria con ilusión y recorredla con sentido del deber, buscando en cada puesto que desempeñéis, por encima de todo, la mejor manera de favorecer los intereses de España y de todos nuestros compatriotas”, ha enfatizado el jefe del Estado.

El servicio a los compatriotas

En un mundo “tan cambiante”, el Rey ha señalado que el servicio a los compatriotas es “la permanente y sólida referencia” que ha de guiar los pasos de los miembros de la LXVIII promoción de diplomáticos.

Les ha recordado la obligación que asumen de “proyectar la mejor imagen” de la nación y “defender e impulsar, con rigor y eficacia, los intereses de España ante otros estados y en el seno de la comunidad internacional”.

Felipe VI ha subrayado que España es un país “abierto, leal, avanzado y de marcada vocación universal”, por lo que ha emplazado a los nuevos servidores públicos a dar testimonio de los valores que representa.

“Me refiero a la libertad, a la defensa de la democracia, al respeto de los derechos humanos y la legalidad internacional, a la apuesta decidida por un mundo en paz, a la defensa del más débil, a la fraternidad con todos los pueblos”, ha citado el monarca. A su juicio, son valores que “tienen vocación de permanencia”, aunque evolucionen “las tecnologías o cambien las modas o costumbres”.

Los jóvenes diplomáticos han adquirido esta condición una vez que han superado una oposición y un curso selectivo en la Escuela Diplomática, dependiente del Ministerio de Exteriores.

“No penséis que ya habéis llegado a la meta”, les ha hecho ver don Felipe, quien les ha estimulado a buscar “la excelencia y la superación constantes”. Se trata, ha añadido, de “una larga carrera de fondo” en la que es precisa una formación continua para “afinar sus capacidades”.

El Rey ha admitido que la vida del diplomático “no es fácil, ni sencilla”, a pesar de ser “muy rica en experiencias”. “Los diplomáticos sirven para muchas cosas, hasta para estar en la Casa del Rey”, ha bromeado Felipe VI.

Dastis ha transmitido a los nuevos funcionarios de Exteriores que su deber, pero también su “mayor satisfacción”, será defender los intereses de España y proteger a los compatriotas en cualquier rincón del mundo. “Sois parte de una carrera que no conoce fronteras, ni obstáculos y si los encuentra, los supera”, ha remarcado el ministro.

También les ha encomendado a contribuir a “una Europa más integrada, equitativa y cercana al ciudadano y a una comunidad iberoamericana cada vez más próspera, dinámica, justa y con más peso e influencia en el mundo”.

Por ser españoles, “sois también europeos e iberoamericanos”, ha dicho Dastis, quien ha apuntado que esto no supone una contradicción, sino una fortaleza.

La nueva promoción de diplomáticos es superior a la de 2015, cuando se licenciaron 12, si bien en la próxima se incrementará el número hasta 19.

Enrique Viguera, embajador-director de la Escuela Diplomática, entidad que cumple este año 75 años, ha confiado en que se mantenga esta senda de recuperación de plazas para que España cuente con un servicio exterior bien dotado.

La Carrera Diplomática

La Carrera Diplomática es un cuerpo de la Administración del Estado especializado en relaciones internacionales y adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación al que, por su preparación específica, le están encomendadas las funciones de naturaleza política, diplomáticas y consulares. Su tarea se divide, por tanto, en dos grandes ámbitos: el propiamente diplomático y el consular.

El trabajo diplomático consiste en la representación de España en el exterior, las relaciones con otros países y la participación en foros multilaterales. Las funciones consulares consisten en la protección y asistencia a los ciudadanos españoles en el extranjero, en una amplia gama de situaciones: Registro Civil y notaría, legalización de documentos, asistencia a detenidos y presos, expedición de pasaportes y salvoconductos, o ayuda a ciudadanos afectados por situaciones de emergencia. También se incluyen en el ámbito consular las tareas relativas a la tramitación y expedición de visados para extranjeros que desean viajar a España por un corto período de tiempo, o para establecer su residencia en este país.

En España, el ingreso a la Carrera Diplomática se lleva a cabo por sistema de oposición. A través de varios ejercicios, los candidatos han de demostrar sus conocimientos en materias tan diversas como el Derecho Internacional Público y Privado, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales, economía mundial y española, cooperación al desarrollo, historia y relaciones internacionales. Además, es imprescindible dominar el inglés y otro idioma entre francés, alemán, ruso, árabe o chino. Tras la oposición, los candidatos han de superar un curso selectivo impartido en la Escuela Diplomática y enfocado a la práctica diplomática y consular.