Considera necesario que haya más “coordinación” y que se cuiden los escasos recursos públicos

Rajoy dice que la ley de acción exterior busca “coherencia, diálogo y eficacia”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido este miércoles, día 20, en que la ley de acción exterior no busca controlar a las comunidades autónomas, sino dotar a esa acción de “coherencia y eficacia”, y ha confiado en que el Ministerio de Asuntos Exteriores llegará a un acuerdo “razonable” con el Gobierno vasco.
Rajoy dice que la ley de acción exterior busca “coherencia, diálogo y eficacia”
Rajoy, junto a la vicepresidenta, durante la sesión del control al Gobierno en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido este miércoles, día 20, en que la ley de acción exterior no busca controlar a las comunidades autónomas, sino dotar a esa acción de “coherencia y eficacia”, y ha confiado en que el Ministerio de Asuntos Exteriores llegará a un acuerdo “razonable” con el Gobierno vasco.

En el pleno del Congreso y tras escuchar las críticas del portavoz del PNV, Aitor Esteban, que ha considerado que el anteproyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros está “plagado de una obsesión de control”, Rajoy ha garantizado que se respetarán las competencias autonómicas.

Pero ha considerado necesario que haya más “coordinación” y que se cuiden los escasos recursos públicos.

“No queremos controlar nada, queremos coherencia, diálogo y eficacia”, ha manifestado Rajoy confiando en que en la reunión que va a mantener el ministro de Asuntos Exteriores con el Ejecutivo vasco se llegue a un consenso en línea “con lo que debe ser el funcionamiento del Estado en el siglo XXI”.

La ley respetará la Constitución, que establece la competencia exclusiva del Estado en materia de relaciones internacionales y otorga al Gobierno la dirección de la política exterior, y también los estatutos de autonomía y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que reconocen la capacidad de las comunidades de ejercer una acción exterior, ha recalcado.

Frente a su defensa de la ley, el portavoz del PNV ha considerado que las relaciones exteriores “deben basarse en la confianza mutua” y ha criticado varios de los preceptos de la norma.

A su juicio, si los gobiernos autonómicos deben comunicar sus viajes al extranjero al Ministerio de Exteriores “lo recíproco sería que los embajadores, algunos, no se dediquen a reventar agendas de las comunidades” en el exterior.

También ha cuestionado los motivos para comunicar al Ministerio la apertura de delegaciones autonómicas en el extranjero, ya que el informe de ese departamento no servirá “absolutamente para nada”, como no sea para colgarlo en internet y “señalar a los díscolos”.

En su opinión, el anteproyecto hace un “batiburrillo” difícilmente entendible al meter en la misma categoría a ayuntamientos, entidades locales y comunidades autónomas.

“No vale”, ha dicho, que se catalogue a las comunidades como agentes de acción exterior y se las enmarque en una estrategia “más o menos uniforme del Estado” y que, al mismo tiempo, no se les dote de un “estatus diplomático” y no se les permita participar en el diseño de la estrategia exterior del Estado.

Para Esteban, es también “mucho decir” que la competencia exclusiva de las relaciones internacionales corresponde al Estado, ya que se olvida la vocación de proyección exterior de las comunidades, sobre todo de aquellas con determinados “rasgos identitarios”.

El portavoz del PNV ha pedido diálogo y acuerdo, y ha confiado en que la reunión que ha prometido el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, al Gobierno vasco se celebre pronto.

Rajoy ha coincidido con este último deseo y ha avanzado que la ley llegará al Congreso a finales de mayo o principios de junio.

El presidente del Gobierno ha recordado las largas negociaciones que han precedido a la presentación del anteproyecto, algo que intentaron hasta en tres ocasiones anteriores Ejecutivos sin conseguirlo, y ha subrayado la necesidad de la norma.

La regulación de la política exterior, ha recordado, es “parcial y heterogénea”, con muchos preceptos preconstitucionales, y es necesario “modernizar y adaptar la actuación y la organización del Estado” en el extranjero.