El debate tendrá lugar, previsiblemente, la última semana de febrero

PSOE y Podemos presentan una proposición de ley en el Congreso para derogar por fin el voto rogado

Los grupos parlamentarios de PSOE y Podemos registraron este jueves en el Congreso una proposición de ley para derogar de una vez por todas el voto rogado de los españoles en el exterior que, desde su entrada en vigor, en 2011, repercutió de modo negativo en la participación electoral de los votantes del CERA, que pasó de más del 30% a entorno al 10%, según recordó el diputado y portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, en rueda de prensa ofrecida esta misma mañana.

 

PSOE y Podemos presentan una proposición de ley en el Congreso para derogar por fin el voto rogado
Lastra y Echenique
Adriana Lastra y Pablo Echenique, en el Congreso.

Los grupos parlamentarios de PSOE y Podemos registraron este jueves en el Congreso una proposición de ley para derogar de una vez por todas el voto rogado de los españoles en el exterior que, desde su entrada en vigor, en 2011, repercutió de modo negativo en la participación electoral de los votantes del CERA, que pasó de más del 30% a entorno el 10%, según recordó el diputado y portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, en rueda de prensa ofrecida esta misma mañana.

La propuesta, recogida en el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Podemos, se debatirá, previsiblemente, durante la última semana de febrero.

El voto rogado, que se instauró al amparo de la aprobación de la reforma de la Loreg (Ley Orgánica del Régimen Electoral General) es “una vergüenza democrática que limita el derecho al voto de los españoles en el exterior”, dijo Echenique. Por ese motivo, el portavoz de Podemos recalcó la intención de la formación morada de derogar el voto rogado, “que supuso limitar los derechos fundamentales de los residentes en el exterior, haciendo muy difícil que puedan ejercer su derecho al voto”.

Echenique recordó que la reforma de la Loreg entró en vigor en una época en la que “más jóvenes tenían que irse de España, porque no podrían encontrar” trabajo en su país, e hizo hincapié en el acuerdo de gobierno alcanzado entre la formación política que representa y el PSOE para “eliminar las trabas administrativas establecidas” al respecto, y “permitir un ejercicio mucho más efectivo y digno de nuestros compatriotas en el exterior”.

La proposición de ley (Proposición de Ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de julio, del Régimen Electoral General, para la regulación del ejercicio del voto por los españoles que viven en el extranjero) cuenta también con otras propuestas para el voto exterior, según remarcó Echenique, como son la ampliación de plazos para el recuento de las papeletas del voto del CERA, ya que “a día de hoy, se pierden muchos votos que no se pueden contabilizar”, aseguró. También habló de la importancia de dar facilidades a los votantes para la descarga electrónica de las papeletas, de tal modo que sea más sencillo votar desde el exterior. Por último, se refirió a la propuesta de informatizar aquellas partes del trámite que tienen que ver con el censo.

El diputado de Podemos se mostró satisfecho de haber conseguido llegar a un acuerdo con “nuestro socio de la coalición” de Gobierno, dijo, y se mostró esperanzado en que la ley pueda ser aprobada en el Congreso de los Diputados por los distintos partidos con representación en la Cámara.

“Más allá de ideologías políticas, es una cuestión democrática” luchar por la eliminación del voto rogado, dijo Echenique, para quien, “cuando uno está en política, lo primero que tiene que ser es democrático, y limitar los votos del exterior es todo lo contrario”, sentenció.

Sobre la presentación de la proposición de ley también se pronunció la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, quien la justificó por “el ánimo y el objetivo” de su grupo de “mejorar la calidad de nuestra democracia y hacer posible que las personas que residen en el extranjero puedan ejercer su derecho al voto con mayor facilidad”.

La proposición de ley se propone modificar los artículos 75, 103 y 107 de la Loreg, “de manera que se faciliten los procedimientos y los plazos para que los residentes en el extranjero puedan ejercer su derecho al sufragio”, recoge la nota de prensa del PSOE.

Los requisitos que contempla el voto rogado “dificulta el cumplimiento de los plazos previstos en la normativa electoral e impide el ejercicio de este derecho fundamental a un número muy elevado de ciudadanos”, apunta Lastra, lo que repercute en la participación, que se redujo de manera “muy significativa”, dijo, desde la entrada en vigor de la reforma de la Loreg.

La portavoz socialista contrasta las cifras de participación anteriores a la implantación del voto rogado (entre el 22,99% y el 31,88%) con las posteriores, que no llegan al 10%, asegura. Con los datos reales en la mano, afirma que se situaron entre el 4,73% y el 6,8%. Ello quiere decir que entre un tercio y la mitad de los electores que solicitaron o rogaron el voto en los comicios de 2011, 2015, 2016 y 2019, finalmente no ejercieron su derecho de voto”, debido, sobre todo, a que “no recibieron la documentación electoral a tiempo o porque se registraron incidentes en el envío posterior de sus votos por correo postal a las Oficinas Consulares”.

Para poner fin a esta situación, la propuesta del Grupo Socialista y Podemos está pensada para suprimir el requisito de solicitar o rogar el voto e implantar que reciban la documentación en su domicilio.

“El uso de una papeleta que podrá descargarse telemáticamente permitirá adelantar los plazos de envío de la documentación electoral”, remarca el texto, que incide en que todo ello “facilitará que los electores reciban la documentación en plazo”.

Una proposición aprobada en febrero de 2019

Los grupos del Congreso ya aprobaron en febrero de 2019 una proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos para eliminar el voto rogado.

Sin embargo, en aquel momento la iniciativa quedó sin recorrido legislativo por falta de tiempo, ya que el día que se debatió fue el último pleno de la legislatura, a la que se puso fin con la convocatoria electoral de las generales del 28 de abril.