Miras agradece a las asociaciones el trabajo que realiza a favor de los mayores con problemas en el idioma

El primer debate del Pleno del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE) lanzó varias preguntas para ser contestadas por los responsables de las distintas áreas del Gobierno con representación en el evento. Algunas de esas cuestiones estuvieron dirigidas al director general de Migraciones y secretario del Consejo, Aurelio Miras Portugal, quien respondió a Ana María Fernández Asperilla, consejera por el sindicado CC.OO., acerca de los problemas que padecen los emigrantes mayores en los países donde se habla un idioma distinto al español.

Miras destacó el esfuerzo que a este respecto realizan los voluntarios que trabajan con este colectivo, porque sabido es que las personas mayores que residen en un país con un idioma distinto a la lengua madre, con el paso de los años, tienden a comunicarse en esta misma lengua, lo que ocasiona problemas de comunicación con los facultativos que los atienden. De ahí la importancia de la labor que realizan los voluntarios que contribuyen a que estos mayores, muchos de ellos, enfermos, se puedan entender con médicos o enfermeros. Es por ello que Miras ha aprovechado el consejo para rendir un homenaje a las asociaciones que los acogen, porque “los mayores son uno de nuestros emblemas”, dijo.

El director general se enzarzó en un pequeño debate con el consejero por Bolivia, José Mansilla, acerca de la sustitución de un integrante en la Comisión Permanente del Consejo.

La Comisión Permanente decidió, tras la elección de Eduardo Dizy como presidente del Consejo, sustituirlo por el siguiente persona en la lista, lo que produjo controversia entre los consejeros. Miras Portugal justificó la decisión de la Comisión asegurando que ese procedimiento es el que se sigue cuando se produce cualquier vacante tras una elección.

Mansilla habló de “manipulación política” por la incorporación de un nuevo  miembro a la Comisión, tras la renuncia de Dizy, sin que ello esté regulado en la normativa. Sin embargo, Miras aseguró que, en todo momento, “se ha actuado de buena fe y nunca en contra de la norma”.