España llamó a consultas a su embajador por los insultos del presidente venezolano

Margallo pide “continencia verbal” a Maduro para autorizar el regreso del embajador en Caracas

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, reclamó este martes a las autoridades venezolanas que practiquen la “continencia verbal” para autorizar el regreso del embajador español en Caracas, Antonio Pérez Hernández, que fue llamado a consultas hace diez días por los exabruptos dedicados a mandatarios y exmandatarios españoles.

Margallo pide “continencia verbal” a Maduro para autorizar el regreso del embajador en Caracas

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, reclamó este martes a las autoridades venezolanas que practiquen la “continencia verbal” para autorizar el regreso del embajador español en Caracas, Antonio Pérez Hernández, que fue llamado a consultas hace diez días por los exabruptos dedicados a mandatarios y exmandatarios españoles.

Lo dijo en la rueda de prensa que ofreció en la sede de Exteriores junto con el Alto Comisionado para la Paz en Colombia, Sergio Jaramillo. El Gobierno español llamó a consultas el pasado 8 de abril a su embajador en Caracas por los “intolerables insultos” del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a quien llamó “racista, basura corrupta y basura colonialista”.

Esta es la segunda vez que el embajador de España en Venezuela es llamado a consultas en un año. La anterior ocasión tuvo lugar el pasado mes de abril después de que el Gobierno venezolano acusara al Ejecutivo español de “apoyar al terrorismo” en el país caribeño, así como de formar parte de una “conjura internacional”.

En ese sentido, el jefe de la diplomacia española dejó claro que Pérez Hernández no regresará a Venezuela hasta que las autoridades de este país practiquen la “continencia verbal” y se abstengan de prodigar insultos a mandatarios y exmandatarios españoles como el propio Rajoy y Felipe González. “Todos nos debemos comportar según las normas que rigen a dos países amigos”, sentenció.

Del mismo modo, Margallo dijo que el Gobierno español “lo único que ha dicho es que desea para Venezuela lo que deseábamos para España”, es decir, que se respete la ley de amnistía para los presos políticos aprobada por la Asamblea Nacional del país caribeño en manos de la oposición y que fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo del país.

También reclamó que se respeten los derechos humanos y las libertades de los venezolanos y deseó una mejora de la situación económica en Venezuela, “que empieza a ser extraordinariamente complejas”.

Esto le sirvió para explicar que maneja una serie de datos y cifras “estremecedores” acerca de la situación en Venezuela, país en el que existe hiperinflación, una previsión de la contracción de su economía en ocho puntos y muchos hogares que viven bajo el umbral de la pobreza.

En estas condiciones, Margallo comentó que España ha propuesto la puesta en marcha de un programa de ayuda humanitaria que contribuya a paliar la situación que atraviesa Venezuela. “España apuesta por mantener las relaciones bilaterales con un lenguaje dentro de las prácticas habituales”, remachó.