La mesa redonda de temas asistenciales defiende el mantenimientos de programas de ayudas directas

La mesa redonda sobre políticas sociosanitarias defendió la necesidad de mantener los programas de ayuda directa a las personas y mejorar la atención administrativa.
La primera en intervenir fue la consejera por Argentina, Teresa Michelón, quien destacó la importancia de mantener los programas socioasistenciales en muchos de los “países que nos han acogido” y se mostró partidaria de mantener las pensiones asistenciales y la obra social para quien lo necesita. “Hay programas que no podemos dejar de lado”, explicó Michelón, quien defendió el programa del alzheimer, el programa del voluntariado que sirve para ayudar a los mayores que están solos en residencias o hospitalizados y a los niños, nietos de españoles, que están en los hospitales en momentos terminales.
“Queremos que España dentro de sus posibilidades siga ayudando”, aseguró Michelón, quien defendió la necesidad de que las administraciones coordinen sus programas.
Por su parte, el consejero laboral de Brasil, Vidal Ribas, recordó que Brasil es un país muy grande y que tiene una economía en desarrollo que no necesita la ayuda económica de España. “No queremos que España nos ayude con dinero, queremos que nos ayude incrementando su administración en el país”, aseguró Vidal Ribas.
Antonio Aliaga, consejero en representación de la Coordinadora Europea del Movimiento Asociativo de los Emigrantes Españoles, habló de la exclusión que experimentan los mayores en Europa. Según comentó, una vez que se llega a la jubilación y se acaba el vínculo laboral, los mayores se encuentran en una situación de exclusión “porque no hemos sabido o no hemos podido integrarnos en la sociedad”. Para paliar este problema, Aliaga defendió la creación de centros sociales como los dos que ya se crearon en Francia –Villaron, en Lyon, y Sant Denis, en París– “y que están siendo un verdadero éxito”. En Sant-Denis, dijo, se han inscrito desde su creación 1.700 usuarios. “Esto está funcionando con dificultad pero está funcionando”, dijo Aliaga, quien reconoció que ahora estamos en una situación de asfixia económica y propuso que, ya que no hay ayudas económicas, el Gobierno trate de concertar con los organismos de cada país plaza en residencias.
Otro de los problemas, dijo Aliaga, es la nueva emigración. “Recibimos el drama de los españoles que nos solicitan orientación laboral pero no tenemos ni los medios y la capacidad para poder atenderlos y por eso pedimos que se canalice de manera correcta a los jóvenes que salen a trabajar al exterior”, concluyó Aliaga.
El consejero laboral de Montevideo, Andrés González Murga, aseguró que “Uruguay es uno de los países que más ayuda necesita en este momento” y recordó que en tiempos de crisis es fundamental “priorizar la utilización de los recursos”. González, que recordó que el 10% del colectivo español en Uruguay está en situación de precariedad, explicó que se está produciendo un “notable incremento de las solicitudes de ayudas extraordinarias”.
El consejero explicó que las ayudas del Gobierno de España han permitido paliar las penurias del Hogar Español de Montevideo, una institución que “a lo largo de la historia ha jugado un papel fundamental para mejorar la calidad y la esperanza de vida de los españoles residentes en Uruguay”. Según recordó, durante 2008 y 2009 se disparó el coste del préstamo de la institución hasta tener que enajenar sus bienes, explica González a la vez que apelaba “a la sensibilidad de la emigración para seguir ayudando a una institución”. “Nuestro esfuerzo y actuación se debe focalizar en los ancianos sin recursos y necesitados”, concluyó.