Tribuna abierta de David Casarejos

Jugar a la democracia con sus reglas, siendo creativos

Las reglas alguna vez se ha dicho que están para romperlas. La legislación actual deja a muchos ciudadanos sin voz ni poder de decisión, y una vez los tienes apartados en la esquina es más fácil llevar a cabo el trabajo, legislatura tras legislatura sin considerar las necesidades de algunos colectivos.

Jugar a la democracia con sus reglas, siendo creativos
Casarejos
David Casarejos.

Las reglas alguna vez se ha dicho que están para romperlas.

La legislación actual deja a muchos ciudadanos sin voz ni poder de decisión, y una vez los tienes apartados en la esquina es más fácil llevar a cabo el trabajo, legislatura tras legislatura sin considerar las necesidades de algunos colectivos.

Los emigrantes son un colectivo al que, a pesar de la gran cantidad de ciudadanos que representa, ni se le hace caso, ni hay ningún partido que represente nuestros intereses.

No hay ningún emigrante que represente en los partidos políticos a la tercera provincia de España, la provincia exterior y solo Madrid y Barcelona nos superan en número.

Muchos dirán que si nos interesa tanto ¿por qué se vota en los números tan bajos que se vota desde el exterior para cualquier comicio?, y la respuesta es clara: las trabas del sistema del voto rogado.

Incluso para las elecciones “internas” a los consejos de residentes en las demarcaciones consulares nos encontramos con leyes obsoletas que miran para otro lado en lo referente a la posibilidad de utilizar tecnologías de la comunicación acordes con 2021.

Se sigue ofreciendo solicitar trámites vía fax, cuando este medio no es utilizado más que por cuatro instituciones, seguramente solo de España.

Luego, una segunda traba es la interpretación más o menos flexible de las normas, y en las elecciones que tenemos para Consejos de Residentes, muchos ponemos velas a dioses, diosas, elfos, o a algún caballero Jedi, para que nos toque un Consulado General que nos “otorgue” la facilidad de solicitar el voto vía email y no por correo postal.

Las demarcaciones consulares, a veces, están en lugares donde el correo postal va más lento que si lo llevas andando, y para estas elecciones se nos pide por ley que roguemos el voto, en una carta al consulado, que nos mandará una segunda carta con los papeles necesarios y que tendremos que enviar de nuevo con dirección al Consulado.

En México o Brasil este proceso te puede llevar unas cuantas semanas, y en Manchester por lo contrario lleva solo unos días.

Como digo hay Consulados Generales que han permitido acortar tiempos permitiendo esa maravilla futurista que se llama correo electrónico o email, y que desde el Gobierno español llevan décadas obviando usar a pesar de que facilitaría, y mucho, el trabajo a sus funcionarios y a los usuarios. Pero no seremos nosotros los que digamos quién lo permite ya que, conociendo la tradición de nuestro país de igualar por abajo en vez de por arriba, no estaríamos ayudando a esos emigrantes que tienen más fácil votar por las listas de voluntarios dispuestos a trabajar durante cuatro años por su comunidad.

¿Qué pasaría si se organizara la emigración de verdad? ¿Qué sucedería si fuéramos creativos y nos pusiéramos manos a la obra a derribar los muros que impiden que se nos escuche?

Con un poco de estrategia y de interés se podrían establecer los primeros pasos para que se escuche nuestra voz, y ya que ninguno de los partidos jamás se ha mostrado interesado en nosotros, quizás es hora de crear partidos de la emigración, y poder luchar por representación en diferentes foros y parlamentos… y no es imposible.

Pongámonos que se trabaja por tener un partido de emigrantes con unos objetivos muy claros y sin la necesidad de pensar en ejes de izquierdas o derechas. El 15-M decían aquello de no somos los de izquierdas o derechas “somos los de abajo”… y podríamos adaptarlo a “somos los de fuera” o “los expulsados”.

Quizás copiando el mapa de ruta sería posible intentar representación en unas elecciones europeas.

Elecciones a la UE donde algún asiento de un partido de emigrantes llegara con fuerza para pedir que la UE impulse el salto a una circunscripción exterior o provincia 53, que ya tienen en diferentes formas en Portugal, Francia e Italia… no hablamos de países pequeños o culturalmente en polos opuestos.

Cuatro años en un foro como es el Parlamento de la UE dan para adelantar trabajo, pero ¿y si se quisiera llegar a presentar listas en elecciones generales, y en alguna Comunidad Autónoma con gran peso de la emigración como Galicia?

Hay partidos que nos muestran caminos para llegar a la representatividad con números pequeños de votos, como Teruel Existe, que además ha demostrado la valía de ese escaño en un parlamento tan fracturado como el español y el poder de negociación que se puede llegar a tener...

Los emigrantes en nuestro registro consular, que es obligatorio, elegimos la provincia por la que queremos estar registrados, y podría darse el caso de que utilizando cálculos de votos por escaño que se necesitan en algunas áreas de nuestro país se pudieran identificar 1 o 2 provincias, con pocos electores y una ratio de escaño por voto que pudieran presentarse como una opción para dar un golpe en la mesa.

Si nos organizáramos quizás decenas de miles de ciudadanos emigrantes en Perú, Australia, Austria, Reino Unido, de repente se registren por Teruel o Soria o la isla de Hierro para poder aupar a algún partido de la emigración y ahí, ahí sí que nos tendrían en cuenta Pedro Sánchez, Pablo Casado, Yolanda Díaz, Inés Arrimadas y los diferentes partidos del arco parlamentario (todos menos la banda que todos conocemos y que de emigración no propone ni apoya nada).

Un escaño se antoja muy caro en el futuro y puede ayudar a aclarar la aritmética parlamentaria necesaria para llegar al poder, y sería una palanca para empujar por las demandas que hasta ahora no se tienen en cuenta, como es la asistencia a la educación de nuestros hijos en la lengua española, mejores y más adecuados servicios consulares, o retirar trabas que ellos mismos crean por ejemplo a raíz del Brexit con los ciudadanos españoles en Reino Unido, una ley de nacionalidad justa, una circunscripción exterior… quizás entonces de repente se nos escuche y se nos haga caso.

David Casarejos Moya

Presidente del Consejo de Residentes Españoles del norte del Reino Unido, representante por este país en el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior.