Juan Alberto Ollari: “Hay que preparar a la sociedad porque las enfermedades cognitivas van a generar gastos monstruosos”

La enfermedad de Alzheimer (descripta por primera vez en el año 1906, por el doctor Alois Alzheimer) es, actualmente, la causa más común de demencia; entendiendo por demencia el declinar de las funciones intelectuales del paciente, como resultado de un deterioro neurológico progresivo.

Para combatir esta enfermedad, catalogada como la epidemia del siglo XXI, es de suma importancia realizar un diagnóstico precoz, según advirtió el secretario de la Sociedad Neurológica Argentina, el doctor Juan Alberto Ollari, en diálogo con ‘Crónicas de la Emigración’.

Ollari, que también es jefe del Centro de Neurología Cognitiva del Hospital Británico y  docente autorizado de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), destacó el papel de la Legislatura de Buenos Aires en la difusión de estas enfermedades y la importancia de generar programas y redes que puedan llegar a la comunidad.

Pregunta. ¿Cada vez vamos a sufrir más las enfermedades neurológicas, comúnmente englobadas como demencias?

Respuesta. Con el aumento de la edad de la población va a haber cada vez más casos, porque es una enfermedad que está relacionada con la edad.

P. ¿La sociedad está preparada para afrontar un incremento significativo de este tipo de enfermedades?

R. Hay que preparar a la sociedad porque las enfermedades cognitivas van a generar gastos monstruosos, directos en dinero e indirectos, en horas hombre (no trabajadas) dedicadas al cuidado y una gran necesidad de centros de salud. La necesidad, en esta dirección, va a ser brutal.

P. ¿Cómo estamos en esa previsión?

R. Recién ahora hay un poco de concientización internacional. Recién ahora, Estados Unidos y el grupo de los 8 (países más desarrollados del mundo) invitaron a hablar a Vladimir Hachinski, presidente de la Federación Mundial de Neurología, para informarse y comenzar a impulsar la inversión en esos países para atender las demencias.

Es decir que se lo ven venir.

P. ¿A nivel local se está llevando adelante alguna actuación en materia de prevención y tratamiento?

R. A nivel local se está intentando organizar una red que abarque a todos los centros hospitalarios, públicos y privados, de Capital Federal. Una red de la ciudad de Buenos Aires que tenga que ver con la unidad de criterio y el trabajo común para todo lo que tiene que ver con demencias.

P. ¿Qué alcance tendría dicha red?

R. La red implicaría la posibilidad de que los centros estén comunicados, que puedan tener una base de datos compartida, la posibilidad de atención complementaria de pacientes, el suministro de fármacos, etc. Algo similar a la red de atención a la epilepsia que ya está funcionando en hospitales municipales y públicos de la ciudad de Buenos Aires, en cuyo marco los profesionales se reúnen una vez por mes para establecer las necesidades de cada centro, resolver puntualmente las necesidades de cada hospital, observar el suministro de fármacos, etc.

Entonces una red de “demencias” podría tener que ver no solamente con la difusión y las charlas a la comunidad, sino con que los centros que están trabajando puedan plantear sus necesidades, sus déficits, que puedan compartir mutuamente los problemas, y trabajar colaborativamente.

Mal de Alzheimer

El Alzheimer es la causa más común de demencia entendida como el declinar de las funciones intelectuales del paciente, si se las compara con el nivel de funciones que tenía anteriormente. Surge como resultado de un deterioro neurológico. No se trata de una enfermedad en sí, sino que se utiliza para describir a un grupo de signos y síntomas. Afecta a todos los grupos sociales y no hace distinción de sexo, de grupo étnico ni lugar geográfico. Por lo general, afecta a personas de 60 años y más, aunque puede aparecer en pacientes más jóvenes.

Los síntomas más frecuentes se relacionan con pérdida de memoria, confusión, dificultades en el lenguaje, el razonamiento, pensamiento, desorientación en tiempo y espacio, problemas para llevar a cabo actividades conocidas y habituales, cambios en el comportamiento, humor, personalidad. El deterioro es gradual y progresivo, pero se presentan algunas variantes dependiendo del tipo de demencia EA.