PRESIDENTE DEL PP EN BéLGICA, OCUPA EL NúMERO DOS EN LA LISTA SUPLENTE DEL PARTIDO A LAS EUROPEAS

Joaquín Calvo pide respaldo para las candidaturas que defienden el futuro de la Unión Europea

Lleva 17 años afiliado al PP y ésta es la primera vez que concurre a unas elecciones, aunque, reconoce, lo hace de una manera “simbólica”. Joaquín Calvo Basarán (Madrid-1958), presidente del PP de Bélgica y que actualmente vive en Bruselas, figura como número dos en la lista de suplentes del partido a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo con la intención de representar a los emigrantes españoles en la Unión Europea.

Joaquín Calvo pide respaldo para las candidaturas que defienden el futuro de la Unión Europea
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Joaquín Calvo, presidente del PP de Bélgica.

Lleva 17 años afiliado al PP y ésta es la primera vez que concurre a unas elecciones, aunque, reconoce, lo hace de una manera “simbólica”. Joaquín Calvo Basarán (Madrid-1958), presidente del PP de Bélgica, figura como número dos en la lista de suplentes del partido a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo con la intención de representar a los emigrantes españoles en la Unión Europea. Actualmente vive en Bruselas (Bélgica), donde ocupa un puesto en la Unidad Española de Traducción del Comité Económico Europeo y del Comité de las Regiones. También residió en Luxemburgo y en Sidi Ifni (Marruecos), Murcia, Pamplona y Sevilla, ciudad ésta donde se especializó en Historia de América. Habla cuatro idiomas (inglés, francés, portugués y español) y sabe algo de alemán. Convencido de la importancia del voto de los emigrantes y de que estos tienen los mismos derechos que los españoles que residen en el país de origen, aboga por erradicar de una vez por todas el ‘voto rogado’ que pone trabas a la participación del colectivo en los procesos electorales que se celebran en España. Prueba de ello es el escaso número de votos que llegan desde el exterior con la entrada en vigor de la reforma de la Loreg (Ley Orgánica del Régimen Electoral General), que obliga a los emigrantes a solicitar el sufragio si tienen intención de cumplir con el compromiso electoral.

Desde su afiliación al PP, propiciada por el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA, Joaquín Calvo se ha preocupado de concienciar a los dirigentes de su partido de la importancia de prestar especial atención al voto del colectivo del exterior, puesto que en la actualidad hay dos millones de españoles que residen en el extranjero, de los cuales, más de 1,7 millones figuran en el CERA, advierte. Eliminar el voto rogado y permitir que los emigrantes puedan emitir su sufragio por vía electrónica forman parte de las propuestas del PP en su programa para concurrir a las europeas del próximo mes de mayo.

La incursión de Calvo en la lista, así como la de José Ignacio Ortiz Pintor, presidente del PP de Luxemburgo, “es un gesto” hacia la emigración, dice. Y aunque le hubiera gustado figurar en un puesto más alto, valora positivamente el paso que se ha dado; “un paso pequeño, pero importante”, asegura, porque “las listas se confeccionan atendiendo a criterios de tipo electoral” y “las agrupaciones tratan de colocar en ellas a sus candidatos”.

Se considera un europeísta convencido porque “el Parlamento Europeo tiene ahora más poder que nunca y su contribución a nuestro bienestar es fundamental”. Además, “cerca del 70% de las leyes y reglamentaciones de España están influidas por normas de la Unión Europea sobre las que el Parlamento europeo tiene capacidad de decisión”, recoge en su blog. También apunta que “desde América, tu voto cuenta” y que  “los progresos de los ciudadanos de Europa, pueden beneficiar también a los de América”. Por eso, añade: “En Europa, España puede hacer mucho por América, impulsando acuerdos comerciales y de cooperación o abogando por un mejor trato para los productos americanos en Europa”.

Calvo reconoce que la Unión defiende como principio fundamental lograr la libre circulación de personas por los países que se circunscriben dentro de su territorio. La Comisión Europea no quiere límites “porque la ciudadanía europea es un derecho que se añade”, dice, y aclara: Europa trae “más derechos y no menos”, y pide a los españoles en el exterior que “voten a los partidos europeístas que apoyan” estas medidas y defienden el futuro de la Unión. No obstante, reconoce que los países de acogida, que fueron generosos en su momento, con la crisis “tienen menos recursos” y es por eso que pretenden poner trabas a las corrientes migratorias. No obstante, “debemos exigir a las instituciones europeas que apliquen este derecho de modo proporcionado y flexible, teniendo en cuenta la situación de crisis que vive Europa”, apunta.

La lucha contra la violencia de género y mejorar la conexión entre los emigrantes y su lugar de origen constituyen otras de las prioridades de la Unión. En el primero de los casos, asegura que dispone de políticas que sirven para coordinar las actuaciones a nivel europeo para evitar que se sigan produciendo casos de violencia machista. Respecto al segundo, destaca la aportación de las nuevas tecnologías que favorecen la comunicación y han contribuido a acercar a los ciudadanos, también entre países.

40.000 españoles inscritos en el CERA en Bélgica

Bélgica, donde reside, acoge en la actualidad a unos 70.000 españoles, de los cuales, 40.000 están inscritos en el CERA. La nueva oleada migratoria de jóvenes que quieren probar fortuna en Europa en este periodo de crisis llega a Bélgica con posibilidades de encontrar trabajo, sobre todo en el sector servicios. Los más cualificados se enfrentan al problema del desconocimiento del idioma. “Vienen con carrera, pero no conocen bien el francés”, reconoce Calvo. Es por eso que algunos “llegan, prueban y se vuelven”, y que son los ingenieros, médicos y enfermeros los que “no suelen tener problemas”, apostilla.

De todos modos, en Bélgica como en los restantes países que forman parte de la Unión Europea, “hay mucha información y la ayuda del Ministerio de Empleo es generosa” para los que quieren formarse durante el periodo de prueba que van a estar en el país. Sobre todo, se imparten cursos intensivos para los que quieren practicar el idioma, porque hay que emigrar con la mentalidad de que “hay que trabajar y estudiar”, concluye.