El desequilibrio fue cubierto con remanente de la tesorería del Instituto

El Instituto Cervantes cerró el ejercicio 2013 con 495.919 euros de diferencia entre ingresos y gastos

El Instituto Cervantes cerró el ejercicio presupuestario de 2013 con una diferencia de ingresos y gastos de 495.919 euros, que se corresponden con unos derechos reconocidos netos de 100.431.187,80 euros y unas obligaciones reconocidas netas en el ejercicio de 100.927.107,34 euros, según los datos publicados por la Institución en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del viernes 24 se octubre.

El Instituto Cervantes cerró el ejercicio 2013 con 495.919 euros de diferencia entre ingresos y gastos

El Instituto Cervantes cerró el ejercicio presupuestario de 2013 con una diferencia de ingresos y gastos de 495.919 euros, que se corresponden con unos derechos reconocidos netos de 100.431.187,80 euros y unas obligaciones reconocidas netas en el ejercicio de 100.927.107,34 euros, según los datos publicados por la Institución en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del viernes 24 se octubre. El desequilibrio, que supone el 0,49 por ciento del volumen de actividad del ejercicio, fue cubierto con recursos propios del remanente de tesorería del Instituto.

Estas cuentas van acompañadas de la auditoría del ejercicio realizada por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), a través de la Oficina Nacional de Auditoría, que señala que “las cuentas anuales adjuntas expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera del Instituto Cervantes a 31 de diciembre de 2013, así como los resultados de sus flujos de efectivo y del estado de liquidación del presupuesto correspondientes al ejercicio anual terminado en dicha fecha, de conformidad con el marco normativo de información financiera que resulta de aplicación y, en particular, con los principios contables y presupuestarios contenidos en el mismo”.

La auditoría refleja tres salvedades referidas, la primera de ellas, a la información contenida en la aplicación informática relativa a bienes adquiridos con anterioridad a 2005, que se encuentra en un proceso de verificación física y de depuración de datos que al realizarse el informe no se ha culminado; la segunda salvedad alude a la falta de información suficiente que permita valorar elementos de su inmovilizado material y la tercera, relativa al modo de ‘periodificar’ los ingresos correspondientes a matrículas asociadas a cursos cuya fecha de inicio y finalización corresponden a ejercicios económicos distintos. Dicha ‘periodificación’ se ha iniciado en 2013, aunque no se han adaptado las cifras al ejercicio 2012 para permitir la comparación de las cuentas. La IGAE concluye que la auditoría es favorable con las salvedades reseñadas.

En algunos medios se ha señalado erróneamente como cuenta de resultados del ejercicio 2013 lo que simplemente es el resultado económico patrimonial.

Por la transferencia a un tercero del derecho sobre el alquiler hasta el año 2045 del edificio de Londres el Cervantes percibió 15 millones de libras (unos 19 millones de euros) que, inicialmente, se habían contabilizado como ingreso íntegro en el ejercicio 2013. Por indicación de la IGAE se reformularon las cuentas de dicho ejercicio por considerar que la citada cantidad de 19 millones de euros tenía que ser contabilizada la mitad en el año 2013 y la otra mitad en 2014, debido a las fechas en que se realizaron los pagos y no a la fecha del contrato. Por este motivo de imputación contable el Instituto no alcanza el 100 por 100 del resultado en el ejercicio 2013.

En ningún caso, dicen desde la institución, el Instituto Cervantes ha generado un déficit de 19 millones de euros.