EN EL MARCO DEL CONVENIO DE COOPERACIóN INTERINSTITUCIONAL CON LA EMBAJADA DE ESPAñA EN VENEZUELA

Los grabados de Francisco de Goya son exhibidos en el Museo de Bellas Artes de Caracas

El Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC), a través de la Fundación Museos Nacionales, conjuntamente con la Embajada del Reino de España ante la República Bolivariana de Venezuela, presenta, desde el pasado 26 de junio, en la Sala 12 del Museo de Bellas Artes (MBA), ‘Goya: la mirada inconforme’, exposición que podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2015.

Los grabados de Francisco de Goya son exhibidos en el Museo de Bellas Artes de Caracas
Vista general de la exposición durante la jornada de inauguración.

El Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC), a través de la Fundación Museos Nacionales, conjuntamente con la Embajada del Reino de España ante la República Bolivariana de Venezuela, presenta, desde el pasado 26 de junio, en la Sala 12 del Museo de Bellas Artes (MBA), ‘Goya: la mirada inconforme’, exposición que podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2015.
Por primera vez, se mostrará al público venezolano la colección completa de 173 grabados de Francisco de Goya y Lucientes pertenecientes a la colección de la Fundación Museos Nacionales, bajo la custodia del MBA.
El acto inaugural contó con la presencia del viceministro para Europa del Ministerio del Poder Popular para la Relaciones Exteriores (MPPRE), Calixto Ortega Ríos; el embajador de España en Venezuela, Antonio Pérez Hernández y Torra; el consejero de Asuntos Culturales de la Embajada de España, Moisés Morera Martín; el presidente de la Fundación Museos Nacionales, Edgar Ernesto González; así como la directora del Museo de Bellas Artes Irene Guillén.
Durante la inauguración del evento se contó con la presentación de la reconocida ‘bailaora’ de flamenco en Venezuela Daniela Tugues y durante la permanencia en sala de esta importante muestra se tiene prevista la realización de una amplia programación de eventos, talleres, conferencias y otras actividades educativas que permitirán un acercamiento de todo el público visitante a la obra de tan reconocido artista y a la cultura española.
Este proyecto expositivo cuenta con la colaboración de las fundaciones de las empresas españolas establecidas en Venezuela, como el BBVA Banco Provincial y Telefónica Movistar.
‘Goya, la mirada inconforme’ se enmarca en el Convenio de Cooperación Interinstitucional firmado, el día 29 de mayo de 2014, entre el presidente de la Fundación Museos Nacionales, Edgar Ernesto González, y el consejero cultural de la Embajada de España, Moisés Morera Martín, con el firme propósito de “fortalecer y estrechar los vínculos entre ambas instituciones”.
Los inicios de la colección de estampas de Francisco de Goya en el Museo de Bellas Artes datan del año 1959, cuando fueron adquiridas las series completas de ‘Desastres de la guerra’ y ‘Caprichos’. Para 1972, se enriqueció el conjunto con la compra de seis piezas de la serie ‘Los Últimos caprichos’. En 1974, ingresan dos estampas de la serie ‘Pinturas de Velázquez’, la única estampa de la serie ‘Tauromaquia’ y las cuatros estampas de la serie ‘Disparates’ ingresan a la colección en el año 1992.
Como conmemoración de la exposición, será publicado en el transcurso de la misma un hermoso catálogo con textos de José Manuel Matilla, especialista en la obra de Goya y jefe del Departamento de Dibujos y Estampas del Museo Nacional del Prado (Madrid, España), que junto a Rigel García, investigadora del Museo de Bellas Artes, comisaría ‘Goya, la mirada inconforme’.
Cada una de las piezas que conforman la exposición representa un hito en el arte del grabado. Denotan la utilización, por parte del artista, de todas las técnicas de impresión aplicadas en su época utilizando procedimientos directos como el buril y la punta seca, así como el aguafuerte y la aguatinta.
Para Rigel García, cocuradora de la muestra, “la técnica del grabado fue el medio que le permitió al creador español gozar de una independencia para dar rienda suelta a su inventiva y separarse de las limitaciones de la pintura por encargo, desarrollando de esta manera, diferentes series”.
Rigel García señaló que la producción gráfica de Goya es “sumamente interesante”, precisamente porque fue un medio que le permitió alejarse de las limitaciones en las pinturas, que estaban sujetas a las peticiones de sus mecenas.
“Los pintores de su época pintaban por encargo y un pintor rara vez podía costear una pintura de forma independiente. Con las obras de papel sí, podían producir obras sin depender de un mecenas. Muchos artistas tomaban la vía del grabado para hacer lo que querían y no podían hacer con la pintura”, aseguró en declaraciones.
Uno de los criterios para realizar la muestra, dijo García, fue la intención de mostrar toda la colección de grabados de Goya de la Fundación Museos Nacionales (FMN) bajo custodia del MBA. Pese a que en otras oportunidades se habían mostrado algunas piezas del artista español, en esta oportunidad se exhibe la totalidad.
La investigadora explicó que los espectadores se encontrarán en las obras dos elementos: la imaginación desplegada en escenas o personajes fantásticos y la mirada crítica frente a la sociedad.


Un espejo de la sociedad
El recorrido por la exposición comienza por algunas piezas de la serie ‘Pinturas de Velázquez’, elaboradas hacia 1778, en las que Goya copió y reinterpretó algunas obras de otro de los grandes exponentes de la pintura española. Goya observó las obras en el palacio del rey e hizo las reproducciones para difundir las creaciones de Velázquez, detalló García.
‘Caprichos’, una de las series completas con 80 piezas, fue realizada entre 1777 y 1799. En estos grabados Goya descargó buena parte de su mirada crítica mediante escenas que muestran la infidelidad, los matrimonios por conveniencia, la prostitución, la nobleza, el clero, la Inquisición, el maltrato infantil, los vicios, la brujería y la ignorancia. En algunas obras de esta serie aparece como protagonista un burro que atiende enfermos y da clases.
“Es muy curioso: Goya trabajaba para el rey, fue admitido en la Academia de Bellas Artes. Fue un personaje que tuvo reconocimiento en su época y tenía mucho trabajo a nivel oficial, pero había muchas cosas que no le gustaban y que como no podía abordarlas en la pintura usó este medio (los grabados)”, comentó la curadora.
El tono de la crítica del pintor fue tan fuerte que los sacó a la venta y a la semana debió recoger los grabados porque corría peligro, acotó.


Más allá de los fusilamientos
En ‘Desastres de la guerra’ pareciera que Goya fue más allá de su célebre pintura ‘Fusilamientos del 3 de mayo’ (1814). Los grabados, realizados entre 1810 y 1815, están basados en la Guerra de Independencia Española contra Francia y da cuenta, mediante 80 imágenes, de las crueles y sangrientas escenas de la contienda, con mujeres en la primera línea de fuego, las batallas, las violaciones y los saqueos. En una segunda parte, el creador muestra las consecuencias del enfrentamiento: el hambre, las enfermedades, la escasez, la gente en situación de calle y los sobrevivientes.
Finalmente, Goya retrató en sus grabados la vida con el regreso de la monarquía en el poder, una época marcada por la represión contra los que apoyaron las ideas de la Revolución Francesa.
Para Rigel García, lo más llamativo de la serie es “que Goya se alejó de lo que solían ser las representaciones de guerra, de las escenas idealizadas, con un bando exaltado en contraposición con el otro y que tenían un fin propagandístico. Aquí (el autor) denuncia de una manera muy cruda la violencia y lo absurdo de la guerra, venga de donde venga”.
Considera además que se trata de una de las denuncias “más radicales” contra la violencia y la guerra hechas desde el arte.


Entre perros, toros y fantasía
La exposición finaliza con ‘Perros al toro’, de la serie ‘Tauromaquia’ (1814-1816), que tiene 33 piezas y de las cuales el museo solo posee una.
También están los grabados de ‘Disparates’ (1815-1816), posteriores al regreso de Fernando VII al trono. “Es la serie más enigmática de Goya. Todavía los especialistas no saben qué significan, tenemos solo 4 de 22. Se piensa que hay también elementos que son de denuncia a esa represión de las autoridades”. Las obras parecen erráticas u oníricas.
Para concluir la muestra están los ‘Últimos caprichos’, que coincidieron con los últimos días de vida del pintor, entre 1826 y 1828, fue en este último año cuando falleció. “Nuevamente tenemos personajes asediados por seres nocturnos, brujas, demonios. Vemos cómo hay una constante del ejercicio de la imaginación, de buscar una obra original desvinculada de los encargos”, recalcó la curadora.
Se espera que próximamente se presente el catálogo de la exposición, que contará con un texto de José Manuel Matilla, especialista en la obra de Goya y jefe del Departamento de Dibujos y Estampas del Museo Nacional del Prado, en Madrid.


En colaboración
La exposición con grabados de Goya estará disponible hasta diciembre y se realizó en colaboración con la Embajada de España en Venezuela. La muestra contempla que en los próximos seis meses se realicen actividades formativas complementarias relacionadas con las obras del pintor español, adelantó la directora del MBA, Irene Guillén.


Francisco de Goya y Lucientes
Pintor, dibujante y grabador, desarrolló una vasta producción artística trabajando por encargo para las iglesias, palacios y familias acomodadas durante el período de la ilustración española en el siglo XVIII. A pesar de ello, el artista se debatió entre la libertad creadora y los problemas de su época, desarrollando un imaginario sobre la reflexión de la condición humana revelando a través de sus grabados las tensiones entre la tradición y la novedad, realidad e imaginación, razón y locura.
Se destacó por la constante búsqueda de una obra original, producto de su propia inventiva y alejada de la pintura oficial que expresara su postura crítica frente a lo que consideraba injusticias de la sociedad, expresando a través de su obra una lucidez y una capacidad autocrítica de sorprendente modernidad, con respecto a preocupaciones universales de indudable vigencia.
Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, provincia de Zaragoza, España. Murió en Bordeaux (Burdeos), Francia, el 16 de abril de 1828, a los 82 años.