Estará hasta el 31 de enero de 2020 en La Arquería de Nuevos Ministerios de Madrid

El Gobierno inaugura una gran exposición que da voz al relato colectivo del exilio republicano español

La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, ha presidido el acto de apertura de una gran exposición que da voz al relato colectivo de los hombres y mujeres del exilio republicano español, que podrá verse desde el 5 de diciembre hasta el 31 de enero de 2020 en La Arquería de Nuevos Ministerios de Madrid. “Saldamos una deuda moral pendiente al rescatar la verdad de la fosa de la desmemoria”, dice Delgado.

El Gobierno inaugura una gran exposición que da voz al relato colectivo del exilio republicano español
Exposición Exilio 1
Los ministros realizaron un recorrido por la gran exposición sobre el exilio.

La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, ha presidido el acto de apertura de una gran exposición que da voz al relato colectivo de los hombres y mujeres del exilio republicano español, que podrá verse desde el 5 de diciembre hasta el 31 de enero de 2020 en La Arquería de Nuevos Ministerios de Madrid.

“Saldamos una deuda moral pendiente al rescatar la verdad de la fosa de la desmemoria”, señala Delgado en las primeras páginas del catálogo que se ha editado para la muestra, y subraya que el desdén hacia los exiliados, que fueron “perseguidos, calumniados y minimizados por el franquismo, es algo que una democracia como la española no puede permitirse”.

La exposición, que ha recorrido la titular la Justicia acompañada de los ministros de Fomento, José Luis Ábalos, y de Cultura y Deporte, José Guirao, es un homenaje de Estado a los cerca de medio millón de republicanos españoles que en 1939 cruzaron la frontera con Francia como consecuencia de la persecución a la que fueron sometidos sus ideales y su defensa de los valores democráticos. Se pretende, también, acercar a la ciudadanía a la relevancia del exilio y ayudar a que se conozca su legado y contribución al progreso de los países que les acogieron. El tercer objetivo es, precisamente, extender el agradecimiento a los distintos pueblos que dieron a los exiliados una nueva patria, lejos de España.

La muestra ha sido promovida por el Gobierno a través de la Comisión Interministerial para la Conmemoración del 80º aniversario del exilio republicano español que, a lo largo de 2019, ha organizado más de un centenar de actos en una docena de países repartidos en tres continentes.

El espacio de La Arquería de Nuevos Ministerios reúne para esta exposición, tres aproximaciones al exilio y algo más de 300 piezas de obra plástica, reproducciones fotográficas y publicaciones, entre otros soportes, que reflejan las manifestaciones culturales, artísticas y literarias más importantes de quienes mejor documentaron este éxodo.

El escritor y crítico de arte Juan Manuel Bonet es el comisario de la exposición principal ‘1939. Exilio Republicano Español’, en la que también han colaborado como asesores científicos Manuel Aznar e Idoia Murga. El montaje es un diseño del arquitecto Juan Pablo Martínez Frade, responsable, entre otros proyectos, de las obras de habilitación de la planta de acceso del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía que se acometerán a partir del próximo año.

Felip Solé y Grégory Tuban son los comisarios de la muestra de fotografías de Philippe Gaussot, ‘Caminos del exilio’, que ha coordinado Kiko Herrero. Por último, Carmen Fernández Ortiz es la responsable de la instalación ‘La sangre no es agua’, del artista Pierre Gonnord.

‘1939: Exilio Republicano Español’

Esta muestra comprende un conjunto heterogéneo y coral de obra plástica, objetos cotidianos, fotografías, archivos sonoros, cartelería y publicaciones que encarnan el testimonio fiel de una vanguardia de intelectuales, científicos, escritores y artistas de todo tipo que en 1939 partieron al exilio. Más allá de la mera recopilación de objetos artísticos, pretende ofrecerse el relato colectivo de los miles de españoles y españolas que vivieron el destierro y trataron de mantener viva su lengua, cultura, memoria e ideales a lo largo de los años.

Centenares de fotógrafos llegados de todo el mundo documentaron esa huida de la represión. Es el caso de los fotoperiodistas David Seymour, Robert Capa o Agustí Centelles, que retrataron con dureza el drama de los refugiados y cuyo trabajo puede verse en esta exposición. Como el del fotógrafo Francesc Boix, hoy reconocido como uno de los grandes testigos del siglo XX por las imágenes tomadas durante su reclusión en Mauthausen.

También Josep Bartolí dio testimonio a través de sus dibujos de su trágica experiencia en los campos de concentración franceses. O Ramón Gaya, que tras salir del campo de Argelès y antes de partir a México, encontró aliento para pintar algunos de los cuadros más emblemáticos del exilio.

El horror del exterminio nazi lo plasmó también, en una serie de magníficos trabajos presentes en La Arquería, el artista catalán Josep Franch-Clapers, además de los escritores Jorge Semprún y Joaquim Amat-Piniella, internos en Buchenwald y Mathausen. También son reseñables las aproximaciones que se hicieron desde la escultura. Ejemplo de ello en la exposición son las obras de Baltasar Lobo o Ángel Hernández García, ‘Hernán’.

Los barcos del exilio, como el ‘Stanbrook’ que arribó al puerto argelino de Orán, o los que partieron con destino a América, como el ‘Sinaia’ y el ‘Winnipeg’, tienen un espacio protagonista en la muestra. El exilio republicano en México fue uno de los más importantes, documentado aquí a través de diferentes publicaciones. El Caribe, Chile y Argentina fueron también focos culturales destacados del exilio. A Buenos Aires llegaron políticos como Niceto Alcalá Zamora o el historiador Claudio Sánchez-Albornoz, que se convertiría en presidente del Gobierno en el exilio. También fue importantísima la labor editorial que desarrollaron allí Rafael Alberti, Francisco Ayala o María Teresa León, y en el campo de las artes, Manuel Ángeles Ortiz y Maruja Mallo. Algunos de sus trabajos de esos años se han reunido para esta muestra.

La Unión Soviética (URSS) fue otro de los destinos del exilio español. Los ‘niños de la guerra’ fueron los primeros en arribar a la URSS, donde se instalaron además periodistas, escritores, científicos, militares, deportistas o ingenieros y, en el ámbito artístico, una de las grandes figuras de la escultura española del siglo XX, el toledano Alberto Sánchez, más conocido como ‘Alberto’, que no regresó jamás a España.

La muestra de Juan Manuel Bonet homenajea, además, con sendos retratos de Picasso y Miguel Prieto y una escultura que firma Pablo Serrano, a una de las víctimas más célebres de la Retirada, el poeta Antonio Machado, fallecido en la localidad de Colliure, y cuya tumba es hoy lugar de peregrinación y memoria. Como lo es el cementerio de Montauban, donde está enterrado Manuel Azaña. Numerosos objetos en la exposición dan testimonio de su legado intelectual y político, y se expone al público español, por primera vez, la mesa de trabajo en la que firmó su renuncia en el exilio como último presidente de la República.

Otro importante capítulo es el que ocupan en el espacio de La Arquería los artistas españoles del París de la posguerra, cuyo núcleo lo integraron, entre otros, Manuel Ángeles Ortiz, Antoni Clavé o Xavier Badia Vilató, autores para quienes Picasso fue una referencia fundamental. Del artista malagueño, se exhiben seis obras gráficas de distintas técnicas. 

La muestra dedica también un espacio a las emisiones de la BBC, Radio París y Radio España Independiente, la popular ‘Pirenaica’, por el papel que desempeñaron de ariete contra el franquismo y como fuente de información para los exiliados. En sus programas colaboraron, entre otros, Luis Araquistain, Arturo Barea o Manuel Chaves Nogales. Algunos de esos archivos sonoros están ahora a disposición del público.

La exposición se asoma también a la Transición para retratar el espíritu de lo que supuso el reencuentro de España con el exilio, como simboliza, por ejemplo, el reportaje fotográfico de Jesús González sobre la llegada a Madrid del ‘Guernica’ de Picasso.

Con motivo de esta muestra se ha editado un amplísimo catálogo de más de 700 páginas en el que ha participado medio centenar de autores, los mayores expertos en memoria histórica de nuestro país. El catálogo podrá adquirirse en la web del Ministerio de Justicia.

‘Caminos del exilio’, de Philippe Gaussot

El espacio de La Arquería acoge también una colección de fotografías inéditas del fotoperiodista Philippe Gaussot (Francia, 1911) descubiertas por su hijo Jean-Philippe en una maleta, tras el fallecimiento de su padre. Se trata de un centenar de imágenes que retratan con enorme dureza lo que significó la Retirada a Francia de miles de exiliados tras la caída de Barcelona, y las dificultades de la travesía que realizaron por caminos y puertos de montaña. Las instantáneas también documentan escenas cotidianas en las colonias infantiles auspiciadas por el Comité Nacional Católico de Francia que Gaussot ayudó a levantar.

Los comisarios Felip Solé y Grégory Tuban, reconstruyen en esta exposición, coordinada por Kiko Herrero, el legado de este fotógrafo, comprometido desde muy joven con la causa humanitaria, que ejerció como periodista en Le Dauphiné Libéré.

‘La sangre no es agua’, de Pierre Gonnord

La Arquería presenta, por último, el trabajo de investigación realizado por el artista Pierre Gonnord (Francia, 1963) a partir de los recuerdos de supervivientes y descendientes del exilio republicano español. Se presenta como un relato expositivo de retratos, testimonios y fotografías de objetos íntimos.

La muestra, coordinada por la comisaria Carmen Fernández Ortiz, es un encargo realizado ad hoc por la Comisión Interministerial para la Conmemoración del 80º aniversario del exilio republicano español y el Ministerio de Justicia.

Palabra e imagen forman en esta muestra un conjunto inseparable que invita al espectador a cruzar las fronteras de su propio territorio y reconocer la existencia de otras realidades, estableciéndose una intimidad con las personas retratadas que, en algún momento de sus vidas, necesitaron ser escuchadas, leídas y miradas, y que hoy se hace posible gracias al arte.