El embajador de España en Argentina celebró los 40 años de la Carta Magna

“Fue la Constitución de 1978 y su entramado institucional lo que dio forma jurídica a la reconciliación”

La Constitución Española celebra este mes cuatro décadas de su entrada en vigencia  y la Embajada de España en Argentina lo conmemoró con un acto en la sede de la residencia oficial en Buenos Aires, junto a autoridades argentinas, diplomáticos de diversos países y referentes del ámbito de la política, el periodismo, la cultura y del empresariado; así como del colectivo español asentado en el país.

“Fue la Constitución de 1978 y su entramado institucional lo que dio forma jurídica a la reconciliación”
Embajada 40 años Constitución 3
Numerosas autoridades de dieron cita en la Embajada de España en Argentina.

La Constitución Española celebra este mes cuatro décadas de su entrada en vigencia  y la Embajada de España en Argentina lo conmemoró con un acto en la sede de la residencia oficial en Buenos Aires, junto a autoridades argentinas, diplomáticos de diversos países y referentes del ámbito de la política, el periodismo, la cultura y del empresariado; así como del colectivo español asentado en el país.

“Fue la Constitución del 78 y su entramado institucional, lo que dio forma jurídica a la reconciliación y estableció un marco que permitió la superación de grietas, fracturas y divisiones, que habían cuajado en la realidad de las dos Españas que hasta entonces no habían querido ni podido entenderse y posibilitó canalizar el esfuerzo de todos en la misma dirección”, destacó el embajador de España en Argentina, Javier Sandomingo, durante la reunión a la que también asistieron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó.

“Con discrepancias, naturalmente, –ahondó– pero dentro de unos consensos básicos que todavía permiten trabajar y soñar juntos a quienes no piensan lo mismo”.

El jefe de la diplomacia española en Argentina señaló también que “el tiempo no pasa en balde y nada es perfecto de modo que, antes o después, será preciso reformarla”.

“El cuándo y el cuánto son cuestiones todavía discutibles y muy discutidas”, dijo, y avanzó: “lo importante es que cuando llegue el momento, una eventual reforma refleje un consenso no inferior al de 1978”.

“Para ello, igual que entonces, –sostuvo–  habrá que partir de la base de que los ideales, los intereses y también los miedos de los otros son tan legítimos como los propios y deben ser tenidos en cuenta en el diseño de una arquitectura constitucional en la que todos nos sintamos razonablemente cómodos, aunque nadie lo esté del todo”. “Esa es la mayor contribución, a mi criterio, que la Constitución de 1978 ha hecho a la convivencia pacífica y a la prosperidad de los españoles”, concluyó.

Finalmente, el embajador, acompañado por su esposa, Megan Adams, cerró una breve intervención con un brindis por España y Argentina que compartió con los presentes.