Reconoce que sería “fenomenal” que pudieran votar por métodos telemáticos

Exteriores asume que los emigrados ven en el voto rogado una dificultad que desincentiva la participación electoral

La directora general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Asuntos Exteriores, Victoria González-Bueno, ha admitido este miércoles en el Congreso, que los emigrados españoles perciben el voto rogado como una dificultad para ejercer su derecho de sufragio lo que, en cierto modo, contribuye a desincentivar la participación, y ha reconocido que sería “fenomenal” que estos electores pudieran votar por métodos telemáticos.

Exteriores asume que los emigrados ven en el voto rogado una dificultad que desincentiva la participación electoral
Victoria Gonzalez-Bueno
Victoria González-Bueno, durante su comparecencia en el Congreso.

La directora general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Asuntos Exteriores, Victoria González-Bueno, ha admitido este miércoles en el Congreso, que los emigrados españoles perciben el voto rogado como una dificultad para ejercer su derecho de sufragio lo que, en cierto modo, contribuye a desincentivar la participación, y ha reconocido que sería “fenomenal” que estos electores pudieran votar por métodos telemáticos.

Así lo ha señalado González-Bueno durante su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso que está estudiando una posible reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

La representante de Exteriores no ha querido dar su opinión sobre el resultado de la criticada reforma de 2011 que introdujo el voto rogado para los residentes en el exterior, alegando que su derogación o no es una decisión que corresponde al Congreso.

“Carrera de obstáculos”

Eso sí, ha admitido que los electores tienen “la percepción de que les perjudica” y que es un elemento más en la “carrera de obstáculos” que, ha reconocido, supone votar desde el extranjero. “El español se siente muy frustrado en el exterior porque no es capaz de votar y considera que el voto rogado es una de las cosas que dificulta su derecho”, ha afirmado.

En cualquier caso, González-Bueno ha hecho hincapié en que la obligación de solicitar expresamente el voto no es “el obstáculo” del sistema, pero sí es una “fase más” de todos los “problemas” que presenta el modelo actual.

A su juicio, lo ajustado de los plazos para que los votos emitidos en el extranjero lleguen a España para poder ser escrutados y la dependencia de los sistemas postales de los distintos países son las “principales causas de la baja participación” de los emigrados en las elecciones. Si no se solucionan, ha advertido, de poco servirán los “esfuerzos” que, ha dicho, están realizando desde el Gobierno para revertir esta situación.

En este contexto, ha propuesto que se amplíe el periodo que transcurre entre el día de la votación y el fijado para el escrutinio general, que la Ley Electoral establece en tres días, de manera que garantice que, antes de ese recuento definitivo, todos los sufragios de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) llegan a las Juntas provinciales.

La ampliación de este plazo, que podría realizarse mediante una modificación de la LOREG o ser decidida caso por caso por la Junta Electoral, contribuiría a paliar otros problemas como los que pueden surgir durante el camino que recorren estos sufragios: retrasos o cancelaciones en vuelos, huelgas de transporte o simplemente que las aerolíneas prioricen las maletas de los pasajeros sobre otro tipo de cargas como, según ha dicho, ha llegado a ocurrir.

La directora general ha definido como “una carrera de obstáculos” todo el proceso que va desde la inscripción de los emigrados en los consulados, imprescindible para poder votar, hasta la llegada de sus votos a sus respectivas circunscripciones.

Así, ha explicado que actualmente la inscripción en las oficinas consulares ha de ser, con carácter general, presencial, lo que implica un esfuerzo por parte de los electores, en ciertos casos incluso económico, si viven lejos del consulado correspondiente. La directora general ha avanzado que se están estudiando alternativas pero que hay dificultades para prescindir de la inscripción presencial.

Ante las preguntas de los grupos parlamentarios, ha indicado que sería “fenomenal” que se pudiera introducir el voto electrónico para los electores que viven fuera de España y, por tanto, ha alentado el debate al respecto, siempre, eso sí, de que se haga con todas las garantías necesarias.

Más personal

No obstante, también ha apuntado que hay países en los que el acceso a internet es “muy complicado” y que también habría que tener en cuenta la avanzada edad de algunos electores y el hecho de que actualmente solo el 25% de los españoles que residen fuera tiene DNI, es decir, podrían utilizar un sistema de identificación digital.

La alto cargo de Exteriores ha admitido que se han cometido “algunos errores” en el proceso electoral en lo que a su departamento se refiere, pero las ha calificado de “incidencias” y ha asegurado que apoyarán “cualquier iniciativa” que salga del Congreso tendente a incentivar la participación de nuestros compatriotas en las elecciones.

Eso sí, ha aprovechado, para poner de manifiesto que en los últimos años ha crecido el número de emigrantes, pero no el personal de los servicios consulares que, en algunos casos incluso ha disminuido. En este contexto, ha recordado que, durante los periodos electorales estos trabajadores deben continuar también con sus tareas habituales.