DE GRANDES MARCó “LA NECESIDAD DE QUE ESTA TERRIBLE TRAGEDIA NO SE VUELVA A REPETIR”

La Embajada y la Comisión de Desaparecidos Españoles recordaron a las víctimas de la última dictadura argentina

Como todos los años, la Comisión de Desaparecidos Españoles y la Embajada de España recordaron a las víctimas de la última dictadura en Argentina (1976-1983); en esta oportunidad, a través de la figura de Azucena Bermejo García, embarazada de cuatro meses en el momento de su desaparición.

La Embajada y la Comisión de Desaparecidos Españoles recordaron a las víctimas de la última dictadura argentina
Acto Desaparecidos Españoles1
Consuelo Castaño, Estanislao de Grandes y Marta Rondoletto, durante el acto.

Como todos los años, la Comisión de Desaparecidos Españoles y la Embajada de España recordaron a las víctimas de la última dictadura en Argentina (1976-1983); en esta oportunidad, a través de la figura de Azucena Bermejo García, embarazada de cuatro meses en el momento de su desaparición.

Durante el acto, que tuvo lugar en la sede de la Cancillería española el miércoles 17, al mediodía, De Grandes marcó “la necesidad de que esta terrible tragedia no se vuelva a repetir”. “Recordamos –ahondó– a los españoles desaparecidos, al resto de extranjeros desaparecidos y por supuesto a los argentinos, entre los cuales también hubo una gran cantidad de descendientes de españoles”.

Es esta dirección, señaló también que “es necesario aunar esfuerzos para transmitir a las nuevas generaciones la necesidad de prevenir el genocidio y las atrocidades masivas”.

Por su parte, la titular de la Comisión de Desaparecidos Españoles, Consuelo Castaño, destacó que Azucena “simboliza la vida” y agradeció a Estela de Carlotto su apoyo, porque fue ella, apuntó, quien les ayudó a conseguir información sobre el destino sufrido por Azucena y la familia Rondoletto.

Castaño señaló también que a los organismos de derechos humanos muchas veces se los ha acusado de quedarse en el pasado. “Cuando a mí me dicen eso –indicó– yo les pregunto: Si a usted le desapareciera un hijo, ¿cuánto tiempo lo buscaría?; y la respuesta invariablemente es ‘siempre’. Independientemente de la ideología, el pensamiento político, incluso de la situación socio-económica de las personas, la respuesta en todos los casos es ‘siempre”.

Finalmente, Marta Rondoletto trazó un perfil humano de Azucena, la esposa de su hermano, secuestrado junto a los demás integrantes de la familia Rodoletto en noviembre de 1976.

Seguidamente, la presidenta de la Comisión de Desaparecidos Españoles, Consuelo Castaño, y el embajador de España, Estanislao de Grandes Pascual, depositaron una corona de flores al pie del mural realizado por el Instituto Municipal de Cerámica de Avellaneda en memoria de los ciudadanos españoles víctimas de desapariciones forzosas durante la dictadura militar en Argentina, y se nombró a los desaparecidos que figuran en la lista de hábeas corpus colectivo, en homenaje a todas las víctimas.

En el homenaje estuvieron presentes dos de los integrantes de la familia Rondoletto, familiares de los desaparecidos y autoridades argentinas, entre las que se contó la presencia de la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, y el subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno de la Ciudad, Claudio Avruj.

También asistieron la embajadora de Italia, Teresa Castaldo; el director de Europa;  Estela de Carlotto y otras integrantes de la Abuelas de Plaza de Mayo y representantes de la colectividad española y de la Embajada y el Consulado de España.

En busca del hijo de Azucena y Jorge Rondoletto

Este año, el acto se trasladó de septiembre a diciembre, a pedido de la Comisión de Desaparecidos Españoles, con el objetivo de recabar más datos sobre la desaparición de Azucena junto a la familia Rondoletto, en la ciudad de Tucumán.

Ricarda Azucena Bermejo García nació en Salamanca (España) el 13 de agosto de 1953 y con siete años, siendo una niña todavía, viajó a la Argentina, junto a su familia, donde se formó como profesora de Geografía.

El 2 de noviembre de 1976 desapareció en San Miguel de Tucumán, cuando tenía 23 años y estaba embarazada de cuatro meses.

Azucena fue secuestrada junto a su marido Jorge Rondoletto, su cuñada Silvia Rondoletto, su suegro, Pedro Rondoletto, y su suegra, María Cenador.

De acuerdo con la sentencia de 19 de marzo de 2014 del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, se presume que pudo haber sido conducida al centro ilegal de detención ‘El Pozo de Banfield’, en Buenos Aires, o a un penal de Santa Cruz. 

En el año 1996, se inició la investigación. La Justicia comenzó a investigar sobre el destino del hijo de Azucena a raíz de una presentación conjunta realizada por la Organización Abuelas de Plaza de Mayo y otros organismos de Derechos Humanos en Tucumán.

La Comisión de Desaparecidos Españoles en Argentina adelantó que continuará trabajando para dar con el paradero del niño, presuntamente nacido en cautiverio, y toda su familia.