La Embajada en Buenos Aires acogió un homenaje a los españoles desaparecidos durante la última dictadura argentina

Organizaciones de derechos humanos, españolas y argentinas, la Embajada de España, víctimas y familiares rindieron, este jueves, un homenaje a los españoles desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976 y 1983).

Alrededor de un centenar de españoles nacidos en España y más de 2.000 ciudadanos de origen, la mayoría gallegos, desaparecieron víctimas del terrorismo de Estado que imperó en aquellos años, según los datos ofrecidos por la presidenta de la Comisión de Desaparecidos Españoles en Argentina, Consuelo Castaño.

Durante la ceremonia, que tuvo lugar en la sede de la Cancillería, se recordó en particular a la familia Bermejo-Rondoletto, secuestrada el 2 de noviembre de 1976, en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

El homenaje prácticamente coincidió con la identificación de los restos de Ricarda Azucena Bermejo (nacida en Salamanca, España, en 1953), esposa de Jorge Rondoletto, desaparecida cuando estaba embarazada de 4 meses, junto a su marido, sus suegros, Pedro Rondoletto y María Cenador, y su cuñada, Silvia Rondoleto.

El equipo argentino de Antropología Forense, que logró confirmar la identificación de los restos de Ricarda Azucena Bermejo, el pasado 27 de septiembre, ya había identificado a principios de este año los restos de María Cenador y de Silvia y Jorge Rondoletto; todos hallados en la fosa clandestina conocida como el Pozo de Vargas, ubicada en las afueras de la capital tucumana.

Todavía falta hallar los restos de Pedro Rondoletto y averiguar el destino del bebé de Azucena, señaló Mercedes Salado Puerto, integrante del equipo argentino de Antropología Forense.

“El caso de Azucena Bermejo –explicó– ha sido muy complejo porque sus restos fueron hallados en un pozo de agua utilizado como sitio de inhumación clandestina”. “Allí, a una profundidad de más de 30 metros –contó–, ya hemos encontrado los restos de 117 personas de las cuales hemos logrado identificar a 88”.

Por otra parte, la presidenta de la Comisión de Desaparecidos Españoles en Argentina; el Embajador de España en Argentina, Estanislao De Grandes Pascual; el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj; Mercedes Salado Puerto y el hermano de Azucena, Tomás Bermejo, coincidieron en destacar que el daño no fue solo para las víctimas y sus familiares, que efectivamente atravesaron un sufrimiento inconmensurable, sino también para toda la sociedad argentina, que vio roto su tejido social. “Solo la memoria, la verdad y la justicia –avanzaron– podrá sanar ese tejido y volver a constituir los lazos sociales”.

Finalmente, Consuelo Castaño, y el embajador De Grandes depositaron una ofrenda floral ante el mural que recuerda a las víctimas españolas en particular y a todas las víctimas en general, del régimen militar.