Reconoce las dificultades económicas y plantea como objetivo mantener una enseñanza de calidad

El CRE de Washington propone cobrar la matrícula y que la colectividad aporte recursos para solucionar el problema de las ALCE

Padres de alumnos afectados en Washington por los recortes a aplicar en las Aulas de Lengua y Cultura Española (ALCE) han expresado su voluntad de contribuir a paliar en parte los gastos ocasionados por las aulas de español, con el fin de seguir manteniendo una enseñanza de calidad que les permita, además, continuar desarrollando y difundiendo la lengua y la cultura propia en América del Norte.

El CRE de Washington propone cobrar la matrícula y que la colectividad aporte recursos para solucionar el problema de las ALCE

Padres de alumnos afectados en Washington por los recortes a aplicar en las Aulas de Lengua y Cultura Española (ALCE) han expresado su voluntad de contribuir a paliar en parte los gastos ocasionados por las aulas de español, con el fin de seguir manteniendo una enseñanza de calidad que les permita, además, continuar desarrollando y difundiendo la lengua y la cultura propia en América del Norte.

Entre las medidas propuestas, y sobre las que se hace eco el CRE de Washington figuran cobrar una matrícula por alumno, habilitándose algún tipo de beca o ayuda para quienes tuvieran dificultad en ese abono, e instar a las AMPA, al propio CRE y a los empresarios de la colectividad a asumir la compra de materiales, así como otros gastos de funcionamiento de las aulas de español.

Conscientes de las dificultades presupuestarias que están imponiendo en todos los ámbitos de la Administración Española “recortes siempre difíciles”, también consideran  de “vital importancia” para sus hijos “contar con un programa” que permita, “como a miles de jóvenes a lo largo de las últimas décadas, integrarse sin problemas en el sistema educativo español al regreso de sus padres a España” y, en todo caso, “mantener” la “lengua” y “cultura” propias.

Por ese motivo, se muestran “dispuestos a aportar soluciones e iniciativas” para amortiguar las consecuencias de las dos medidas que se quieren implantar, que, a su juicio, “pueden ser muy perjudiciales para el funcionamiento de las ALCE”. En ese sentido, se refieren a la reducción a la mitad del horario presencial de los alumnos en los tres primeros cursos y el retraso en la salida a concurso de las plazas vacantes de profesores funcionarios.

Para paliar lo primero, desde la Administración se ofrecen tutorías virtuales y materiales en línea. Y para cubrir las necesidades de profesorado del próximo curso, se ha propuesto contratar a personal interino.

Sin embargo, el CRE de Washington considera que la enseñanza virtual no puede sustituir en esa proporción, en niños de 7 a 10 años, la labor de un profesor presencial. Por eso, se muestran a favor de mantener “un número mínimo de tres horas semanales de enseñanza presencial”. Por otro lado, reconocen que los contratos interinos que se están planteando “distan mucho de ofrecer un salario mínimamente suficiente para vivir en el área de Washington”. Además, “este tipo de contratos temporales no permite la adecuada planificación del curso y dificulta la continuidad en la enseñanza y el progreso de los alumnos”, aseguran.

Conscientes de que la contratación de profesores funcionarios supone un gran coste, sugieren la posibilidad de “crear otros puestos de profesores más acordes con el presupuesto disponible”. Se trataría de profesores con contrato indefinido y un sueldo inferior al de los funcionarios, pero ajustado a lo que se requiere para residir en el área de Washington.

El CRE de Washington DC., como órgano consultivo y asesor, según el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior y el Real Decreto que lo establece y la Orden Ministerial que lo regula, “tiene una importante responsabilidad para representar plenamente los intereses de nuestra comunidad ante los órganos del Gobierno Español”, según recoge el propio organismo, que informa de que las aulas de Virginia y Maryland atienden a una creciente demanda de alumnos dispuestos a cursar estudios de Lengua y Cultura Española, actualmente situada en unos 220 estudiantes. Estas clases de lengua y cultura españolas gozan de gran prestigio y calidad, aseguran, al tiempo que “constituyen un punto de referencia” para la colectividad. “Es un excelente programa que hay que preservar y apoyar”, concluyen.