Carlos Tarazona narra la historia de los pastores aragoneses en Estados Unidos

La Diputación de Huesca acogió la presentación de ‘Borregueros, desde Aragón al Oeste americano’

Carlos Tarazona presentó en la sede de la Diputación de Huesca su libro ‘Borregueros, desde Aragón al Oeste americano’ en el que narra la historia de un centenar de pastores aragoneses que dejaron los Pirineos para llevar, principalmente a California (Estados Unidos), su trabajo y sus conocimientos del mundo ovino.

La Diputación de Huesca acogió la presentación de ‘Borregueros, desde Aragón al Oeste americano’
Presentación de Borregueros. Huesca
Berta Fernández y Carlos Tarazona, durante la presentación de 'Borregueros'.

Carlos Tarazona presentó en la sede de la Diputación de Huesca su libro ‘Borregueros, desde Aragón al Oeste americano’ en el que narra la historia de un centenar de pastores aragoneses que dejaron los Pirineos para llevar, principalmente a California (Estados Unidos), su trabajo y sus conocimientos del mundo ovino.

Además del autor, en el acto también estaba la responsable de Cultura de la Diputación, Berta Fernández, quien hizo hincapié en la necesidad de proteger la memoria en la provincia, haciendo un esfuerzo con los recuerdos que han quedado más olvidados, “recopilar y salvaguardar todo ese patrimonio oral que es tan necesario para mantener nuestra historia”, aseguró.

Berta Fernández tuvo palabras de elogio para el que ella denomina como un arqueólogo de la memoria: “Si hay una palabra que define la obra de Carlos y la de Borregueros es la de compromiso; con el paisaje, con la historia del Alto Aragón, y con las personas de nuestra zona y con su memoria”.

Esta edición es el resultado de todos los materiales que Carlos Tarazona fue recopilando para el documental del mismo nombre, en 2008. ‘Borregueros, desde Aragón al Oeste americano’ nació como un libro que posteriormente iba a convertirse en un documental, pero la edad de los protagonistas obligó al autor a cambiar los planes. En la actualidad ambos soportes, el audiovisual y el papel, se complementan para lograr un conocimiento profundo y exhaustivo de las vivencias y los destinos de aquellos pastores que decidieron abandonar sus pueblos, los montes del Pirineo aragonés, para poner rumbo a una realidad completamente distinta.

No solo fueron aragoneses los pastores que decidieron emigrar, pero a diferencia de los procedentes de País Vasco y Navarra, estos aventureros fueron poco estudiados y su historia es desconocida para la gran mayoría.

Tarazona siguió la pista de unos cien pastores que emigraron entre 1920 y 1960 a alguno de los estados del Oeste y Medio Oeste estadounidense, especialmente California, sobre todo gracias a la información y contactos proporcionados por los Aznárez y los Gorrindo. Por aquel entonces, tal como explica el autor, “eran sobre todo mexicanos los que se dedicaban a este oficio, porque en esos años el oficio de pastor estaba muy mal considerado socialmente en Estados Unidos y nadie, ningún americano, quería trabajar en esto”.

Los pastores españoles vieron la oportunidad y a través de una gestoría en Elizondo y tras pasar un examen de pastoreo partían a América con un contrato de trabajo. A pesar de la oportunidad, no todo fue un camino de rosas: muchos de los borregueros, hoy jubilados, con los que se entrevistó Tarazona, hablan de “picaresca por parte quienes los contrataban” y explican que mucha gente pensaba que tenía tarjeta sanitaria pero se dio cuenta muchos años más tarde de que no era así. Además, cuando fueron a reclamar algún tipo de paga por los años trabajados, les dijeron que no figuraban en las bases de datos.

Las condiciones de vida eran notablemente distintas, y el pastoreo también, por lo que fue necesario un gran ejercicio de adaptación. No solo tuvieron que cambiar los reducidos valles pirenaicos por las grandes llanuras californianas, sino también la cantidad de ovejas, que pasaron a ser rebaños mucho más numerosos, explica Tarazona, quien recuerda que los elementos naturales también cambiaron, con coyotes, serpientes o pumas como parte de una realidad que acabó siendo realmente dura. “La mayoría de los borregueros en el momento en el que tuvieron la tarjeta de residencia cambiaron de trabajo. Cualquier otro trabajo en Estados Unidos estaba mucho mejor remunerado que el de pastor”, indica el autor que viajó a California para saber un poco más de esta historia.

Las trayectorias de estos jóvenes que pasaron de no haber salido de su comarca a marcharse a la otra punta del mundo fueron muy diversas. Aproximadamente la mitad de los borregueros aragoneses, explica Tarazona, acabaron por volver a casa y los que se quedaron en América vivieron destinos muy dispares, algunos se integraron en las comunidades llegando a pertenecer al ejército o entrando en política y otros con menos fortuna han terminado sus días en la indigencia.

El libro dedica, además, un capítulo a las mujeres protagonistas de este episodio, desde las que les ayudaron a cruzar el charco a las que emprendieron el viaje ellas mismas.